Los interiores de la singular última casa del arquitecto y diseñador italiano Carlo Mollino, reinterpretados por dos artistas contemporáneos: Enoc Pérez y Brigitte Schindler, más las polaroids del propio Mollino, forman parte de la exposición ‘Mollino/Insides’ que acaba de inaugurar la Collezione Maramotti, en Regio Emilia (a pocos kilómetros de Bolonia). En display hasta mediados de mayo de 2021.
La primera vez que me topé con los interiores abigarrados de Carlo Mollino (Turín, 1905-1973) fue hace unos diez años a través de un reportaje del fotógrafo alemán Jürgen Teller para un revista de moda. Recuerdo cortinajes de terciopelo, pieles y cerámicas de animales salvajes a tamaño natural, maximalismo que contrastaba a la perfección con los muebles de diseño modernista de acero, madera y cuero, todo muy extraordinario. La localización era el último apartamento de Carlo Mollino, llamado Villa Avondo y situado en la Via Napione de Turín. Ahora convertido en museo, construido y decorado para su espiritú despues de muerto, Villa Avondo fue el rincón secreto del italiano durante la última década de su vida.
Foto portada: Vista de la exposición Mollino/Insides. Foto: Roberto Marossi
La muestra comienza con vistas de la misteriosa residencia de Mollino transformada por el pincel del pintor puertorriqueño radicado en Nueva York, Enoc Pérez y el objetivo de la alemana Brigitte Schindler, y termina con las propias fotografías de modelos femeninas de Mollino. Además del tema de las obras expuestas dedicado a Mollino y su sofisticado y complejo imaginario, la conexión entre estos tres artistas es también la transformación y la creación visionaria de realidades alternativas.
Brigitte Schindler, Le passage du transatlantique. B. P., 2019. Impresión color sobre papel de algodón © Brigitte Schindler
Carlo Mollino
Carlo Mollino fue arquitecto, diseñador, fotógrafo, escritor, esquiador, piloto de carreras y piloto acrobático.
Arquitectura y diseño de muebles
Sus famosos diseños arquitectónicos incluyen el edificio de la Società Ippica Torinese, el Palazzo degli Affari y el Teatro Regio de Turín. A partir del decenio de 1930, Mollino también diseñó muebles —a menudo piezas únicas o ediciones limitadas— que combinaban la artesanía tradicional con materiales y tecnologías experimentales, como la madera contrachapada moldeada en frío, que comenzó a utilizar para sillas y mesas en el decenio de 1940.
Fotografía
En 1910 su padre instaló un cuarto oscuro en la casa de la familia en Rivoli. Allí Carlo aprendió los rudimentos de la fotografía, y sus primeras fotografías publicadas datan de los años 30. Experimentó con diferentes cámaras (Leica, Minox, e incluso Polaroid, convirtiéndose en uno de los primeros en adoptarlas) y diversos formatos, fotografiando tanto en blanco y negro como en color. Aunque no se consideraba ni fotógrafo ni artista, realizó una profunda exploración del medio tanto en la práctica como en la teoría.
En su ensayo Mensaje del cuarto oscuro (1949), llamó a la fotografía “un documento falso, más o menos conscientemente fabricado y elegido con objetivos tendenciosos y personales, hábilmente manipulado a través de elisiones, yuxtaposiciones y selecciones que lo transfiguran, en resumen un documento capturado de tal manera que sólo tiene la apariencia de objetividad”. Mollino usó la fotografía como herramienta para transformar el mundo, en una biografía llena de poesía y metamorfosis. Desde los años 30 hasta su muerte, Mollino usó varias residencias en Turín como telón de fondo para sus retratos de cuerpos femeninos, incluyendo Casa Miller, Villa Scalero y Villa Zaira.
Carlo Mollino, S/T, 1956-1962. Impresión a color. Cortesía Museo Casa Mollino, Turín
Vista de la exposición Mollino/Insides. Trabajos de Carlo Mollino. Foto: Roberto Marossi
Villa Avondo
En 1968 completó Villa Avondo, donde tomó pocas fotos, pero que diseñó como hogar secreto para su espíritu después de la muerte. Este apartamento fue uno de los últimos proyectos. Nunca vivió realmente en él y siempre lo mantuvo en secreto: era un reino privado, concebido y diseñado hasta el último detalle para reflejar su visión del mundo. Recorriendo un camino ecléctico en el que el contenido siempre precedía a la forma y la forma nunca fue predecible, y pasando del cuarto oscuro de la fotografía a los cuartos oscuros —espacios ocultos y secretos— de sus viviendas, Mollino trabajó con la sustancia de este “paréntesis necesario” llamado vida, explorando la belleza de la naturaleza, en la que está incluida la naturaleza humana, para explorar el significado más profundo de la existencia en nuestro tiempo y extenderlo al más allá.
