Space Surimi representa la evolució del hip hop en 2021 y nace en Jerez de la Frontera. Esta semana en Madrid.
En el campo de la música urbana española, empiezan a surgir nuevos proyectos musicales que, por mucho que quieras, ya no sabes muy bien dónde ubicarlos. Y no lo decimos, para nada, como algo negativo. Space Surimi es el dúo de Jerez de la Frontera que nace de la escena del hip hop. Sin embargo, al avanzar como proyecto musical, combinan géneros como el gfunk, el disco o el Miami bass. Space Surimi lo forman Mc Eddie Coopermen (Eduardo José Ponce Enríquez, 33 años) y el productor Carlboro (Carlos Manuel López Jurado, 34 años). Pero su trayectoria musical no empieza aquí, claro. En el año 2017 publicaron su primer disco, Dolphin Blaster. En el 2018, el single Danger, que cuenta con millones de reproducciones en sus plataformas musicales. De este mismo año es su segundo disco, Double Flipper. Y, por último -que no por ello peor- su tercer disco, Starfish Troopers en este 2021. Han tocado en diferentes festivales como el Monkey Week de Sevilla y hoy han conseguido sold out en su concierto de Sevilla. Si te has quedado con ganas de verles en directo, el 7 de mayo pasarán por Madrid. Te recomendamos que no te pierdas su retrofuturismo nihilista.
Vídeo Confeti de @space_surimi
Entrevista con Space Surimi, el dúo de Jerez de la Frontera actúa esta semana en Madrid.
Space Surimi es un dúo formado por dos amigos pero, ¿cuándo surgió la chispa?
Somos amigos desde los 16 años. Nos conocimos de parranda en algún parque de Jerez. Como debe ser.
Después de ser amigos durante años, decidisteis crear Space Surimi, ¿cómo sucedió?
Carlboro empezó a hacer sus movidas en el mundo de la producción y comenzó a pasarme instrumentales, sobre todo para que me las rapeara. Como siempre andábamos juntos de cachondeo, empezamos a maquinar temas sin ningún otro objetivo que no fuera echar un ratito bueno. Poco a poco, fuimos apilando canciones y hasta ahora no hemos parado.
Los dúos musicales no es algo que se estile mucho, ¿por qué este formato musical?
A nosotros nos va muy bien, pero también porque antes de ser un grupo éramos compadres y ya nos conocíamos de sobra. Nos funciona muy bien, de hecho, de gloria. Es verdad que, quizá, si fuéramos más miembros, sería un lío para organizarnos y tendríamos menos compenetración.
Space Surimi, ¿qué representa el nombre ?
Nos molaba el concepto espacial por el rollo de instrumentales que hacía Carlboro, en plan retrofuturista. Sonaba a ciencia-ficción. Y lo de Surimi porque en aquella época nos dio por llamar surimi a cualquier cosa… Suena guay, que es lo importante. Ya nos inventaremos que tiene un significado guapísimo cuando hagamos un documental o algo.
Los dos venís del mundo del hip hop pero como Space Surimi formáis más parte del urbano, gfunk o miami bass, ¿por qué habéis dado este salto de género musical?
Ambos hemos escuchado todo tipo de rap, pero es verdad que como más cómodos nos sentimos y mejor nos lo pasamos es en esos registros. También es cosa de nuestras influencias. La música que salía de LA, Detroit, Miami y NY a mediados de los 80’s hasta late 90’s es lo que seguimos consumiendo y lo que estudiamos pa’ nuestro sonido. Tampoco somos cerrados a la hora de hacer temas, y lo mismo nos marcamos un lo-fi que un tecnazo.
Estamos en un momento musical en el que la escena es súper variopinta, ¿dónde creéis o sentís que encaja Space Surimi?
A juzgar por lo que hemos visto a lo largo de nuestra trayectoria y después de haber tocado en diferentes ambientes, podríamos sacar la conclusión de que encajamos en cualquier sitio donde la gente tenga gana de disfrutar y nos pongan cervecita.
Starfish Troopers es el nombre de vuestro disco, ¿por qué ese título de pescador espacial?
Pues como el mismo nombre del grupo indica, es algo entre espacial y oceánico. También un guiño a una película del año 1997 que a los dos nos parece maravillosa.
Vale ¿y qué temas muestran mejor cómo y quiénes son Space Surimi?
Ambos coincidimos en que los temas que más nos molan son Follow the linier, Kool-gaera y Future twerk. Quizá por qué son bastante matraqueros. Pero también temas más lentos, como Pariental Advisory o Crack muffins, nos han molado mucho cómo han quedado. Nosotros queremos a todos nuestros temas por igual, desde el primero que sacamos hasta el que todavía no ha salido.
Vais a presentar el disco en conciertos en directo en ciudades como Madrid y Sevilla, ¿qué podéis contarnos de esta mini gira? ¿Alguna sorpresa?
¡Si la contamos ya no es una sorpresa! (Risas) Sólo podemos decir que llevamos un repertorio con lo mejor de este disco y de los anteriores, y que tenemos mucha energía acumulada de todo este tiempo sin pisar escenarios. Quién lo quiera comprobar, que se venga a vernos… ¡En el caso de que todavía pueda pillarse una entrada!
La estética de Space Surimi es bastante particular, ¿en qué os inspiráis?
Podríamos decir que nos ha molado siempre el rollo 80’s tanto de la música, del cine y de los videojuegos. Pero todo esto lo hemos pasado por un filtro personal de movidas que tienen que ver tanto con los ambientes donde nos hemos criado, como con las paranoias de nuestro círculo amistoso.
¿Y quién es la mente creativa artífice de todo este imaginario visual?
Carlboro alias Perro Cientorece, que además es nuestro productor. Ya de antes tiraba bastante de ilustración, de graffiti… Y qué mejor que él para darle nuestro toque personal a nuestros diseños.
¿Qué música estáis escuchando ahora mismo?
Nos flipa el rap más primitivo como los Beastie Boys, Big Daddy Kane, LL Cool J… Pasando por el electro y el techno también añejo de Egyptian Lover, Drexciya, Model500, Aux88, Keith Tucker… Al igual que el funk, el punk, el heavy metal, la rumbita o el trash. Últimamente estamos escuchando mucho a Municipal Waste y a Ramírez, que se ha sacado un discazo g-funk que es pa’ tirarse al suelo.
¿Con quién os gustaría colaborar?
La verdad que el tema de las colaboraciones no es algo que nos raye mucho. Solemos hacer música con gente próxima a nosotros y lo que vaya surgiendo.
Planes para 2021.
Locos por tocar todo lo que sea posible y, por supuesto, ir preparando nuevos temazos. Todo este tiempo encerrados en el estudio ha dado para pensar más detenidamente en cómo queremos que sea nuestro próximo trabajo ¡y va ser una corgaera!