El pasado octubre, el Centro Botín inauguró la primera gran retrospectiva de Thomas Demand en España, al mismo tiempo el fotógrafo alemán ha presentado sus últimos trabajos en el Garage Museum de Moscú.
Los mundos de papel de Thomas Demand (reconstrucciones meticulosas de acontecimientos históricos que el artista destruye después de fotografiarlos) producen un espejo del pasado que refleja un presente en crisis. Pablo Santacana López habla con el fotógrafo para que nos relate su manera de trabajar, sus proyectos presentes y futuros, como también alguna curiosidad sobre sus obras.
Foto superior: Vista de la exposición en el Centro Botín. Foto: Belén de Benito.
Daily No 15 Becher.
En tus últimas exposiciones has tenido un rol como comisario además de artista expuesto. ¿Cuáles han sido los retos de trabajar en y para Santander y Moscú?
Thomas Demand. Aunque se han inaugurado casi al mismo tiempo, cada exposición estaba prevista para un momento distinto (y pospuesta por Covid-19) y con una concepción muy diferente. En Moscú presentamos una gran retrospectiva de mi obra, que incluye algunas piezas nuevas y contribuciones del director de cine Alexander Kluger, y del estudio de arquitectura SANAA. SANAA inaugura próximamente un nuevo edificio en Moscú, así que hemos decidido presentar su práctica al público de la ciudad, que al igual que mi obra, también está muy ligada a la producción de maquetas y modelos. Yo hice fotografías de sus maquetas, y ellos han hecho un diseño expositivo para mis fotografías, con muros hechos de papel!
A la hora de comisariar una muestra, el público juega un papel más activo que cuando se produce un trabajo individual en el estudio, ¿cómo abordas la contextualización de tus obras?
Thomas Demand. Nunca oculto las fuentes de las que extraigo mis imágenes, pero soy muy reacio a hacer lecturas unidimensionales, en las que se lee una descripción, se comprueba la obra y se pasa a la siguiente.
Es por ello que me interesa pensar diferentes formas de experienciar una exposición, desde algo más conceptual o político, a algo más lúdico e intuitivo. En Santander nos hemos querido dirigir a muchos tipos de públicos, incluyendo a niños y niñas que podrían encontrar en las maquetas hechas con papel de colores algo atractivo e inspirador, sin necesidad de entender el trasfondo teórico de las obras.
Repository, 2018.
¿Cómo surgió la colaboración con el director de cine alemán Alexander Krugel?
Thomas Demand. Klugel es un viejo amigo mío, y le invité a colaborar en la exposición de Moscú a raiz de su reciente libro entorno a Rusia (Russland-Kontainer, surfkamp, 2020). Para Krugel, Rusia es todo un campo de asociaciones, referencias, teorías. Como en el caso de SANAA, intercambiamos contribuciones: él hizo algunos vídeos a partir de mis maquetas, yo diseñé el expositor donde se muestran sus películas en la exposición.
Para el diseño expositivo en el Centro Botín, los muros de las salas flotan, y la ilusión y el artificio de tus fotografías pueden palparse en la propia sala. ¿Cuál fue el proceso detrás de la escenografía de Santander?
Thomas Demand. El edificio del Centro Botín es un espacio muy particular. Tiene grandes ventanales al mar y un techo imponente, del que se puede colgar cualquier cosa. Y así lo hice. Todas las paredes son flotantes y se nota el reflejo de la luz del Cantábrico atravesando el suelo hasta el final. Esto aporta una sensación de fragilidad y ligereza, como si estuvieras caminando por una de mis maquetas de papel. Frente a los espacios redondos creados por renzo piano en santander, el espacio expositivo de moscú, diseñado en este caso por Rem Koolhaas, era una estructura mucho más fragmentada, SANAA jugó con un diseño más heterogéneo, incluyendo cajas, paredes de papel y mobiliario.
Zeichensaal.
Tu nueva obra presentada en Garage recupera la habitación de hotel en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremetyevo, donde Edward Snowden vivió durante cinco semanas en 2013, tras revelar miles de documentos clasificados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de Estados Unidos. Era un lugar secreto, al que nunca accedieron antes los periodistas. ¿Cómo se desarrolló este trabajo?
Thomas Demand. A diferencia de mi trabajo general, la pieza sobre Snowden estaba relacionada con dar una imagen a un acontecimiento histórico del que no se había informado visualmente antes. Ya trabajé de forma similar para “Embassy”, donde reproduje la embajada de Nigeria en Roma en la que supuestamente Estados Unidos encontró docuemtos que ¡incriminaron a Saddam Hussein y llevaron a su persecución. Al igual que la oficina nunca vista de Roma, la sala nunca vista de Moscú disparó mi imaginación, y empecé a indagar sobre ella.. Después de preguntar a abogados y periodistas, y hacer todo tipo de investigaciones, conseguí de forma casual dar con su ubicación original a través de alguien del equipo del Garage Museum, quien conocía al jefe de seguridad del aeropuerto. Descubrimos que era una habitación de hotel sin ventanas, casi una prisión.
Atelier scaled.
¿Cómo fue el proceso de reconstrucción de este escenario histórico nunca visto?
