Hasta el 31 de octubre, el actor y dramaturgo Santi Senso presenta su nuevo Acto Íntimo, La Tetraplegia de Cor. Una obra en la que de nuevo Senso se entrega a través de la danza, la actuación y la música, enseñándonos lo más profundo de su yo interior.
Santi Senso (@santisensoperdido) vuelve al teatro con uno de sus especiales Actos Íntimos. En dos funciones, una el 24 de octubre y otra el 31, el actor se sube de nuevo a las tablas de El Umbral de la Primavera (Calle Primavera 11, Madrid) para darse en La Tetraplegia de Cor. En este nuevo montaje teatral, Senso vuelve a viajar a la parte más decisiva de su vida, y en esencia de todos nosotros, la infancia. Ese periodo en el que desarrollamos todas las aristas esenciales de nuestra personalidad, pero en el que también descubrimos lo que es el miedo. Santi se planta en el centro del escenario, rompiendo la cuarta pared e interpelando al público con su poderosa historia. Una historia que no es nada fuera de lo común y que por eso es tan especial y potente.
Fotos: Abel Trujillo
Usando como símil y vehículo interextual los caballos, el actor nos sumerge en un relato catártico, que contiene identidad, bullying y sentimientos descarnados. El elenco de actores o potros se convierte en un pilar fundamental de este Acto Íntimo. Como ya vimos en Parir, uno de las últimas puestas en escena de Senso, el reparto actoral asume la gran carga personal del texto y lo hacen suyo. Los actores funcionan como un trasunto de Santi y a través de sus bocas, de su canto y de su danza recitan las palabras del protagonista, relatan su vida y nos cuentan sus experiencias sensoriales y extrasensoriales. El cuerpo vuelve a ser absoluto centro y protagonista en La Tetraplegia de Cor. Los movimientos y las coreografías ayudan a construir una imagen simbólica que completa el significado del gran texto al que nos enfrentamos.
Fotos: Abel Trujillo
Al igual que en anteriores Actos Íntimos, el vestuario a cargo de Fede Pouso adquiere una dimensión nueva y significativa. Santi aparece ataviado como la cabeza de moderno córcel humanizado y su cuerpo equino es creado con la unión de sus potros desnudos sosteniendo varas de acero. Un preciosa metáfora del significado de las diferentes facetas de la personalidad de Senso y de los pasajes de vida y muerte del “yo” que explora en esta obra.
En La Tetraplegia de Cor, Santi Senso se vuelve a regalar a sus espectadores, se lanza de nuevo al vacío de un patio de butacas. Un espacio repleto de personas dispuestas a abrazar sus aventuras y miserias. Y eso es algo muy auténtico y que merece ser visto una y mil veces. Porque, en estos tiempos en los que la sinceridad no está de moda, Santi rompe con todos los esquemas y demuestra la verdadera decadencia de la mentira.
3 de noviembre de 2021 a las 9:27
Si queréis ver la fetichizacion racial de un pavo blanco durante una hora y media lo recomiendo si tenéis algún tipo de interes en la igualdad de las personas mejor no ir