Tomar el aperitivo se ha convertido en uno de esos placeres sin los que no podríamos vivir
Durante estos duros años que hemos pasado una cosa ha quedado clara: los españoles podemos renunciar a muchas cosas, pero no a nuestro aperitivo. Eso es sagrado. Salir a tomar un buen vermú es un placer irrenunciable. Con un buen Martini mediante todo es posible: surgen siempre los mejores proyectos y las mejores conversaciones. Con esta idea en la cabeza la famosa marca italiana ha puesto en marcha una serie de interesantes entrevistas bajo el nombre de Play With Time. En la primera entrega podemos disfrutar de una charla entre la bloquera y periodista Susie Buble y la musa francesa Caroline De Maigret, que se citan en París para hablar de su apasionante trabajo en el mundo de la moda.
Susie y Caroline quedan en un pequeño y coqueto restaurante italiano llamado Borgo delle Tovaglie. Allí, con unos cuantos Martinis y una buena tabla de parmesano y prosciutto delante, Caroline le va contando a Susie curiosidades sobre su intensa vida: “A mi edad todavía no sé qué decir cuando la gente me pregunta a qué me dedico. Si digo que soy modelo, me da vergüenza por mi edad, pero, ¿qué debería decir? Soy productora de música, embajadora de Chanel, musa de Lancôme… incluso he co-escrito un libro, aunque nunca diría que soy escritora. Soy madre, ¿es eso suficiente?”. Caroline le cuenta también a Susie los pros y los contras de ser modelo y cómo la música fue para ella siempre una de sus pasiones: “Crecí escuchando a grupos como Alice in Chains o Fugazi. Era alta, así que podía bailar pogo a gusto entre la multitud”. También le cuenta a Susie su época en Nueva York y cómo echaba de menos su vida europea. Para ella, París es la ciudad más romántica del mundo. Para salir de noche recomienda Le Mansart, en Pigalle. Su bebida favorita: un Martini Blanco con una rodaja de limón y hielo. Curiosamente De Maigret apareció en un anuncio de Martini hace nada menos que 20 años. No todos tenemos la suerte de Susie, que ha podido hablar con Caroline, pero sí podemos elegir una buena compañía, buscar un buen lugar y pedir un buen Martini. No hace falta más.