Magliano estrena una simbólica muestra inspirada en la teoría humoral de Hipócrates. En su nueva colección Sanguine, el diseñador boloñés pretende elevar el streetwear a la alta costura.
Luca Magliano es un creativo emergente afincado en Bolonia. Para su nueva colección Sanguine, se inspira en la labor artesanal de los sastres y los principios de volumen y proporción, con ánimo de aunar las bases de la estética a la moda streetwear. En una revisión a la teoría de Hipócrates, parte de los cuatro grandes temperamentos -sanguíneo, colérico, flemático y melancólico- para abordar el equilibrio de la naturaleza humana desde una revisión simbólica de sus tendencias humorales.
Sanguine dialoga con los cuatro humores en la confección de una serie de prendas upcycling, recuperando tejidos de temporadas pasadas para dotarlos de nuevos tintes orgánicos. En una línea que destaca por sus tonalidades neutras, en negro, beige o azul marino, fusiona elementos típicos del streetwear al workwear y sastrería clásica. Para ello se recurre a la fusión de capas y prendas de cintura baja, creando una impresión de volumen; se incluyen desde sudaderas oversize y pantalones holgados hasta blazers de corte recto y vestidos de lana jacquard, con camisas de seda y elegantes prendas de lino.
Como muestra del humor melancólico, la colección aporta elementos de workwear y monos de trabajo de inspiración técnica. El temperamento sanguíneo se tradujo en lo que el diseñador vino a bautizar como “ropa de enamorados”: sobresale una camisa lencera de algodón transparente, acompañada de ropa interior con un acento erótico. La tendencia flemática de Sanguine, por su parte, se ve perfilada en trajes “espirituales”, chaquetas de corte clásico y sudaderas oversize, que casan a la perfección con un desenfadado print floral. Por último, el humor colérico se exhibe en la sobreabundancia de estampados, combinados al azar en camisetas y blazers clásicos. También los trajes y vestidos de Magliano se revisten de impresiones coloridas y vistosas.
Magliano, además, completa la colección con los amuletos italianos de la buena suerte. Los looks se enriquecen con los charms del clásico corazón roto, las cadenas de San Sebastián o el diente de leche de la suerte. Frente a una preponderancia de las tonalidades neutras, apreciamos igualmente pinceladas en tonos eléctricos y vibrantes; desde verde bosque a azul hielo o rosa chicle. Hablamos, por tanto, de un acertado contraste, que concluye en una muestra disruptiva y rechamante.
El transcurso del vídeo de Sanguine corre en paralelo a esta progresión simbólica, partiendo de un limbo blanco -metáfora de la naturaleza melancólica/flemática- hasta dirigirse a un escenario más convulso, relativo a lo colérico y sanguíneo. Obra del director Tommaso Ottomano, con la ayuda del creativo Michele Rizzo y la banda sonora del jovencísimo baterista Edoardo Lovazzi, el vídeo ha triunfado en la Semana de la Moda Masculina de Milán.