Nos empeñamos en ocultar nuestro complejo de inferioridad asegurando que España es un país diferente. Incluso nos inventamos un eslogan, en inglés, claro, para decírselo al mundo con la esperanza de atraer turistas que vinieran a comprobarlo. Y esa conciencia de ser diferentes nos sirve para justificar muchas de las cosas que nos ocurren Pero no por ser distintos, si no por tener una excusa para encubrirlas. Afortunadamente no es así. No es nuestro sino hacer las cosas a contracorriente, cuando no a trasmano. También cabe la posibilidad de que, a veces, cojamos la ola buena y no solo eso, si no también que aportemos nuestro modo de ver las cosas. Una manera particular, no distinta. Eso es lo que ejecutan Siesta! desde hace algún tiempo y en especial en su nuevo trabajo ‘Fuerza de Gravedad Absoluta’ (Sonido Muchacho). Debe de ser que nadie les dijo a Jonathan Cremadas y a Pepe Ábalos que en España nadie podía mezclar electrónica, psicodelia y rock con clase. Que nadie era capaz de crear loops de diez minutos y sostenerlos sin que se viera el cartón. Así que ellos simplemente lo hicieron. Debe de ser que a Ripley Johnson nadie le habló de esa supuesta incapacidad nacional, cuando los eligió para talonear a sus dos bandas, Wooden Shjips y Moon Duo, en sus actuaciones en España. “Te sumergen en un hipnotizante y repetitivo mundo de dos gorilas asfixiados que tocan los tambores en un ritual eterno, en el que lo material te engulle y el alma se esparce”, describió de modo lírico Sanae Yamada tras verlos actuar antes de su concierto con Moon Duo, sorprendida por su modo de aporrear las baterías, que sin duda le recordó la furia de Moonwatcher en ‘2001’.
En ‘Fuerza de Gravedad Absoluta’ además, han añadido sensibilidad. “Montador de bicicletas” podría ser la banda sonora perfecta para el viaje en bici con el que Albert Hofmann inauguró la era psicodélica, con subidas y bajadas, pero sin dejar de pedalear rítmicamente. “Fuerza de Gravedad Absoluta” es, por decirlo en una palabra, un temazo. Un ritmo que te mueve desde el segundo 1, al que se van añadiendo elementos electrónicos absolutamente pertinentes y una voz que transmite una sexualidad de ultratumba. Una canción que promete fiesta en directo. Siesta! se enfrenta sin miedo a los tiempos largos, de hecho parecen más cómodos dejándose llevar por el loop. “Lomo Gordo” muestra el lado más housero del dúo con una larga intro donde el ritmo, por una vez, no se deja al golpeo violento de tambores, si no a una cadena electrónica sobre la que se deslizan múltiples efectos. “Sangre Nueva” es puro punk-rock. Rabia y brevedad. Eclecticismo sin perder la línea. Para inmediatamente, en “La Débil”, recuperar la marcha militar siglo XXXI. Siesta! han venido para despertarnos a golpe de baqueta sobre nuestras cabezas. Para convencernos de que muchas veces somos capaces de hacer lo mismo que los demás, incluso mejor que los demás.