Louis Vuitton se inspira en las pegatinas que antaño decoraban sus baúles de viaje
Mucho antes de que la mayor parte de los mortales comenzaramos a viajar y a poner pegatinas en las maletas para poder reconocer la nuestra en la cinta de equipaje del aeropuerto, los primeros clientes de Louis Vuitton, allá por comienzos del siglo XX, ya hacian lo propio con sus baúles. Mientras las nuestras probablemente sean de alguna discoteca veraniega, las de ellos correspondían a los lujosos hoteles donde se habían alojado. Al final todos lo hacemos por lo mismo, como un souvenir, pero también con la idea de identificar nuestro equipaje. Imagínate el lío de baúles que podía haber en un buque transantlático de lujo todo lleno de lonas Monogram.
Pues bien, Nicolas Ghesquière se inspira en esa tradición para crear su colección Monogran World Tour. Muchas de las piezas originales que sirvieron de punto de partida a esta colección se vieron ya en la exposición “Volez, Vogez, Voyagez: Louis Vuitton” del Grand Palais de París, donde aparte de las pegatinas de los hoteles también se observaba la costumbre de adornar el equipaje con las iniciales del propietario o, si se daba el caso, con su escudo de armas.
El resultado de la colección es una interpretación de la mítica lona Monogram, en esta ocasión salpicada de estampados que rememoran aquellas pegatinas. La colección incluye piezas icónicas como los bolsos Alma, Neverfull y Speedy; también nuevos clásicos como la mochila “Palm Springs” o el mini baúl “Petite Malle”, o artículos de viaje como la maleta Pegase o la bolsa de fin de semana Keepall o piezas de pequeña marroquinería como neceseres o monederos.
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http://www.louisvuitton.es
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