‘Sounds From Nowheresville’. Una vez probado todo, volvamos al principio.
Los integrantes de las conocidas como “One Hit Wonders” deberían transmitir su experiencia. Miembros de The Knack o de The Breeders deberían escribir libros e impartir seminarios en los que explicaran a las nuevas generaciones cómo amortizar, superar o aceptar el hecho de haber grabado una canción clásica… y nada más. Tres años después de su primer álbum, Ting Tings aplican su propia fórmula para tratar de acercarse al éxito de “Great DJ”. Pese a que “That’s Not My Name” llegó más lejos en las listas, es la primera canción la que tiene todos los números para llegar a ser un estándar. ‘Sounds From Nowheresville’ (Sony Music) es, según sus propios autores, “un disco concebido como una playlist”, declara Katie White, “creo que eso nos ayuda como compositores, porque podemos hacer lo que queramos”, remacha. Si esa es la intención, no cabe duda que lo han logrado.
Tras un inicio más reconocible, por el disco aparecen desde cadencias caribeñas a declaraciones a lo Patti Smith, pasando por momentos de pop melódico. Sin embargo, todo resulta un tanto cliché, porque “Soul Killing” parece intencionada, “Guggenheim” no alcanza la intimidad pretendida y “One By One” sin duda es la canción a la que Jules de Martino se refiere cuando afirma haberse inspirado en TLC y Spice Girls. Y claro, “Hang It Up” es el tema que les surgió cuando, en una visita a España, comenzaron a escuchar a Beastie Boys. Sin embargo, es en las canciones que mantienen el estilo definido, “Give It Back” o “Hit Me Down Sonny” cuando suenan más convincentes, cuando tienen que hacer poco para llegar, cuando están a punto de arrancarse una peligrosa etiqueta. Quizá en uno de esos seminarios imaginarios, miembros de 4 Non Blondes les puedan explicar que, ante la duda, mejor mantener una línea, responder a las expectativas que aquella canción genera, en la medida de las posibilidades. Y que, maldita sea, son muchos los grupos que jamás llegan a grabar uno de esos hits.
