Lena (Sandra Drzymalska) es una veinteañera que llega a Italia desde Polonia embarazada de siete meses para vender a su bebé. Ermanno (Claudio Segaluscio) tendrá que fingir que es el padre durante los dos meses restantes para llevarse su parte. Son los protagonistas de Sole, que se estrena este viernes, 6 de noviembre en nuestro país.
Sole es el primer largometraje de Carlo Sironi (Roma, 1983). Una historia de amor trágico que podría ocurrir en cualquier barrio obrero. Con el drama de los vientres de alquiler como telón de fondo, se abordan cuestiones como la maternidad, la paternidad y las relaciones sentimentales en situaciones extremas. El director italiano responde a nuestras preguntas.
–Sole es más bien una historia de dos personas con el tema de los vientres de alquiler de fondo. ¿Es la idea que tenías desde el principio?
Carlo Sironi: Imaginé desde el principio la película como una historia íntima entre los dos protagonistas y no como una película sobre el mundo de la maternidad subrogada y el tráfico de niños. Imaginé una película con un toque tierno y delicado ambientada en un mundo cruel, este fue uno de los puntos iniciales.
-No obstante, la maternidad subrogada está presente en todo momento. Contactaste con la Presidenta del Tribunal de Menores de Roma para documentarte al respecto. ¿Qué encontraste? ¿Es algo común en Italia?
Cuando descubro este tipo de adopción falsa investigando codo con codo con una ONG, entonces me comunico con la Presidenta Del Tribunal De Menores de Roma. Ella se había enfrentado personalmente a casos como el que describí en la película y por eso tuve la posibilidad de acceder a muchos materiales reales. Luego tomé todo en cuenta y al mismo tiempo traté de olvidarme, porque mi idea era hacer una historia de amor entre dos desconocidos obligados a vivir juntos y obligados a fingir lo que no son frente a la gente.
Sole: una temática universal
-La gestación subrogada ha sido tratada en diversas series (Friends, The handmaid’s tale…) y películas (Mamá de alquiler, The donor…). ¿Te interesaba lo que se había hecho anteriormente antes de plantear tu historia?
Creo que de verdad decido hacer esta película cuando pienso en contar esta historia no desde el punto de vista de la pareja desesperada y dispuesta a hacer cualquier cosa por tener un bebé o desde el de la joven madre que vende un bebé, sino desde el punto de vista de alguien que tiene que fingir ser padre por dinero. Esto fue interesante y en cierto modo nuevo: la venta de un estatus por dinero y, al mismo tiempo, me pareció interesante descubrir qué tipo de apariencia podrían tener unos jóvenes como estos teniendo ese bebé.
-La película ha tenido buena acogida en festivales de diversos lugares del mundo: Venecia, Toronto, Berlín, Madrid, Gijón… ¿Trata un tema universal?
Creo que es una de las razones, la construcción y definición de una identidad a través de la paternidad y la maternidad es bastante universal. Y la subrogación es un problema ético y social con el que todos los países del mundo tienen que lidiar.
Sole, con las mujeres polacas
-Lena, el personaje de Sandra, procede de Polonia. Precisamente este país está siendo noticia en las últimas semanas por las restricciones al aborto. ¿Querías que la protagonista viniese de un país con mayores limitaciones a las madres, o ha sido fruto de la casualidad?
Viene de la investigación que hicimos: en el ranking, junto a los países del este más pobres como Ucrania y Bulgaria, teníamos un número bastante alto de mujeres polacas que vendían bebés en Europa occidental. Debido a la prohibición de abortar en Polonia, tenemos un gran número de mujeres polacas que van al extranjero para abortar y algunas de ellas entran en la red del tráfico de bebés. En estos días, mis amigas polacas Agnieszka WasiaK (la coproductora), Sandra Drzymalska (la actriz principal) y Teoniki Rozynek (la compositora) están en las calles protestando contra un estado que oprime sistemáticamente la razón y la libre elección de las mujeres en su cuerpo y en su imagen. ¡Mi corazón y toda mi ira están con ellas!
-Ha sido tu primer largometraje tras tres cortos. ¿Cuál ha sido la mayor dificultad al cambiar de formato?
Creo que es para entender antes el ritmo emocional de la historia. Cuándo hay que calmarse emocionalmente y cuándo hay que acelerar. Tienes que descubrirlo antes del rodaje y por tu cuenta y eso va más allá del guion. Scorsese dijo que si cada escena tiene una importancia de 10 sobre 10, la película saldrá lisiada. Esto es muy cierto. Personalmente me encanta preparar todo antes, la lista de disparos, cada lente, cada detalle… En realidad no soy muy fan de los rodajes.