SITGES 2011

CONTROLANDO EL TERROR – CRÓNICA DE RAÚL BURGUETE

Hace pocos días terminó la 44 Edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, y aquí está el resumen de lo que aconteció en este visionario maratón cinematográfico. Una muestra que se enfoca en el cine de género: el terror, la fantasía, la ciencia ficción y otros, hijos pequeños de los anteriormente nombrados. Presentando un catálogo de 270 películas, 36 de éstas, producciones españolas; una de ellas: Eva (España, 2011), ópera prima de Kike Maíllo (España, 1975), la cual aprovechó el tema central del festival, la inteligencia artificial, con motivo del décimo aniversario de la cinta ‘Inteligencia Artificial’ (Steven Spielberg, 2000), para ser el film inaugural. En esta edición parece ser que la selección de las películas fue hecha con demasiado cuidado. Controlando los contenidos visuales, debido al terrible infortunio que se suscitó el año pasado por la película ‘A Serbian Film’ (Srpski Film, Serbia, 2010) por ser considerada una cinta pornográfica, con contenidos violentos  que atacan la identidad sexual de los menores y no una simple ficción de terror. Causando múltiples demandas al director de esta gala, Ángel Sala y es así que la calidad de las películas era escasa, aunque los temas eran abundantes no se distinguieron por romper esas barreras culturales, con contenidos alternativos y extraordinarios, que el público estaba acostumbrado a ver en ediciones pasadas, en cambio, los dramas, los melodramas y las tragedias con unas cuantas gotas de sangre, fueron parte de las premisas que este festival, en esta edición, se encargó de presentar.

“Eva” de Kike Maíllo

Fin del Mundo: Uno de las temas centrales fue el apocalipsis, el pretexto: el aniversario del 11de septiembre, donde la enfermedad, la tragedia ecológica, hambruna, muerte masiva, virus, sequías y cataclismos cósmicos, junto con la desesperación de la sociedad y su comportamiento irracional ante una crisis, se vio reflejado en la última cinta de Steven Soderbergh (EUA, 1963) ‘Contagion’ (EUA, 2011), con un gigantesco elenco de estrellas de Hollywood; otra,  que causó demasiados gritos en el Festival de cine de Cannes, ‘Melancholia’ (Lars Von Trier, Dinamarca, Suecia, Francia y Alemania, 2011) o ‘4:44 Last Day on earth’ (Abel Ferrara, EUA, 2011) muy criticada por la prensa en Venecia y venerada en Sitges, ‘The Turin Horse’ (Béla Tarr, Hungría, Francia, Alemania, Suiza, EUA, 2010) un bello fin del mundo filosófico y poético y ‘Hell’ (Tim Fehlbaun, Alemania, 2011), donde el sol es el protagonista de esta fría cinta.

“Contagio” de Steven Soderbergh

Sólo en América: El sello norteamericano se hizo presente, el humor negro, el terror psicológico y la acidez de su cultura se reflejó en la cinta que ganó el Méliès de Oro a mejor película, ‘Red State’ (Australia, 2011) de Kevin Smith (EUA, 1970), una burla de la religión y de los prejuicios raciales que tan escondidos tiene este país. La cinta ‘The Woman’ (EUA, 2011), que difiere de la concepción del buen comportamiento americano, obsesión que tienen por la correcta educación, la buena familia y el comportamiento ético; pero cada familia acarrea sus secretos; es la versión de ‘Nell’ (Michael Apted, EUA, 1994) sólo que con una mujer salvaje, abandonada y criada por lobos, secuestrada, mutilada y violada por una familia que deseaba convertirla en una chica moderna. Los giros del destino llevan a esta historia a un horizonte bastante complejo, terrorífico y salvaje. ‘Bellflower’ (USA, 2011), intrigante thriller que mina los sueños y la fantasía bélica de un adolescente. La vida de dos jóvenes cuya amistad los lleva a preparar armamento y un vehículo para esperar  el fin del mundo. El film llega a un punto en el que no se sabe cuál es la realidad y cuándo estás en la mente de Woodrow, personaje interpretado por el director de esta película Evan Glodell, una crítica de la juventud americana, de sus sueños y fantasías.

