El fotógrafo argentino The Polf retrata los diseños de la firma Anikena by Azulik en una sucesión de imágenes tan atractivas como misteriosas
¡Ay como nos hace falta un poco de aventura! Y no me refiero a ese sentimiento de vacío y sopor que entra en estos días otoñales tan lluviosos e incómodos, hablo en general. Nos perdemos día tras día en una rutina urbana mareante, casi anestésica que a veces es muy necesario romper con todo.
Proyectos como el que ha encabezado el fotógrafo Pol Rodríguez (The Polf) son un soplo de aire fresco que logran transportarnos a lugares muy lejanos y exóticos cuando estamos atrapados en la oficina o en un abarrotado vagón de metro.
Directo desde la comunidad caribeña de Tulum, Pol nos introduce en una aventura plaga de misticismo y sorpresa gracias a las creaciones de la firma Anikena by Azulik, cuyas piezas gozan del cuidado de la artesanía local. Todo un viaje inesperado y fresco capaz de hacernos olvidar el presente y lanzarnos de sopetón a una aventura plagada de moda y arte.
Anikena by Azulik x The Polf
Fotografía: The Polf (@the.polf)
Dirección creativa de Anikena by azulik: Fernando Preda (@fernandopreda)
Estilismo: Laia Torras (@liahallie)
Entrevista: Juan Marti (@sswango)
Modelo: Silvio Genevieve (@calledsilvio)
Equipo de diseño: Ricardo Téllez
Edna Sotelo Ceramic Lab by Roth
Localización: Sferik Uh May (@sferik.art) (@azulikuhmay)
Cuéntame Pol, ¿cómo empezaste tu carrera en el mundo de la fotografía? Mi carrera empezó hace aproximadamente 10 años cuando descubrí el mundo de la fotografía mientras estudiaba publicidad teniendo ya una base gracias a mi tiempo en el conservatorio donde aprendía pintura. Gracias a eso, he podido combinar esos dos conocimientos en lo que hoy es mi carrera como fotógrafo.
Háblame de tus referentes. ¿Quienes te inspiran a la hora de crear tus estupendas imágenes? Suelo tomar cosas especificas de distintos referentes pero puedo nombrarte a algunos como Teller o Jaime Hawkesworth. Al ver una obra de cualquiera de ellos siento la necesidad automática de agarrar mi cámara y hacer algo.
Estas ubicado en México, háblame de la escena artística de la capital. ¿Qué figuras encuentras interesantes en la ciudad? Estoy ubicado en el pueblo caribeño de Tulum desde hace seis años. La escena es bastante escasa pero existe una comunidad creativa en crecimiento de la que me siento muy emocionado de poder formar parte.
¿Cuál dirías que es tu misión como fotógrafo? Encontrar y mostrar la belleza.
¿De dónde surgió la idea de crear esta editorial titulada “Anikena by Azulik”? Anikena by Azulik contiene una mística libertad inagotable a la hora de formar ideas de manera orgánica y casi mágica. La idea de esta editorial surge de las ganas que sentíamos de unir todo esto.
La dirección creativa de “Anikena by Azulik” corre a cargo de Fernando Preda, háblame de cómo paso a formar parte de este proyecto. Anikena by Azulik combina la esencia salvaje de la naturaleza con las mejores técnicas y habilidades de la moda artesanal. Cada pieza representa a distintas culturas, es un tesoro para heredar. Es la primera marca hecha en la selva bendecida por el complejo turístico Azulik en Tulum, que es un concepto que da respuesta a nuevos estilos de vida y ayuda —desde hace casi 20 años— a personas y tribus a reconectarse consigo mismas, y el entorno.
¿Qué te gustaría que sintiera alguien que mira por primera vez las fotos de esta editorial? Siempre me motiva la idea de presentar algo que pueda inspirar de alguna manera.