Virgil Abloh se estrena con éxito rotundo en su primera colección masculina para Louis Vuitton.
Más que un desfile lo del pasado jueves en París fue una declaración de intenciones, la pasarela estaba cargada de mensajes que dejaban la marcada estela del nuevo director creativo de la línea de hombre Louis Vuitton.
Para empezar, a la llegada al Palais Royal de París un enorme arcoíris nos recibía junto a un ejercito de estudiantes a los que Virgil Abloh había invitado a presenciar su primer desfile, cada uno de ellos vestía la camiseta del color que correspondía a su zona, fundiéndose en una perfecta armonía cromática. Aquí reside uno de los mensajes más importantes de este desfile, el acceso a esos jóvenes a un evento normalmente reservado a unos pocos afortunados de todas las partes del mundo.
Y de cada rincón del mundo también eran los modelos que pisaban la moqueta multicolor, porque al igual que su amiga Naomi Campbell, allí también presente, Abloh apuestan por el cambio y la integración de los modelos de etnia negra dentro del mundo de la moda. En un mapa podíamos descubrir la procedencia y origen de cada uno de los modelos.
Pero todo comienza como un nuevo capitulo de la maison que está empezando a escribirse y, como todo nuevo libro, se inicia con una página en blanco. La primera parte e la colección estaba compuesta por total looks de este color, donde el lujo, la modernidad y el monogram se camuflan a la perfección en esta nueva etapa street. Del blanco se va fundiendo poco a poco en tonos tierra, marrones, verdes… que la vez se mezclan con el flúor. Pero otra de las cosas que quedan claras en este desfile es la importancia de los accesorios, sneakers, gafas de sol, bisutería y una amplísima propuesta de marroquinería y artículos de piel, porque en un mundo gobernado por el click el accesorio es una de las fórmulas que más likes atrae.
La segunda mitad del desfile se llena de color, los tonos de ese arcoíris por el que caminan tiñen con viveza las prendas y ahí podemos descubrir otro de los mensajes. Junio es el mes del orgullo LGTBI y el arcoíris su bandera. Y al final un sueño, ese sueño mítico que vivió Dorothy en “El Mago de Oz” queda impregnado en jerséis de punto o chaquetas de pedrería, porque este es el propio camino de baldosas amarillas de Virgil Abloh. Y el emotivo abrazo junto con su mejor amigo, Kanye West, al finalizar el desfile, demostró con naturalidad la emoción por un sueño conseguido. Porque es el primer diseñador negro en llegar a una marca de lujo, porque este momento histórico en la moda es comparable al momento Obama y porque él ha demostrado con todos sus actos que los sueños se cumplen, sólo hay que luchar por ellos. Todo ello junto a un nuevo diccionario de terminología que describía su propuesta y ayuda a entender su forma de entender la moda a partir de ahora.
Si quieres recordar el vídeo del desfile puedes hacerlo en este enlace.