“Red State” de Kevin Smith

“Bellflower” de Evan Glodell

Lo más bizarrro. Lo que se proyectó para nunca más ser visto: Cuál es la fijación que el público “cinéfilo” tiene por ciertas figuras de culto. Cuando la crítica y la prensa  pone de moda y los considera dentro del rango de maestros del cine, ¿es Harmony Korine (EUA, 1973) una verdadera figura de culto?, su película ‘Trash humpers’ (EUA, Inglaterra, 2009), es la prueba final de que no es así,  un director valiente por atreverse a proyectar su trabajo; siendo que el guión de la película ‘Kids’ y el apadrinamiento de otros directores han hecho de él un director “radical” y “auténtico”, pero al final de la proyección de su película, la audiencia pedía la devolución de su dinero, exigía que se les devolviera el tiempo perdido, pero eso pasa cuando un simple nombre se eleva a la imagen de un Dios del Frikismo,  lo novedoso y lo moderno. También hubo cintas de las que a lo largo de 10 días se hablaba bastante y crecía la necesidad por verlas; un caso es  la película ‘Kill list’ (Reino Unido, 2011) del inglés Ben Wheatley (1972),  que prometía demasiado, se esperaba que fuera un gran éxito dentro del festival, dentro de la sección oficial de competencia fantástica y que extrañamente ganó el Méliès de Plata a mejor película europea, las razones del premio: no hay razones.

“Kill List” de Ben Wheatley

El Experimento tridimensional: Un gran chasco con el cine en 3D, esfuerzo vano por llevar a la pantalla a grandes directores para usar este formato, que al principio parecía ser rescatado del pasado y una nueva propuesta tecnológica para la cinematografía, pero ahora es más que un elemento de publicidad y mercado para atraer más público a los complejos cinematográficos. Triste es ver a grandes maestros caer en el juego de la industria, como Francis Ford Coppola (EUA, 1939) y su película ‘Twixt’ (EUA, 2011), un experimento fallido, similar a cualquier otra cinta de susto de los años ochenta: un escritor de segunda llega a un pueblo, donde suceden extraños asesinatos, la necesidad de escribir una nueva novela lo lleva a investigar la vida del pueblo, utilizando como herramienta de inspiración el sueño, las ideas y apariciones oníricas van en compañía de dos espíritus: una niña muerta, víctima de un asesino serial y el escritor Edgar Allan Poe, que le lleva y le aconseja a encontrar el fin de su novela, todo esto en pequeñas dosis de 3D, ya que la cinta interactuaba con el público indicando cuál era el momento de usar gafas y cuando quitárselas. Otras cintas proyectadas en 3D fueron ‘Sex and Zen: Extreme Ecstasy’ (Hong Kong, 2011), el corto ‘Brutal Relax’ (España 2010 ) y los dos medio metrajes ‘Femme Fatales: tropy wife’ (EUA, 2011) y ‘Femme Fatales: Some’ (EUA, 2011), películas softporn, sosas, simples y aburridas. Al parecer este año el festival ha hecho un esfuerzo por mantener al espectador en una flacidez mental, un relajamiento corporal y una ausencia del sentido común, por no salirse de las salas huyendo de una catástrofe visual comparable al fin del mundo.Las espadas y el arte japonés de Takashi Miike lo hacen una vez más, el gran salvador del festival, ya lo hizo el año pasado con ‘13 Assasins’ (Japón, 2010), esta ocasión lo repite con ‘Hara Kiri: Death of a Samurai’ (Japón, 2011), pero  el atractivo de la cinta, se rompe al ser proyectada en 3D,  planos desaprovechados y oscuros,  sólo un par de tomas gozan de la tridimensionalidad: un par de paisajes y una copiosa nieve. La calidad de la imagen y la fotografía, dignas de cualquier otra película de este director nipón, se mueren con este formato porque la película no se diseñó para utilizar esta tecnología, que lamentablemente afecta el arte del cine y en especial a sus autores, que provoca que cambie la percepción de un director.

