El verano no ha acabado. Y cada verano hay que mirar al cielo de Madrid. Una constelación de azoteas se engalana para refrescar el ambiente y de paso servir de pasarela descapotada del personal fashionista. Y como cada temporada hay que estrenar nuevos hoteles, estrenamos con ellos sus nuevas terrazas encaramadas a los pisos más altos. En este caso, la Gran Vía es la espina dorsal urbana que recorremos saltando de ático en ático: Ginkgo, Picalagartos, Jardín de Diana y Generator. Para todos los gustos, paladares y tendencias. Para alargar el verano hasta que el cuerpo aguante.
Las Nueva Terrazas de Madrid sin salir de Gran Vía
1) Ginkgo Sky Bar (Hotel VP Plaza de España Design)
Posiblemente, la terraza más espectacular de Madrid. Vistas de infarto. Diseño rabioso. Lujo y postureo. Junto a la entrada del hotel recién estrenado, a todo color, el acceso hasta la planta 12 del edificio de nueva planta se realiza por un pequeño lobby a pie de calle.
Cuando las puertas del ascensor se abren, al visitante se le cae la mandíbula al suelo. Las cristaleras dejan ver la plaza de España en todo su esplendor. Y el glamouroso espacio firmado por Diego Gronda (Studio Gronda) trasladan el imaginario a, pongamos, Miami.
Una barra interminable recorre la primera parte del Ginkgo, con mesitas junto a los ventanales, otra más deja a la Torre de Madrid a su espalda, y una terraza al aire libre recorre el perímetro para facilitar una panorámica 360º. En el restaurante, cubierto pero al mismo tiempo abierto, mejor dejarse de bobadas y plantear una velada con champán, ostras (Gillardeau No. 2 al natural o con ponzu de chile chipotle) y jamón ibérico (con pan de cristal, tomate de colgar y aceite de oliva virgen extra).
La piscina, sólo para huéspedes, tiene truco: a las 19:30 se cierra literalmente con un suelo sobre el que se monta la terraza de copas. Además, la pileta tiene fondo transparente que deja ver la epatante escultura de luz del interior del hotel.
ginkoskybarmadrid.com
2) Picalagartos Madrid Sky Bar (NH Collection Gran Vía)
Ya contamos aquí su estreno. La nueva terraza de Azotea Grupo se instala en el edificio Gran Vía 21, tesoro neobarroco de los arquitectos Julio Martínez Zapata y José López Sallaberry inaugurado en 1918. El estudio TBC, capitaneado por Mercedes Isasa, homenajea al Madrid de los años 50 cuando la Gran Vía era el lugar en el que había que estar.
Picalagartos, cuyo nombre proviene de la obra de Valle-Inclán Luces de Bohemia, ocupa las plantas octava y novena del hotel: se divide en restaurante, proyecto de picoteo en el que se ha embarcado Javier Muñoz-Calero, y coctelería en la azotea, de la que se encarga el bartender bangladeshí Joel Jamal, todo un campeón de las mezclas. Las vistas, a ambos lados de la Gran Vía, no desmerecen. Instagram ha echado humo estos meses.
picalagartos.com
3) Jardín de Diana (Hyatt Centric Madrid)
La llegada a la capital de este hotel Hyatt llamó la atención. Que un establecimiento de categoría estelar quisiera enfundarse en un traje millennial habla mucho de por dónde van los tiros en materia hotelera. Conocido su restaurante Hielo y Carbón de la primera planta subimos también a su azotea para tomarla el pulso.
El Jardín de Diana hace honor a su diosa. Un edén vegetal en el que se siente tan a gusto, diseñado por el estudio López y Tena. Allí, en uno de los dos torreones gemelos, la cazadora arquera tensa el arma y apunta entre su jauría de perros al ave fénix subido en el edificio de enfrente. Da para un piscolabis de altura y, sobre todo, para no perdonar ni uno de los cócteles de la carta, con un marcado acento mexicano. Sus nombres evocan la fábula mitológica: Diana Spritz (Italicus, Galliano, cava y tónica Aegea), Ataque del Fénix (bourbon infusionado con beicon, vodka, zumo de tomate y Bloody mix ahumado) o Jauría (tequila, mezcal, zumo de pomelo, shrub de mango, sirope spicy y bitter habanero).
granviamadrid.centric.hyatt.com
4) Generator Madrid
El contrapunto. Si el resto de áticos pertenecen a hoteles de categoría, la última azotea de nuestro viaje por las alturas de Madrid tiene sede en un hostel que llevábamos tiempo esperando. Madrid, por fin, tiene su Generator, cadena especializada en el lujo asequible y la experiencia social.
Y lo tiene en un edificio singular que en los años treinta albergó una gasolinera. En el garaje aún se pueden observar algún azulejo de la antigua estación.
La terraza del Generator Madrid es una gran plataforma habilitada para todo tipo de actividades, desde el ‘ice cream yoga’ al cine de verano al atardecer. Como es habitual en este tipo de establecimientos localizados por toda Europa y Estados Unidos, aquí lo importante no es un diseño despampanante ni chic sino que sea funcional, fácil de entender y divertido de vivir. A este Generator se sube para sumergirse en los jacuzzis, picar unas bravas o un pincho de tortilla que haga las delicias de la clientela guiri y bajarse unas sangrías, unos margaritas o unos cócteles granizados.
generatorhostels.com