Brigitte Schindler, Perché tu sai che posso guardare dietro le tende degli specchi, 2019. Impresión color sobre papel de algodón © Brigitte Schindler
Enoc Pérez
Desde finales de los años 1990, el artista puertorriqueño radicado en Nueva York, Enoc Pérez, ha estado investigando los edificios icónicos del siglo XX y el papel que han asumido en el imaginario popular, como metáforas sociales de fascinación y belleza. Pero al mismo tiempo, lo que parece flotar en su pintura es la sustancia fantasmal de las imágenes: símbolos que el tiempo ha transfigurado y transportado a una dimensión más vaga, incluso onírica.
Enoc Perez, 2 via Giovanni Francesco Napione, Turin Casa Mollino, 2019. Óleo sobre lienzo © Enoc Perez
Vista de la exposición Mollino/Insides. Cuadros de Enoc Pérez. Foto: Roberto Marossi
En septiembre de 2019, Pérez visitó la Casa Museo Mollino y tomó fotografías de sus interiores, utilizándolas como base para sus nuevas pinturas a gran escala realizadas específicamente para esta exposición.
Enoc Perez, 2 via Giovanni Francesco Napione, Turin Casa Mollino, 2019. Óleo sobre lienzo © Enoc Perez
Vista de la exposición Mollino/Insides. Cuadros de Enoc Pérez. Foto: Roberto Marossi
Brigitte Schindler
La Villa Avondo también ha sido la fuente de inspiración para Brigitte Schindler, cuya aventura fotográfica de los últimos tres años ha producido imágenes evocadoras y visiones sorprendentes de sus interiores, llenos de detalles significativos. Las fotografías de Schindler, exhibidas aquí por primera vez, capturan el misterio suspendido de estos espacios, las sutiles conexiones entre los objetos que Mollino eligió y dispuso cuidadosamente.
Izq: Brigitte Schindler. Izq: La persistenza della memoria. S. D., 2019. Der: Cerimonia giapponese, 2019. Ambas impresión a color sobre papel © Brigitte Schindler
Vista de la exposición Mollino/Insides. Trabajos de Brigitte Schindler. Foto: Roberto Marossi
A través de un sofisticado equilibrio de espejos, reflejos, metamorfosis y revelaciones, sus visiones conducen al cuidadoso observador por un camino estético y conceptual para descubrir el complejo mundo de Carlo Mollino.
Brigitte Schindler, Das Rendezvous der Freunde. M. E., 2019. Impresión a color sobre papel © Brigitte Schindler
Vista de la exposición Mollino/Insides. Trabajos de Brigitte Schindler. Foto: Roberto Marossi
Polaroids de Carlo Mollino
En la última (y tercera) sala de la exposición están los trabajos fotográficos de Mollino sobre la forma femenina. El cuerpo femenino fue un tema recurrente desde sus primeros retratos, inspirados en el Surrealismo, hasta sus Polaroids de desnudos de los años 1960. Mollino escogió y preparó los escenarios, objetos, ropa y accesorios con un cuidado escrupuloso, colocando a sus modelos en un espacio único y meticulosamente diseñado para exaltar su belleza y subrayar la iconografía. Con una mirada visionaria y experimental, compuso imágenes sofisticadas y complejas que son la contrapartida femenina de su existencia, un “ejército de mariposas” destinado a completarlo y acompañarlo incluso en el próximo mundo.
Carlo Mollino, both: S/T, 1962-1973, polaroid. Cortesía Museo Casa Mollino, Torino
Carlo Mollino. Izq: S/T, 1968-1973, polaroid. Der: S/T, 1956-1962, gelatina de plata. Cortesía Museo Casa Mollino, Torino
Vista de la exposición Mollino/Insides. Fotos de Carlo Mollino. Foto: Roberto Marossi
Mollino/Insides
Del 4 de octubre al 16 de mayo de 2021
Collezione Maramotti