¿Qué harías si una persona con problemas de salud mental se fuese a vivir a la casa de al lado? ¿Somos tan tolerantes como queremos pensar? Son las preguntas que lanza Votamos.
Tras conocer a algunos profesionales expertos en salud mental de la institución Hermanas Hospitalarias, Santiago Requejo empezó a escribir Votamos. Su nuevo cortometraje está arrasando en los festivales de nuestro país: Medina del Campo, Sax, Valdealgorfa, Santaella, Elche, Vila de Noia, Guadalajara… Esto es lo que nos ha contado al respecto el director y guionista.
Votamos surgió a raíz de algunas historias reales, ¿te hicieron a ti mismo reflexionar para contar este relato ficcionado?
Santiago Requejo: Absolutamente, ese fue el motor del guion. Creemos que somos tolerantes y que no tenemos prejuicios hasta que se nos plantea un dilema que nos afecta personalmente.
Honestamente nunca me había preocupado el tema de salud mental. No tengo nadie cercano a mí que padezca esta enfermedad, por lo que era una realidad que no conocía. Sin embargo, un día hablando con unos profesionales que se dedican a tratar a personas que sufren problemas de salud mental, me comentaron los problemas que tiene este colectivo cuando tratan de acceder a una vivienda. Me dijeron que los vecinos intentan echarles de los pisos que tienen alquilados cuando descubren su enfermedad y me pareció algo tremendo.
A partir de ahí me planteé qué haría yo en esa situación. Es decir, si supiera que un vecino con problemas de salud mental va a alquilar el piso que está enfrente del mío y pudiera evitarlo levantando la mano, ¿qué haría? Y a partir de ahí desarrollé Votamos.
Sinceramente creo que de cara a la galería todos somos muy tolerantes, pero en la intimidad de nuestro hogar, la cosa cambia ¿Somos tan tolerantes como creemos?
Pone sobre la mesa la estigmatización de las personas con problemas de salud mental. ¿Crees que tenemos más prejuicios hacia este colectivo que, por ejemplo, hacia gente de diferente raza, religión u orientación sexual?
Creo que sí. Al final los prejuicios que tenemos se basan en el desconocimiento, en la ignorancia. Y el colectivo que comprenden todas las personas que sufren enfermedad mental está muy poco visibilizado. Tenemos una idea preconcebida y absolutamente equivocada de lo que supone tener una enfermedad mental y de ahí nuestros miedos. Y aunque todavía haya mucho prejuicio hacia personas de diferente raza, religión y orientación sexual, creo que hay mucho mayor desconocimiento en la sociedad hacia las personas con enfermedad mental, y de ahí que haya mayores prejuicios.
Optaste por un reparto coral para recrear una reunión de vecinos. ¿Le daba más fuerza a la narración?
El guion precisaba que los actores y actrices funcionaran como un coro. Tener un reparto coral me proporcionaba el realismo de una comunidad de vecinos y por otro lado me permitía esgrimir diferentes argumentos frente a la misma realidad.
Votamos cortometraje: Plano secuencia
Lo has rodado en un único plano secuencia, ¿de qué forma condicionó la producción y el rodaje esta decisión?
Mi intención era meter al espectador en la historia de forma que se sintiera un vecino más, y el plano secuencia me ayudaba a ello, pero lógicamente condicionó toda la producción.
A diferencia de otros rodajes, he tenido muchas más horas de ensayo que de grabación. Algo esencial para hacer un plano secuencia. Cuando ruedas una secuencia en varios planos puedes trabajar parcialmente esa toma y repetirla una y otra vez hasta que la tienes como quieres. En un plano secuencia son muchas las variantes que influyen: la interpretación de los actores, su coreografía, los movimientos de cámara, el foco, la luz, el sonido… Y todo tiene que estar coordinado, lo que requiere de mucho ensayo y preparación.
Además, el plano secuencia te genera una tensión extra. Una vez tomada la decisión de rodarlo de esa manera, no hay marcha atrás. Tienes un día de rodaje para conseguir una toma que funcione, que sea creíble, que mantenga la atención del espectador, y si no lo consigues, te quedas sin cortometraje, así de simple. No puedes arreglarlo luego en montaje. Por lo que rodar de esta forma implica asumir un riesgo bastante alto. Yo pude hacerlo de este modo porque tuve la inmensa suerte de contar con un equipo artístico y técnico de un altísimo nivel, no se reservaron nada, ni siquiera en los ensayos. Cada toma podía ser la definitiva y dieron el 100%. Así que, después de muchos ensayos, doce tomas enteras, mucho sufrimiento y un poco de suerte, lo conseguimos.
¿Qué recorrido tendrá el cortometraje? Festivales, streaming, plataformas…
Nuestra idea es seguir moviendo el cortometraje por festivales nacionales e internacionales, y una vez que haya acabado su recorrido nos gustaría subirlo a YouTube para que todo el que quiera pueda verlo. Como te decía al principio, creo que es bueno crear contenido que ayude a visibilizar esta realidad, y si nuestro corto puede ayudar a ello, queremos hacerlo.
De momento está teniendo bastante buena aceptación a su paso por festivales, ¿satisfecho?
Muy, muy contento. Existe una competencia enorme en el mundo del cortometraje, y conseguir que te seleccionen en algún festival es una alegría inmensa. Y si encima te llevas algún premio, ni te cuento. Por ahora está superando todas nuestras expectativas.
¿Qué será lo siguiente? ¿Tienes algo ya entre manos?
Tengo cuatro proyectos en desarrollo: Tres largometrajes (uno con guion terminado, otro en fase de escritura de guion y otro en fase de escaleta) y un cortometraje que estoy también empezando a escribir.