Thomas Demand. Para Refuge, me centré en qué aspectos podrían narrar mejor las circunstancias específicas del evento. Las superficies perforadas de la sala me atrajeron especialmente : el aspersor anti incendios, el altavoz, la circulación de aire, los tubos de luz.. Todas estas pequeñas cosas podrían ser básicamente un dispositivo de espionaje. En este escenario absolutamente sospechoso, elijo representar un momento de fuerte incertidumbre, justo después de que se registre en el hotel sin saber si sería aceptado en Rusia, extraditado a EEUU o incluso asesinado. La pieza no es sobre él, es sobre la situación que le rodea.
Refuge V.
Tras casi 4 semanas escondido en esa habitación de hotel, Snowden recibió un visado para acceder a Rusia y la extradición a EEUU fue denegada. Desde entonces Snowden vive en Moscú. ¿Ha visitado ya la exposición?
Thomas Demand. Antes de la inauguración, me puse en contacto con él a través de diferentes canales, incluido su Twitter, para informarle sobre las fotos dque había hecho de la reconstrucción de su habitación del hotel, pero no obtuvimos ninguna respuesta. Sin embargo, he sabido que recientemente estuvo visitando la exposición.
Como en el caso de Snowden, tu trabajo toca a menudo temas delicados como el atentado del 11 de septiembre o el desastre nuclear de Fukushima. Aunque siempre evitas representar a personas en sus imágenes, reconstruir las escenografías de esos eventos traumáticos podría herir algunas sensibilidades, especialmente de las personas directamente implicadas en los eventos reconstruidos.
Thomas Demand. Recuerdo una obra que realicé sobre el secuestro de una persona en Alemania (Mesa de Camping, 1999). El secuestrador tomó unas fotos en una mesa de camping como prueba de que esa persona seguía viva, y yo reinterpreté la imagen llevando la atención a los objetos, que me interesaban como huellas silenciosas de la presencia humana. La persona secuestrada, autora del libro, nunca expresó públicamente su rechazo a mi obra, pero percibí que podría haber invadido en un espacio privado y traumático, así que le escribí una carta explicándole que lo último que quería hacer era exponerlo directamente. Mi trabajo trata siempre de la construcción de una figura pública, y nunca de la persona privada.
Model Studies. Robin.
Muchas veces obras de arte que reconstruyen situaciones históricas han reemplazado la documentación original de los eventos que recreaban. ¿Alguna vez tus imágenes se tomaron por documentos reales?
Thomas Demand. Sí, hoy en día necesitas poco tiempo para investigar cualquier cosa en internet y encontrar mucha información, sin necesidad de chequearla. Para mi eso supone perder el misterio y la magia de muchos de esos eventos . Yo intento operar desde esta posición. En el caso de Snowden, mi trabajo no es sobre él, mi trabajo es sobre el hecho de que tenemos este agujero en nuestra memoria colectiva, de que nos faltaba esa imagen.
Investigando sobre las formas en las que construimos nuestra memoria colectiva, tu obra aborda el escepticismo de lo que muchas veces se ha llamado posverdad. También lo hace el trabajo artistas como Cortis & Sonderegger, quienes incluso reconstruyeron un making-off de una de tus piezas ( MAKING OF ‘BÜRO’ (BY THOMAS DEMAND, 1995), 2020. ¿Qué papel juega la conspiración en tu obra?
Thomas Demand. A parte del caso de Edward Snowden, nunca sé nada más que el público no sepa. De todas formas me interesan esas imágenes con un contenido retórico menos definido. esos espacios triviales que a través de su banalidad, vuelven a tener un significado cargado. Cuando contamos una historia, siempre incluimos algo de ficción en ella, siempre hay errores en la elaboración de una copia.
Werkstatt.
En este sentido, tu trabajo se enmarca en la construcción política de la verdad, más que en el proceso personal de recordar. Tu reconstrucción artificial de los acontecimientos fomenta el escepticismo sobre los hechos históricos.
Thomas Demand. Por supuesto. Y volviendo a una pregunta anterior sobre la ausencia de cuerpos humanos en mi obra, intento que el público esté presente en mi trabajo en lugar de convertirlo en espectador pasivo de una construcción histórica realizada por otros. El público se convierte en un actor dentro de los espacios, puede saltar dentro del cuadro, puede construirlos.
El proceso de destrucción de los modelos con los que trabajas es fundamental en tu obra, como si el hecho de reconstruir o recordar fuera más importante que la información recordada en sí. ¿Cómo funciona este proceso, casi un ritual?
Thomas Demand. No conservar las maquetas tiene que ver con la cantidad de espacio que cada una necesita en el estudio, pero también con la fragilidad del material que utilizo. El papel pierde su fuerza y su resistencia muy rápidamente, por lo que las fotos que he hecho tienen que hacerse muy rápido antes de que el papel se estropee. Esta fragilidad es de cualquier forma una decisión muy consciente.
Nursery, 2020.
¿También recicla algunos de los elementos de sus maquetas?
Thomas Demand. No suelo hablar de ello, pero hay objetos muy sencillos que suelo reciclar en muchas obras. Una firma personal, o una broma interna: hay un bolígrafo rojo que reintroduzco constantemente en los cuadros desde hace 20 años.
Por lo tanto, esta es la próxima oportunidad para saltar a la obra de Thomas Demand y tratar de encontrar los bolígrafos rojos:
– Mirror Without Memory, Garage Museum of Contemporary Art (Moscú), hasta el 30 de enero de 2022.
– Mundos de Papel, Centro Botín (Santander), hasta el 6 de marzo de 2022.
– Recortes, Galería Helga de Alvear (Madrid), del 2 de diciembre 2021 al 5 de febrero de 2022.
Thomas Demand. Foto: @ Brigitte Lacombe.