¿AÚN NO TIENES CLARO DÓNDE PERDERTE ESTAS VACACIONES?
Con la llegada del buen tiempo, que este año ha tardado pero llegó, empiezan a pasar por tu cabeza dos temas que te pueden quitar horas de sueño: ¿debería empezar a cambiar mi armario de invierno por el de verano? y ¿dónde diablos nos vamos este año de vacaciones? Dos incógnitas a despejar y donde la segunda, quizá, sea la que gane y se lleve todos nuestros esfuerzos, todas nuestras energías. Tan complicado como elegir el nombre de nuestro bebé, nuestra canción favorita o el color de la funda de nuestra iPad, suele ser el elegir el destino estival del año. Pero como te llevo la adelantada en estos menesteres, ¿qué me dices si te digo ‘Menorca’? Ubicados en la isla que mejor conoce los secretos de sus calas y la mejor manera de hacer una mahonesa, nos topamos con Artiem Hoteles, una cadena de 3 hoteles repartidos en varios puntos de la geografía insular (cala Galdana, Es Castell y Maó) cuya meta es el bienestar, el amor por la naturaleza y la persona, cliente o huésped por encima de todo. Un oasis entre tanta oferta y servicios hoteleros que se nos descubre como ave fénix (en este caso la mariposa es su logo), en nuestras próximas reservas veraniegas. Es quizá por ello que este interés por el que se hospeda en los hoteles, mucho más que en los servicios de que puedan disponer (que son muchos y a la última) les ha reportado en 2014, el rango de única empresa hotelera entre los mejores 50 lugares de España para trabajar. Interesante, ¿verdad? Y es que, quien se deja por caer por uno de los hoteles Artiem, descubre de un primer chutazo de lo que hablo. Una nueva filosofía que denominan ‘fresh people’ es la encargada de que sus objetivos giren en torno (o trabajen hacia) un nuevo sistema de trabajo y crecimiento junto con el entorno y de manera sostenible. El interés de esta empresa familiar que desde 1974 lleva gestionando experiencias, ocio y descanso y que con sus tres perfiles/hoteles (Capri, Audax y Carlos III) se convierten en perfecto destino de aquellos que no solo buscan descanso por encima de cualquier posibilidad sino también algo más que un lugar para dormir, ecolujo, un personal detallista, siempre a punto y con una sonrisa y un entorno que arrebata a Ibiza o Formentera parte de sus adeptos. Y es que ¿quién va a decir que no a las caminatas al atardecer por Ciudadela; a los baños en Macarella, cala en Turqueta, cala Galdana o cala Mitjana; a la ginebra Xoriguer (autóctona), a la pomada, a la mahonesa, a las berenjenas al horno o a sus formatjadas; a sus paseos en velero, lancha motora o en kayak; a sus cursos de buceo, a sus aguas termales, a sus copas nocturnas y buena música chill out en Cova d’ en Xoroi o a su famoso Cami de Cavalls, patrimonio histórico de España y sendero que recorre los 210km de su perímetro? ¿Puede haber algo con más encanto que esta isla aún misteriosa, aún por descubrir y no abarrotada de turistas cámara de fotos en mano y díscolo comportamiento? Sí, darse cuenta que mi propuesta se ha hecho realidad y estás ahora mismo leyendo este post desde la hamaca, veraniego balcón hacía el mediterráneo. ¡Disfruten…. y mucho!
