Por una de las carreteras que salen de Londres, y ponen rumbo a los campos de flores silvestres donde crece el cereal, se llega hasta la linde del bosque que resguarda la apartada construcción rural renovada por Hutch Design.
El estudio de arquitectura londinense, fundado por Craig Hutchinson, ha logrado crear un acogedor retiro privado, donde antes había una humilde pocilga que llevaba tiempo en desuso. Un proyecto de reforma integral que ha preservado la sencillez y la modesta escala de la construcción original, levantada con amianto y hormigón. El volumen de una única altura resurge despojado de compartimentos y con una nueva distribución, que multiplica las entradas de luz y refuerza la conexión con el paisaje.
“Nos contrató una pareja de profesionales que quería utilizar los edificios abandonados existentes en su terreno. Eran ambiciosos y confiaban en nuestras ideas de diseño. Al principio tenían en mente un refugio vacacional boutique, pero finalmente cambiaron de opinión y acabaron mudándose allí”, cuenta Hutchinson. Y es que, tras la renovación, la pequeña arquitectura se ha convertido en un hogar idílico. El nuevo diseño evoca los inclinados tejados con chimenea de las antiguas cabañas Tudor típicas de la región: un estilo arquitectónico surgido a finales del Medievo en Inglaterra, que revivió en la segunda mitad del siglo XIX. El equipo de Hutch Design ha revestido la cubierta con tablones de alerce y optado por construir la chimenea de hormigón en el corazón de la casa.
The Makers Barn: un hogar elemental de lo más acogedor
El acceso se realiza a través de un camino de hierba cortada que llega hasta la fachada principal, donde unos generosos ventanales invitan a pasar al cálido interior. Las reducidas dimensiones de la preexistencia se han respetado, manteniendo el perímetro original de su planta rectangular. Sin embargo, ahora, los 65 m2 están hábilmente repartidos en una zona de día y una zona de noche interconectadas.
El mayor reto al que se ha enfrentado el equipo ha sido: “No solo hacer habitable una estructura abandonada, sino aprovechar el limitado espacio al máximo para que fuera cómodo y relajante. En lugar de dividir la planta en habitaciones o dejarla diáfana (lo que irónicamente haría que pareciera más pequeña), apostamos por crear un espacio fluido que girase en torno a la chimenea central, dejando aberturas a ambos lados que comunican la zona de estar con el dormitorio y parte del baño”, detalla el fundador de Hutch Design.
La naturaleza contemplada desde la paz de una bañera sumergida
Una ducha, una bañera y un lavabo con una reluciente grifería dorada se disponen al otro lado de la chimenea integrados en el dormitorio. En el techo destaca el tragaluz, situado sobre la zona del tocador y la ducha, que genera una relajante atmósfera parecida a la de un spa, acentuada por la bañera hundida en el suelo. El arquitecto hace énfasis en que la chimenea, la bañera y la ducha han sido cuidadosamente diseñadas para dar singularidad a la vivienda. El diminuto aseo es el único cuarto completamente aislado, que se encuentra camuflado entre las puertas de madera de los armarios.
La zona de estar se compone de una micro cocina artesanal abierta al salón, delimitada por una isla revestida de madera de olmo e iluminada también por un lucernario, que otorga cierto carácter monumental. Unos brillantes azulejos de color crudo cubren la pared, aportando mayor sensación de amplitud al reflejar la luz cenital. Los arquitectos han empleado baldosas de terracota hechas a mano en el suelo de la cocina, así como en el área de la chimenea y el baño. En cambio, en el resto del pavimento han hecho uso de la madera. Al estar cortada de manera transversal, la superficie revela a la perfección los anillos. Su pequeño formato se inspira en los adoquines de las calles de Inglaterra.
Hutch Design realiza una reforma integral de estética contemporánea fiel a la tradición
Los elementos de almacenaje se concentran en la zona de la cocina y el dormitorio, organizados en armarios y estanterías de olmo de color miel. Además, la chimenea dispone de varios huecos revestidos con la misma madera, idóneos para guardar los objetos más ornamentales. “Necesitábamos incluir una cocina y suficiente espacio de almacenamiento para que los clientes pudieran, al menos, vivir aislados durante una semana. Fue una renovación que implicó la demolición parcial de la edificación y modificaciones estructurales. Además de un nuevo diseño interior y la selección del mobiliario y la decoración”, explica Hutchinson.
El diseño de The Makers Barn no puede entenderse sin su conexión con el entorno. Frente a la fachada principal, los arquitectos han proyectado una terraza que permite prolongar los límites de la vivienda al exterior. Especialmente, cuando se abren los ventanales de suelo a techo. En la esquina del salón, los arquitectos han prescindido incluso de la carpintería, a fin de no interrumpir las bellas vistas que se divisan de las suaves colinas que recorren el campo. El toque sofisticado lo aportan varias piezas de famosos diseñadores. Algunos ejemplos son el sofá Camaleonda de Mario Bellini y la lámpara de pie Papiro de Sergio Calatroni en el interior, así como la silla y la jardinera Loop de Willy Guhl colocadas al aire libre. Un placentero hogar que, en palabras del fundador de Hutch Design, se alza como: “un escondite relajante y contemporáneo en un lugar de belleza excepcional”.
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Créditos de The Makers Barn:
Arquitectura y diseño de interiores: Hutch Design
Ubicación: Inglaterra, Reino Unido
Año de finalización: 2023
Superficie: 65 m2
Styling: Sarah Birks
Fotografía: Helen Cathcart
