¿A quién no se le ponen los pelos de punta al oír el término “Mueble Castellano”? Sobre todo a aquellos que lo habéis sufrido en la casa de campo de vuestros padres. Ese look de mesón con aspas de molino en su fachada, con sus porrones, sus espadas y su gotelé extra grande. ¿Os podríais imaginar que esa estética se volviera a poner de moda? ¿Que se empezara a ver mobiliario de ese estilo y que incluso Ikea tuviera un apartado dedicado a ello?
Vuelve el Mueble Castellano
Pues esa realidad no está muy lejana. Después de darnos unas vueltas por las ferias del mueble más modernas del mundo os aseguramos que el mueble castellano empieza a estar de moda. No solo la estética, también los sistemas artesanos de producción. Lo más curioso de todo es que la mayoría de los diseñadores que crean piezas de este estilo ni siquiera viven en España. Pero veamos el origen de todo esto e ilustremos todo ello con algunos ejemplos internacionales.
Imagen Superior: Lámpara Hammer. Diseño del estudio suizo Big Game en colaboración junto a Wiener Silber. Un trabajo parecido al damasquinado toledano.
Imagen superior: Mesita auxiliar Twist. Diseño de Thomas Schnur
El primer ejemplo de todos lo encontramos hace unos meses en Madrid. En la galería Machado Muñoz se pudo ver la exposición “Castellano Brutalista” del colectivo ubicado en Berlín Von Pelt. La muestra estaba dividida en dos salas, cada una de ellas llena de piezas totalmente diferentes pero con un concepto común. En uno de los espacios había mobiliario recubierto de latón dorado que tenía una conexión directa con la historia de España, concretamente con el Siglo de Oro español y la expansión del imperio castellano después de la reconquista. En la otra sala se exponían piezas de barro sin cocer como botijos, cadenas o candelabros, junto a bodegones surrealistas donde se mezclaban diferentes tipos de vasijas con pitorros dispuestos en lugares imposibles. Piezas, estas últimas, que nos conectaban con la cara pobre de la misma época, con el pueblo llano, con las colonizaciones, con el mundo rural de Castilla. Esta exposición me hizo plantearme algunas preguntas sobre el mueble castellano.
Imagen superior izquierda: Séquito (cabinet) Dies Irae (espejo) ambas piezas diseñadas por Von Pelt. De la exposición Castellano Brutalista en la galería Machado-Muñoz
Imagen superior derecha: Centeno. Realizado en cerámica blanca. Diseñado por Von Pelt de la exposición Castellano Brutalista en la galería Machado-Muñoz
¿Siendo España durante varios siglos un gran imperio ha quedado reflejado este estilo en la historia del mueble? Y si fuera así, ¿cuáles serían las características de ese mueble castellano o también llamado español? Vayamos por partes. Parece ser que lo que se conoce hoy como mueble castellano es aquel inspirado en los muebles del siglo 16 y 17. Es el estilo plateresco de la época de Carlos I, con el que se decoraba palacios y casas de la nobleza. Son muebles de madera maciza, en la mayoría de los casos tallada con motivos vegetales, cuarterones y medallones. En el estilo castellano se encuentran elementos de la naturaleza por influencia del renacimiento italiano. También hay una influencia mudéjar por el uso de la marquetería con motivos geométricos. El color oscuro es otra de las características del mueble castellano, el nogal es la madera más utilizada junto al castaño en el norte de la península. El hierro forjado y el cuero son dos materiales muy usados que se combinan con la madera.
Imagen superior: Lámpara colgante Germain, un diseño de Material Lust
Podemos decir que sí existe un tipo de mobiliario llamado castellano o español. Pero profundicemos algo más. El concepto de confort aparece en el siglo 16 en España y viene desde países del norte de Europa. La idea de mobiliario doméstico es adoptada por la burguesía española. Los artesanos expertos en esta materia eran fundamentalmente judíos y árabes. Pero como siempre ha pasado en cualquier época, el tema económico influía en el tipo de decoración y mobiliario. A principios del siglo 16 el espacio principal de una casa castellana era el estrado, una especie de salón de estilo árabe con alfombra donde las mujeres se sentaban en cojines alrededor de un brasero.
