Tokio, con su vibrante escena culinaria, no defrauda. En ella se representa toda la gastronomía actual japonesa con sus virtudes y sus pocos defectos.
La ciudad de Tokio está sujeta a la percepción de quien la visita. En ella, hay infinidad de Tokios, infinidad de restaurantes, templos, estilos arquitectónicos, tribus urbanas y barrios con sus diferentes tipologías de gastronomía. Puedes encontrar la élite, y en dos pasos, debajo de un puente, la inmundicia. Al fin y al cabo, Tokio siempre será Tokio.
Imágenes superiores: Exposición de comida de un restaurante de Tokio y barra del callejón Omoide Yococho
En el capítulo de Parts Unknow, dedicado a esta ciudad, un exhausto Antony Bourdain, comparaba su primera vez en Tokio con la primera vez que se había drogado. Se hacía una pregunta ¿Y ahora qué? ¿Qué hay después de esto? Probablemente, los que hayan viajado a esta mayestática ciudad, han experimentado ese vacío existencial después de conocerla. Más allá de sus innumerables opciones a pie de calle, Tokio es una ciudad vertical, su oferta gastronómica no se limita a los bajos de los edificios. Si sabes leer entre líneas, Tokio te ofrece la mejor o la peor gastronomía. Desde restaurantes con Estrella Michelin a restaurantes de taburete y barra, coctelerías en rascacielos u omakases clandestinos. En este artículo te damos las claves para no fallar.
Vistas desde el Mandarín Oriental de Tokio.
Dashinsoan
Ubicado en el barrio Shimokitazawa, en lo que podríamos definir como el Malasaña tokiota, se encuentra este local familiar especializado en sobas. Un restaurante acogedor de corte tradicional, al cual se accede a través de las típicas cortinas noren. Un espacio diáfano, en el que los dos grandes protagonistas son su jardín privado de estilo japonés y su obrador de sobas a la vista.
Obrador de Sobas y sobas con lima
Tanto Toyoshima como Misao, anfitriones y propietarios de Dashinsoan, te guiarán por su carta austera, no siendo esto una carencia en el conjunto total. Entre sus elaboraciones, se puede escoger las sobas calientes o frías, siendo la más destacable un caldo dashi frío de lima japonesa. Fuera de las sobas, disponen de tempuras o elaboraciones con pato, así como sugerencias con pulpo u ostras, donde la mínima transformación del producto es el eje central de sus elaboraciones.
Salón del Dashinsoan
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3 Chome-7-14 Daizawa,
Setagaya City, Tokyo 155-0032, Japón
Precio medio por persona: 30€
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Kameya Shinjuku
En un país de contrastes, el callejón Omoide Yococho, en pleno barrio de Shinjuku, es toda una experiencia en sí mismo. Inspirado en el Tokio de los años 50, sus estrechas calles nos retrotraen a las películas de Wong Kar Wai. Más allá de escenarios impostados y de las hordas de guiris, aun se pueden encontrar barras de comida auténticas en este peculiar mini barrio.
Imagen superior: Callejón Omoide Yococho por la noche.
La taberna Kameya, ubicada en una esquina de la mencionada calle, está abierta las 24 horas del día. En ella no se pueden hacer reservas y su filosofía es sencilla: pides, comes y te vas. No venden cerveza y la única bebida es agua filtrada. En cuanto sus opciones, la más interesante es la tentama soba, un caldo dashi acompañado de sobas, tempura y huevo. Una explosión de sabor y de texturas, al irrisorio precio de siete euros. Si no te gusta te vas, por ese precio no tienes derecho a quejarte.
Imagen superior: Tentama Soba
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1 Chome-2-10 Nishishinjuku,
Shinjuku City, Tokyo 160-0023, Japón
Precio medio persona: 6-7 €
Bellustar Tokyo
A unos 5 minutos andando del callejón Omoide Yococho, en la planta 47 del impresionante Hotel Bellustar, se encuentra una de las mejores coctelerías de Tokio. Desde allí, mientras disfrutas de sus cócteles de corte clásico, podrás visibilizar la mar de edificios, casas y neones que forman parte de esta incesante ciudad.
Imagen superior: Cóctel del Bellustar Tokio.
Entre sus clásicos, podemos degustar cócteles elaborados con shake, Martinis, Negronis, Old Fashioneds, Fizzes. Aparte de los clásicos, también destaca la mixología de autor, elaborada con frutas y verduras de temporada, siguiendo la linea conceptual de su gastronomía.
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1 Chome-29-1 Kabukicho,
Shinjuku City, Tokyo 160-0021, Japón
Precio medio: 14 €
Tachigi Sushi Tonari
Dentro de la categoría de restaurantes clandestinos o, mejor dicho, restaurantes que no están ubicados a pie de calle, está Tachigi Sushi Tonari.
En la segunda planta de un edificio en el barrio residencial de Azabujuban, encontramos una de las propuestas más diferentes de este listado. Tachisi Sushi Tonari no es un restaurante al uso, por no tener no tiene ni sillas, haciendo honor a su nombre que significa comer de pie. Según entras, lo único que te encuentras es una barra en la que no entran más de ocho personas. Inspirado en la época Edo, su chef, Daisuke Ono, nos trae la informalidad de comer en una barra de la calle, pero en un entorno cerrado. Aunque dispone de dos menús degustación, tiene una oferta variada de sushi, el cual pides a través de un Ipad.
Barra de Tachigi Sushi Tonari
La calidad de las piezas es extraordinaria, destacando el nigiri de berenjena, el pulpo con un toque cítrico de lima, el atún con yuzu o las zamburiñas. Todo un homenaje simplificado al producto. Mientras degustas las piezas, de vez en cuando, el chef Ono te soltará algún vacile.
A un precio medio de 50 € por persona, sin duda, Tachigi Tonari no te pasará inadvertido, siendo una de las mejores experiencias gastronómicas de la capital nipona.
Imagen superior: Nigiri.
Minato City, Azabujuban,
2 Chome−8−7 M2K HoldingBLD
Precio medio de 50 €
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Si la gastronomía japonesa es conocida por el respeto hacia el producto, la estacionalidad y la precisión, estas cuatro opciones son un ejemplo inconmensurable de ello. Aunque Tokio y su gastronomía son sinónimo de calidad, hay que tener cuidado. Definitivamente, en una ciudad con tanta oferta gastronómica, también se puede fallar. Dejar llevarse por la intuición es la clave del éxito, no siendo aconsejable el guiarse por puntuaciones de portales archiconocidos. Si visitas Japón déjate llevar, explora. Esta pequeña, pero certera guía es el resultado del puro ensayo y error.