La Cuadra es una casa diseñada por Un Estudio Propio para una familia en la pequeña localidad murciana de Los Nietos Viejos. Surge del deseo de ampliar el establo, donde originalmente se guardaba a los animales, para transformarlo en una vivienda contemporánea.
“Sí, no todo tiene que estar en las ciudades. Trabajar en los territorios rurales tiene un fuerte compromiso cultural”, dice Ana Belén López Plazas (Puerto Lumbreras, 1981), directora de Un Estudio Propio. “Creo que la arquitectura debe estar al servicio de la gente. Y que a los arquitectos nos toca esforzarnos por comunicar a la población lo que hemos aprendido. En mi caso, me formé en Granada, trabajé en Londres, hice un máster en Madrid y he investigado en São Paulo y Nueva York. Al volver, quieres contribuir con tu mirada, aceptando que no sólo tu visión es la buena”, asegura la arquitecta.
Las cualidades intrínsecas a la arquitectura original del establo sirven de inspiración para el diseño de La Cuadra, concebida como un amplio espacio polivalente de dos niveles conectados a través de una balconada. El proyecto se ubica a menos de media hora a pie de la laguna costera de agua salada más grande de Europa, al abrigo del suave microclima del Mar Menor de Murcia. Desde la fase de conceptualización de la vivienda, el estudio tuvo claro preservar el muro original de mampostería encalado del establo “con todas sus facetas, no solo como elemento constructivo de cerramiento. Quisimos partir de la geometría del muro, de su espesor, para pensar la nueva vivienda”, explica López Plazas.
La Cuadra: Geometría estructural con reminiscencias a la naturaleza
Sobre el antiguo muro blanco macizo se apoya el nuevo volumen de La Cuadra, claramente diferenciado de la construcción original por su estética industrial y color verde reseda. Para el diseño, el estudio recurre a una artesanía industrializada arraigada en los oficios locales, duplicando la superficie del antiguo establo hasta alcanzar los 110 m². La estructura es metálica y, además de ejercer una labor funcional, decora el interior con una grácil disposición ramificada. Su color verde claro evoca al mundo natural, transmitiendo una agradable sensación de calma. Para el suelo, los arquitectos han optado por una tarima tono miel, fabricada con tableros de madera de pino de gran formato, que genera una atmósfera cálida y acogedora.
El altillo de La Cuadra se destina al trabajo y al descanso, mientras que la mayor parte de la casa se encuentra en planta baja. En este nivel, una sala de doble altura acoge las actividades de reunión y ocio, iluminada por un gran ventanal. A través del cristal, el interior de la vivienda se expande a un alargado patio ajardinado con terraza y huerto. También en esta planta se halla la banda de servicios. Integrada por la cocina, el lavadero, el baño y la zona de almacenaje, y delimitada por el antiguo muro del establo, que colinda con el patio de entrada a La Cuadra y también a la vivienda preexistente en la parcela.
Un Estudio Propio utiliza estrategias pasivas para promover el uso racional de los recursos naturales del entorno rural
“El establo ya había sufrido intervenciones y queríamos volver a lo primario, al momento en el que había animales”, cuenta López Plazas. Y es que, además del muro, los arquitectos han conservado otros elementos, como “la antigua hornacina donde se ataba a los animales y la ubicación de la puerta de acceso a través del patio”, detalla. También han realizado importantes reformas en otras partes como “el tejado de uralita, que tuvimos que descontaminar”, precisa López Plazas. Una de las ventajas del panel sándwich de cubierta actual es que, a través del efecto pared fría, permite recuperar en unos barreños negros el agua de rocío acumulada durante la noche para que pueda ser utilizada en el jardín. Una estrategia pasiva integrada en el diseño, que posibilita el uso racional de los recursos naturales del entorno rural. También utilizada en la climatización, apoyada exclusivamente en la ventilación cruzada.
A la hora de ejecutar el proyecto, Un Estudio Propio tuvo que hacer frente a: “la subida de los precios de la construcción y la burocracia administrativa del ayuntamiento y la consejería, que dilataron mucho el inicio de la obra. No obstante, el diseño siempre fue un aliado, así como la labor pedagógica con los distintos oficios durante el proceso constructivo”, detalla López Plazas. Y es que, una de las dificultades con la que habitualmente lidian los estudios de arquitectura es “pasar por todas estas esperas sin que el cliente pierda la fe en el proyecto”, afirma. El resultado es una propuesta de arquitectura en la que conviven identidades estéticas tradicionales y contemporáneas, ofreciendo una nueva lectura del entorno rural. “Para mi oficina el intercambio cultural con el cliente es mutuo, por eso nos buscan. Creo que esta es la única revolución cultural posible”, afirma López Plazas.
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Créditos de La Cuadra
Arquitectura: Un Estudio Propio (Ana Belén López Plazas)
Equipo: Francisco de Asís Pérez Martínez (aparejador), Leandro Morillas Romero (estructura)
Ubicación: Los Nietos Viejos, Cartagena, Murcia
Año finalización: 2023
Superficie construida: 110 m²
Cliente: Privado
Fabricantes: Hiansa (panel fachada y cubierta)
Fotografía: Alex Lafuente