Sara Rivero ha aprovechado el confinamiento para terminar su nuevo corto.
Señora Panadera es la tercera entrega de la Trilogía de la renuncia. Y lo estrenamos en exclusiva en Neo2 al final de esta entrevista con la actriz y realizadora.
El corto Señora Panadera se construye en torno al audio de una conversación que tuviste junto a tus compañeros volviendo de una función en Valencia. ¿Quiénes te acompañaban? ¿Qué obra veníais de presentar?
Sara Rivero: En la pieza coexisten varias dimensiones y efectivamente, una de ellas corresponde al viaje de vuelta de una de nuestras funciones con la obra El Cíclope. Mis compañeros Eva Isanta, Daniel Freire, Manu Baqueiro y Celia Vioque, junto a Antonio Rincón-Cano y Romeo Urbano del equipo de dirección. Volvíamos charlando y riendo como tantas veces. Utilizar una premisa sonora es mi forma de trabajar, así que sentí que eran las circunstancias apropiadas, puse la grabadora y saqué el tema del pan. Coger la ola.
¿En qué momento del confinamiento se te ocurre montar un corto con aquella conversación en torno al pan?
Cuando esto sucedió yo ya había tenido que dejar el pan y no dejaba de dar vueltas a la idea de que lo que hace menos de 100 años era símbolo del alimento y el porvenir, hoy es una de mayores causas de enfermedad digestiva. Hola, qué tal… ¿Puede haber una mayor metáfora de nuestra sociedad capitalista? Antes se enfermaba por no comer, y ahora enfermamos por haber comido. Y es que en nuestra era, nos hemos olvidado de que de éxito también se puede morir.
Respecto al confinamiento, el corto ya estaba hecho y tenía una planificación diferente de cara a la primavera cuando está situación apareció. Pero para maravilla de mis ojos, he podido contemplar cómo durante el encierro la gente volvía a hacer pan en sus casas y que estaba ligado al abandono de la velocidad. A disponer del tiempo. A dar valor al alimento y a nuestras manos. Me di cuenta de que el contenido de la pieza tomaba más sentido que nunca. Así que lo saqué del circuito planificado para poder compartirlo. Porque de eso se trata ahora. De aportar y darle una vuelta a que el éxito particular pasa por lo que le das al colectivo.
Sara Rivero: Factótum del cine
Por otro lado, te vemos a ti misma frente a la cámara. ¿Te has encargado de todo? Actuación, dirección, guion, montaje…
Cuando trabajas con el video-ensayo, el corto o la pieza se convierten en un proceso personal e íntimo. Investigas, escribes, tomas todas las decisiones estéticas y montas, porque a su vez el montaje forma parte de la escritura. Como una artesanía, aunque sea digital. Sin embargo, siempre necesitas de tu equipo para completar el proceso y el mío es una fantasía. Las fotos son de José Señorán, el grafismo de Jimena Merino, el vestuario es de Marlota. De Troia la composición musical, y Mckanan en la mezcla de sonido.
En las imágenes vemos vídeos de archivo, como el documental Las Hurdes, tierra sin pan de Luis Buñuel, ¿cómo los escogiste?
Volviendo a las distintas dimensiones, el archivo te permite abrir la dimensión del pasado y resignificarlo. Poder establecer una conversación entre lo que fue y lo que es. Entre antes y ahora. El fragmentito de Las Hurdes, tierra sin pan (1933) es un flashback directo a la realidad de solo tres generaciones anteriores a la nuestra. Hacia lo que no queremos recordar o se nos ha olvidado. A lo que quiero que veas –no por curiosidad– para que recuerdes y actúes sobre el presente.
Señora Panadera es la tercera entrega de la Trilogía de la renuncia. ¿Cuáles son las dos primeras?
Tras La Fe, y Papá Cohiba (que estos días podéis ver en la plataforma online del festival Mecal), Señora Panadera es, efectivamente, la tercera pieza de la Trilogía de la renuncia. En ella reviso –y me reviso– en relación a algunos elementos cotidianos y universales, que de alguna forma se han pervertido por la velocidad de nuestro tiempo. Atrapada en la contradicción y el apego, pongo el foco y la investigación en ellos, al mismo tiempo que decido renunciar.
Señora Panadera: Las leyes de la naturaleza
En el dossier del corto hablas de que “nos hemos saltado las leyes de la naturaleza” y de que “la era de la velocidad tiene consecuencias”. ¿Era de esperar la crisis del Covid-19?
El Covid-19 es el primer “zasca” en toda la boca a nuestra todopoderosa generación. La mía, la tuya y la de tu primo pequeño trapero. Evidentemente todos estamos tristes y asustados. Todos sentimos profundamente cada infectado, cada despido, cada pérdida, –porque aquí todo son pérdidas– pero obviamente era de esperar.
Esto o cualquier otra catástrofe que nos recuerde que la vida es otra y que somos frágiles. Todopoderosamente frágiles. Que nos recuerde que nos hemos saltado las leyes de la naturaleza y que nuestra forma de vivir en el exceso tiene consecuencias. Pero es curioso, porque de algún modo, la pandemia trae dentro de sí el antídoto: a la velocidad, silencio.
No lo parece, pero hay algo bueno en todo esto –si es que no se alarga demasiado y nos volvemos todos locos– y es esto: parar. Ser capaces de enfrentarnos a la grandeza de disponer del tiempo. Aceptar limitaciones. Abrir la conciencia al bienestar del otro. Coquetear, gracias al Covid, con un cambio de paradigma que irremediablemente está por venir.
¿Cómo te ha pillado el confinamiento? ¿Te está permitiendo de alguna manera seguir trabajando en los proyectos que ya tenías?
El confinamiento me pilló en mitad del rodaje de La Caza: Tramuntana, serie para TVE que estábamos grabando aquí en Mallorca, donde todavía sigo aunque el rodaje se haya parado. Tengo mi ordenador y me ocupo de algunas cosas, pero estoy más conectada con simplemente vivir. Con hacer bizcochos, cuidar de mi preciosa amiga y su precioso bebé –con quienes estoy pasando este encierro– y bailar zumba en el salón. De nuevo “habitar el tiempo”, porque que hace mucho que no nos pertenece. Salud y fuerza para todos.
Aquí os dejamos en exclusiva el corto Señora Panadera:
Señora Panadera. from Sara Rivero on Vimeo.