Sierra Nevada se ha convertido en el telón de fondo ideal para la quinta edición del festival de electrónica Sun & Snow. Tres días donde han pasado leyendas como Hunee, DJ Holographic, John Talabot o Courtesy
Sierra Nevada es un lugar emblemático para disfrutar del ski, el snowboard y la nieve. Granada tiene la capacidad de tener todo para gustarle a todo el mundo. Pero, ¿sabías que desde hace cinco años hay un festival que se dedica a traer a la mejor electrónica internacional al norte de la ciudad andaluza? Sun & Snow nace con la intención de hacer llegar la mejor electrónica a todos los amantes del ski, el snow y la nieve. Música, deporte en un marco incomparable rodeado de montañas y naturaleza. El mejor clubbing europeo y berlinés en el sur de España.
En lo alto de la montaña de la sierra de Granada, desde el 5 hasta el 7 de abril, los más valientes y aventureros se atrevieron a pasar por un festival pasado por frío, nieve y viento. Aquí te dejamos cinco razones por las que atreverte a lanzarse al frío para disfrutar de la mejor electrónica
¿Por qué ir a un festival de música electrónica en mitad de la montaña y de la nieve? Y, ¿por qué no? Aparte de que seas o no amante del ski y el aprés ski, cuando ya has estado en muchos festivales de música, es difícil que algo te sorprenda. Lo más lógico es siempre tirar hacia lo conocido y lo cómodo y repetir, en bucle, una vez y otra vez, edición tras edición. Solo los más alocados, maniobreros y descarados rompen lo establecido y buscan experiencias, vivencias -y bandas- nuevas en diferentes formatos y festivales.
1. Sierra Nevada como telón de fondo
Sierra Nevada es una de las estaciones de esquí más famosas de España y de Europa. Entre Almería y Granada, el sistema montañoso es una preciosidad. Dejando el momento naturaleza a un lado, si te gusta esquiar, lo más probable es que conozcas el lugar… Pero, para personas que no esquían y no conocen lugares así, resulta bastante curioso y atractivo el visitarlo solo para estar en un festival en un contexto que no siempre es el más común. Un festival en lo alto de la montaña y entre la nieve, sí, es original y una experiencia que al menos, una vez en la vida, hay que vivir.
Courtesy durante la sesión el sábado por la noche
2. La curaduría musical y la electrónica
Es fácil encontrar buena música electrónica en los festivales, sales y espacios que se dedican expresamente a ello. Lo que no es tan fácil, es encontrar una buena curaduría musical a más de 2000 metros de altura. Nacho Rojas, director y fundador del festival, es esquiador profesional de toda la vida y melómano hasta la médula. Con las ganas de unir sus dos pasiones -y darse cuenta que, en los lugares de nieve, la única electrónica es de zapatilleo- decidió crear el festival Sun & Snow Weekend. Teniendo este dato en la cabeza, todo tiene más sentido. Este finde pasaron súper DJ´s como DJ Holographic. Nacida y crecida en Detroit -cuna de la música- fue una de las grandes sorpresas de esta edición. Otro descubrimiento fue el DJ alemán Leafar Legov, elegante pero con la capacidad de hacerte bailar durante horas.
El escenario Igloo, el segundo escenario del Sun & Snow (@sunandsnowweekend)
3. La comodidad del recinto: solo dos escenarios
El festival, normalmente, cuenta con tres escenarios, dos en la ladera de la montaña -no olvidemos a más de 2000 metros de altura- y uno, incluso más alto. Lo que pasa que, por problemas de viento de más de 120 kilómetros por hora, y por seguridad, decidieron dejar solo los dos escenarios/carpas principales. Los que estamos acostumbrados a ir a festivales de diferentes formatos, dos escenarios y uno cerca del otro, es de agradecer. Adiós a buscar a tus amigos borracho durante horas, adiós a perderte artistas por tener que caminar varios cientos de metros para poder llegar puntual al concierto… Si perdías a alguien, lo encontrabas a los minutos y, si te aburrías y querías varias, a unos pasos, disfrutabas de los mejores productores de electrónica. Cada uno en su mood y su rollo, pero así, era imposible aburrirse.
4. Romper prejuicios sobre cómo deberían ser los festivales y apoyar lo nuevo y pequeño
¿Qué está pasando con los festivales de música que nos pensamos que si no todo está superbién hecho, perfecto y cuadriculado, nos parece mal? Es cierto que las entradas a los grandes -y mainstream- festis valen un riñón y, por lo tanto, todo debe ser de primera calidad y top. Sin embargo, los festivales de música no ganan dinero hasta su cuarta edición… Y si es que llegan a ganarlo. Así que está bien que empecemos a apoyar y creer en festivales más pequeños, que están empezando y que son imperfectos. Porque ahí está la magia. Ver cómo va cambiando, evolucionando y mejorando desde el principio y cómo se puede apoyar la música de muchas maneras y no todas masivas.
5. Aventuras e imprevistos
Como te hemos comentado, un festival pequeño que empezó como algo casero entre un grupo de amigos y va mejorando, edición a edición. Pero ¿no se supone que vamos a los festivales solo por la música? Este es un gran debate que existe a día de hoy, ¿para qué existe un festival? ¿Para una despedida de solteros? ¿Solo por la fiesta? ¿O para disfrutar de la buena música con los amigos? Cada uno tendrá sus motivos… Y está claro que cambios de hoteles, cancelaciones de actividades, problemas logísticos sobre cómo llegar a una montaña, líos de ubicaciones, autobuses, pueden echar para atrás. Lo que sí es cierto que está bien y de vez en cuando, vivir aventuras y salir de la zona de confort – de los festivales- e ir con la mente abierta a un festival en la montaña nevada, a más de 2.000 d metros de altura, para ver qué es lo que puede pasar (o no).