EL DÚO VALENCIANO DEBUTA EL 25 DE MARZO CON “TERRORUTERINO”, UN LP CO-EDITADO ENTRE SONIDO MUCHACHO, GIRADISCOS Y LA CÚPULA DEL TRUENO
El after. Ese purgatorio de almas hambrientas de vida y de muerte. Contubernio donde se filtra el sol en todos sus ángulos. Refugio ilícito donde se abjura de la realidad. Un no-lugar donde se alimenta la psicosis y planea la desesperación, aunque nadie la nombre… El after es metafórica y literalmente el caldo de cultivo de buena parte de la música de Siesta!, el dúo valenciano formado por Jonathan Cremades (teclados, batería, percusión y voz) y Pepe Ábalos (bajo, guitarra, sintetizador, batería y voz) que acaba de debutar con un excelente larga duración titulado “Terroruterino”. Es un disco oscuro, bailable y contundente. Un debut con muy buenas perspectivas, que recurre lo justo a sus referencias más inmediatas –el krautrock, la psicodelia, la electrónica- para cocinar con ello su propio brebaje repetitivo e hipnótico. Con su tono -a veces festivo, a veces apocalíptico-, “Terror Uterino” nos traslada a esas fiestas de tres soles, sobrevoladas por el ángel exterminador. Terrenos fértiles para el misticismo del aquí y del ahora; laboratorio de límites, cuna de emociones trascendentales, diluidas al día siguiente en el magma confuso de la resaca.
La aparición de Siesta! no es un fenómeno aislado; está contextualizado en un momento especialmente fructífero en la escena musical valenciana, donde bandas como Neu! y La Dussedörf son referencias fundamentales. Jupiter Lion, Tarántulas Pentium (proyecto en solitario de Jonathan Cremades) y los más recientes Polígono Hindú Astral son algunos ejemplos de esta nueva veta electrónico-psicodélica levantina, a la que conviene seguir el rastro. Para dar a conocer su primer álbum -editado por Sonido Muchacho, Giradiscos y La Cúpula del Trueno con un artwork precioso de la ilustradora Clara Iris-, Siesta! ha escogido el último corte del disco, quizás el más lento e inquietante. Con él han rodado un videoclip delirante (y muy cuidado técnicamente) que estira deliberadamente la leyenda urbana sobre los afters valencianos, llevándola al paroxismo. Es la enajenación colectiva a 155 bpms, bañada con la luz de una decadente elegancia.
Siesta! “After” from Sonido Muchacho on Vimeo.