“Twixt” de Francis Ford Coppola

Fantásticos documentales: El festival marcó una gran línea con la proyección de varios documentales, algunos de éstos proyectados anteriormente en el Festival de cine de Sundance, como ‘Project Nim’ (Reino Unido y EUA, 2011) que retrata la vida de un simio criado como ser humano, ‘Nuckle’ (Irlanda, 2011) una conmovedora investigación sobre el boxeo callejero, el significado del honor y la rivalidad de algunos boxeadores. Cabe destacar y señalar el documental sobre el origen de la psicodelia, el nacimiento del LSD, los primeros hippies y los beatniks, un viaje por todo Estados Unidos de Norteamérica dentro de un autobús graffiteado con un grupo conocido como los “cómicos”; entre ellos, Neal Cassady miembro del grupo literario Beat y el escritor Ken Kelsey autor de “Alguien voló sobre el nido del cuco” el cual  filma y documenta cada minuto del viaje en la película ‘Magic Trip: Ken Kelsey´s Search for a Kool Place’ (Montada por Allison Ellwood y Alex Gibney, EUA, 2011) que nos muestra una América en la que comenzaba una época que cambiaría el curso de la historia, donde el LSD juega un papel importante que nos da a entender que hay formas distintas de mirarlo todo, estos jóvenes cruzan EUA para llegar a la Feria Mundial de New York, sus andanzas y sus reflexiones son el fundamento de este film. La ganadora al mejor documental en Sundance fue la película ‘Resurrected Dead: The Mystery of the Toynbee’ (EUA 2011) del director Jon Foy (EUA) el cual obsesionado por el origen de unas baldosas que aparecieron de forma masiva por todos las ciudades de Estados Unidos y cuyo significado no tenia explicación alguna. Esta obsesión lo llevó a filmar la leyenda de estas baldosas que dicen: Toynbee idea/in Kubrick´s 2001/resurrect dead/ on planet Jupiter . Qué significa, quién las coloca, qué mensaje oculto llevan y otras preguntas tratan de explicarse en este documental y presenta a un grupo de tres obsesos, cuya pasión es la de descubrir el origen de todo esto.

“Magic Trip: Ken Kelsey´s Search for a Kool Place” (Montada por Allison Ellwood y Alex Gibney)

La fe del público: Parte del por qué este festival suele ser tan atractivo, es por la lealtad de su público, una audiencia entregada y fiel, que vive las películas de una manera inverosímil a como se vive en otros festivales, no se quedan sentados y callados durante la proyección, al contrario, se levantan, aplauden, comentan, golpean el suelo al igual que en un concierto; la emoción está implícita en cada asiento y la magnitud de esto se vio reflejada en la cinta ‘The Raid’ (Serbuan Maut, Indonesia, 2011) quizás la cinta más violenta de todo el festival y que no afectó a la sensibilidad de ningún espectador, en la que en cada golpe, cada patada, cualquier escena de acción, iba acompañada de todo tipo de sonidos, exclamaciones y aplausos. La audiencia salía de las salas con un buen sabor de boca. En la gran Zombie Walk, donde todos los adolescentes y el pueblo de Sitges  se congrega en la plaza principal y en el edificio Miramar, sede de otra parte del festival conocida como Brigadoon, para marchar al estilo zombie, con disfraces y maquillaje para terminar con una gran fiesta en la playa, una fiesta que cada año se espera, porque por las calles que uno transite muertos vivientes encuentras, ya sea cenando o tomando una copa, una manifestación carnavalesca al más puro estilo de un festival de cine de terror.

“The Raid” de Serbuan Maut

Un final con giro y todo: El último día del festival, después de ver las peores puestas en escena, tres grandes películas fueron proyectadas: una joya visual y estética, ‘Drive’ (Nicolas Winding Refn, EUA, 2011), una enferma y obsesiva historia, ‘Killer Joe’ (EUA, 2011) y una melancólica historia que recrea al cine mudo y la llegada trágica, para algunos, del cine sonoro con ‘The Artist’ (Francia, 2011). Pocas son las cintas que este año se pueden comentar, la cantidad de películas proyectadas fue menor a la edición anterior, treinta menos, pero eso no quiere decir que el contenido tenga mayor significado, la calidad de las películas es lo importante  para un festival que tiene el sello, la distinción y la fama de ser un punto de reunión de cinéfilos ávidos por el terror y la fantasía, cintas que cruzaban la línea de lo moral, porque en eso consisten las ficciones, en la oportunidad de que los sueños más bizarros se vean en una gran pantalla aunque sea una vez al año.

“Killer Joe” de William Friedkin