Imagen superior izquierda: Estantería Matégot de Gubi, diseñada por Mathieu Matégot. Imagen superior derecha: Lámpara Patina de Klong diseñada por Mats Broberg & Johan Ridderstråle
Hasta que Felipe II no fija su residencia en Madrid no se empieza a abandonar la austeridad en el mobiliario de la corte. Parece ser que el interiorismo asceta de la corte de Felipe II contrastaba con el lujo de las demás cortes europeas. Pero será a partir del siglo 19 cuando se empieza a hablar de “Mueble Estilo Español”. ¿Por qué en España hemos odiado todos tanto el estilo castellano? Quizá porque desde el siglo 19 hasta prácticamente ahora se ha seguido produciendo un tipo de mueble castellano de mala calidad en acabados, maderas, laminados… Las fábricas no se han adaptado a los nuevos tiempos: la ergonomía, las proporciones, el flat pack para envíos y esas cosas. Las imágenes que ilustran este artículo son ejemplos de cómo esta tipología de mobiliario podría evolucionar. El mueble castellano también quizá es muy odiado en España por sus connotaciones políticas en la época de la dictadura, pero este tema ya daría para otro artículo mucho más largo.
Imagen superior: Perchero pared Marcel de Massproductions, un diseño de Chris Martin
Imagen superior: Silla Officina de Magis realizada con hierro forjado. Diseñada por los hermanos Bouroullec
7 de diciembre de 2021 a las 20:59
No entiendo eso de que se odie el mobiliario castellano. Tampoco que esa variedad de muebles viniera del norte de Europa. No hay que confundir el mueble castellano con el mueble español o renacimiento español, como se conoce fuera de España, que es el estilo que se volvió a poner de moda en la época de Alfonso XII como mobiliario neorrenacentista, en su variedad alfonsina y plateresca, rica en tallas. Y convertido en mueble oficial de despachos hasta los años cuarenta. Este si es el estilo de la época franquista, no el castellano. El mueble castellano es la base del mueble renacimiento y barroco español, de ahí que se confunda, sin serlo, con el mueble rústico. Tienes sus orígenes en la Eda Media, y no tuvimos que ir al norte de Europa para copiar tipos de muebles, ya que en España la variedad de muebles de todo tipo se multiplicaba por la influencia, primero árabe, y luego morisca, creando en el sXVI un estilo básico renacentista, de torneados y cuarterones con elementos mudéjares, aparte el plateresco, evidentemente imitado del renacimiento italiano. A finales de los años 50 empieza a introducirse en la decoración de vanguardia, elementos antiguos como contraste, todos de estilo castellano: tallas religiosas, armaduras, globos terráqueos, maquetas de barcos del s.XVI, sillones fraileros, trozos de retablo, tapices, alfombras, muebles auxiliares…Y durante los 60 y como consecuencia de la afluencia de turistas, que supuestamente venían a encontrarse con una España típica, los paradores, hoteles y lugares turísticos se inundaron de muebles castellanos, para que el extranjero se sintiera como en la corte de Felipe II, el recuerdo de una España que dominó el mundo, aparte de otros elementos que nada tenían que ver con este decorado de época y más con el mundo del flamenqueo y toros. Pero estos muebles no eran laminados como dice el artículo, eran muebles muy bien realizados, con lo métodos tradicionales, de gran calidad. Luego en los 70 el mueble castellano se convierte en el antídoto de los estilos modernos y sicoldélicos de entre décadas, y la producción se hace masiva y muy seriada. Todo el mundo quiere tener en su casa este tipo de muebles. Se exportan muchos, sobre todo a Francia y América. A finales de la década, en los hogares españoles se empieza a apartar y sustituir por el estilo inglés: librerías, muebles bar, comedores, entradas…muebles mal diseñados, tallas y molduras de plástico, laminados en plásticos y melaminas…y si que se impone el mal gusto y la poca calidad. Los fabricantes de muebles castellanos intentan actualizarse, y ofrecen muebles pintados y formas que se alejan del tradicional mueble, hasta que desaparecen. A finales de los 80, un tipo de mueble que se anuncia a destajo, como de pino macizo y barato, el provenzal, lo inunda todo. Un mueble inspirado en la época de Luis XIII de Francia y del que no hay nada que decir, y que también pasó tras convertirse en otra cosa. Yo reivindico el mueble castellano y todo lo que le rodea, como mueble español, aparte del renacimiento español y el alfonsino. Y me resulta doloroso se critique algo tan nuestro y que inundo Europa y la América colonial como de buen gusto y elegancia. Siempre tiramos piedras sobre nuestro tejado, y como españoles, valoramos más lo de fuera que lo nuestro. Triste, sin duda.