“ENTUSIASMO”
A pesar de parecer un título fácil y recurrente, “Entusiasmo”, el segundo álbum del grupo valenciano Tórtel, no podría haberse llamado de otra forma. Compuesto por diez canciones de pop mediterráneo (mediterráneo en el sentido cálido, casi bossanovesco español) Jorge Pérez, alma mater y miembro fijo de este grupo, ha sabido reírse del oscurantismo que nos rodea y hacer algo tan transgresor como celebrar la vida, las pequeñas cosas, el sol, el amor, el cariño y, sobre todo, el humor. Tras formar parte de Maderita, de Ciudadano, realizar su primer álbum, “Lugar Nuevo”, y contar con la ayuda (de nuevo) de Joaquín Pascual (de Surfin´ Bichos y Mercromina) en la producción, en este disco se desmarca de sus anteriores trabajos en el que, con mucho entusiasmo, han colaborado colegas como Fernando Alfaro, Pau Roca, Vicente Gil, Cayo Bellvesser y Abel Hernández, entre otros. Nos gusta este disco porque representa todo lo que NO es tendencia en estos momentos. Profundidad aparente, melancolía constante y fácil, y pose, mucha pose. Con canciones como “Los tres mendigos” o “Los increíbles”, el sarcasmo nos hace leer frases tan grandes e ingeniosas que nos incita a seguir escuchando. También “Entonces sí” y “Las mejores intenciones” son dos grandes bazas para prestar atención a lo que tiene que decir este chico de Valencia. La portada ha sido realizada por Begoña Pons, actual pareja de Jorge. En ella, el fauvismo salvaje, casi infantil, cuadra perfectamente con la filosofía del disco: directo, sin tapujos, sin filtros de la edad adulta, diversión (aparente) y mucho, mucho color. Con influencias como Pep Laguarda, Jaume Sisa, Herman Dune y Paul Simon, ya ha conseguido una gran repercusión, participando en el festival Lemon Pop junto a muchos otros, como La Familia del Árbol. Os gustará si buscáis algo nuevo, si os gustó su primer disco, aunque no lo hubierais escuchado, si estáis cansados de tanta actitud fake, tanto pouser y queréis autenticidad, risas, un poquito de reflexión y, sobre todo, recuperar el entusiasmo por las pequeñas cosas de la vida.