Entrevista a la artista noruego-congolesa Sandra Mujinga. Su obra evoca la hipervisibilidad y la invisibilidad, condiciones opuestas pero fundamentales de la identidad negra.
Sandra Mujinca representa realidades poshumanas y especulativas con espectros de nuestra historia colonial e inspiradas en videojuegos, ciencia ficción y afrofuturismo, que invitan a sumergirse en un mundo efímero y etéreo. En su obra aparecen tanto artesanía tradicional como tecnología digital. La fuerza crítica de esta yuxtaposición da lugar a un lenguaje visual polifacético que incluye escultura, instalación, textiles, vídeo, performance y música electrónica.
Foto de portada: “Reworlding Remains”, 2021. Vista instalación en la expo “The Milk of Dreams” en la 59ª Bienal de Venecia
Retrato de Sandra Mujinga. Foto: Gustave Muhozi
Borges y Glissant fueron durante mucho tiempo de los autores más citados del arte contemporáneo. Pues la teoría de Glissant sobre el potencial de la opacidad radical para subvertir la reductora mirada colonial, encuentra forma en la práctica artística de Sandra Mujinga. Nació en Goma (República Democrática del Congo) en 1989, año en el que cayó el muro de Berlín y occidente comenzaba su itinerario hacia el mundo globalizado actual. Creció en Noruega y ahora vive entre Oslo y Berlín. Esto es todo lo que hemos hablado con la exitosa pero reflexiva artista.
“SONW: Shadow of New Worlds”. Vista expo individual en Bergen Kunsthall, 2020
Estudiaste en la Academia de Arte de Malmö (Suecia), ¿cuándo supiste que querías ser artista? ¿Hay antecedentes artísticos en tu familia?
Sandra Mujinga: Crecí con una madre creativa que también trabajaba con la moda. Comencé a estudiar arquitectura pero no me fue bien y fue entonces cuando un profesor me sugirió que me apuntara a la Academia de Arte. Viví rodeada de creatividad, pero no me imaginé que iba a ser artista hasta mucho más tarde.
“Spectral Keepers”, detalle de los textiles, 2020. Vista expo en The Approach, Londres, 2021
Tienes un background cultural plural, si no me equivoco tu lengua materna es Lingala, de niña adoptaste el noruego y más tarde incorporaste el inglés, idioma internacional del arte, como lengua principal de tu práctica, ¿en qué idioma sueñas y piensas?
Sandra Mujinga: Pues depende mucho de la gente con la que estoy y del lugar en el que me encuentre. Cuando estoy mucho tiempo en Oslo y tengo que hablar en inglés, me salen palabras noruegas. Así que supongo que noruego.
“Octo Clutch/Temporary Home”, 2018. ista expo “Calluses” en Tranen, Hellerup (Dinamarca), 2018
La negritud, la representación de los cuerpos negros y las políticas de (in)visibilidad configuran el núcleo de tu práctica artística. Viviendo en la homogeneidad racial de Noruega como una chica negra, ¿alguna vez quisiste ser invisible? Quiero decir, ¿alguna vez quisiste pasar desapercibida?
Sandra Mujinga: Creo que en realidad nunca he querido ser invisible, al contrario, he querido ser visible pero por las razones adecuadas. La invisibilidad para mí ha sido una estrategia de supervivencia cuando me han etiquetado como “el otro” , como “diferente”. A veces me ha resultado mejor esconderme y existir en mis propios términos que ser visible y verme reducida a proyecciones sobre un cuerpo negro.
“Skip Zone: Tiril Hasselknippe, Sandra Mujinga, Kah Bee Chow”, 2017 en Magenta Plains, New York
Por supuesto, es importante reivindicar nuestro lugar sin clichés. Por otro lado y siguiendo con Noruega, en varios artículos publicados allí sobre ti, se te describe como artista noruega y no se habla de tu herencia congoleña. ¿Tienes sentimiento de pertenencia a Noruega? ¿Cuál es tu opinión sobre diversidad y inclusión ahí?
Sandra Mujinga: He crecido en Noruega y me considero noruega. Curiosamente, me siento más noruega cuando no estoy allí que cuando estoy. Considero que quizás todavía hay una idea inherente de cómo debe ser un noruego, pero entiendo que poco a poco está cambiando.
¡Eso es bueno! Tomando otros conceptos relacionados con la (in)visibilidad recurrentes en tu obra: por ejemplo “opacidad vs transparencia” (en el sentido de Édouard Glissant).
Sandra Mujinga: Son espacios que escapan al control y en los que se ejercen libertades. Ese es el sentido, pienso que hay en mí una insistencia en ser multicapa y empezar a imaginar espacios para ser verdaderamente libres. Aclara Édouard Glissant al final de su ensayo “Poética de la relación”, que “lo opaco no es lo oscuro”, sino “lo que no puede reducirse”.
“Nokturnal Kinship” (Performance), 2018
Has hablado mucho de la falta de representación étnica en las instituciones artísticas. En este momento se habla mucho de conciencia racial, de restitución poscolonial, etc. ¿Se trata de una tendencia, algo hype en el mundo del arte?
Sandra Mujinga: Quiero pensar que se trata más bien de que finalmente se diga la verdad. No abordar la violencia actual del colonialismo es una mentira.
“Amnesia? Amnesia?”, 2019, en Charlottenborg, Copenhagen (Dinarca)
Con respecto al multiculturalismo y la diversidad, ¿crees que el lenguaje occidental/el arte blanco sigue dominando el mundo del arte, y que otras culturas sólo se valoran si son exóticas y que es así como lenguaje artístico internacional puede asimilarlas?
Sandra Mujinga: Yo opino que hay un cambio de paradigma y un cambio en las ideas sobre cómo conseguir un sitio en la mesa. Hay más conciencia de cómo el arte se ha leído a través de la mirada blanca y hay un interés por incluir al resto del mundo y crear más mundos (de arte).
“Shed, 2018. Vista expo “Calluses” en Tranen, Hellerup (Dinamarca), 2018
Pasemos ya a tus obras. Se te reconoce por tus figuras humanoides de presencia etérea. Tus imponentes figuras antropomórficas, como “Spectral Keepers”, “Sentinels of Change” o “Reworlding Remains” carecen de rostro y están encapuchadas. A veces son idénticas, salvo por el gesto o la postura. ¿Cuál es la razón?
Sandra Mujinga: Pues la razón es que me gusta pensar que se protegen unos a otros multiplicándose, así se convierte en una forma de camuflaje.
“Spectral Keepers”, 2020. Vista expo en The Approach, Londres, 2021
También forma parte de su firma el que tus instalaciones estén iluminadas en una inmersiva luz verde. Cuando paseaba por el Arsenale de Venecia y desde lejos vi una sala con luz verde supe que eras tú. ¿Cuál es el significado de esa luz verde?
Sandra Mujinga: La luz verde, en origen, viene de la utilización de estudios con pantalla verde para filmar mis vídeos. La pantalla verde se convierte en un marcador de posición para muchas cosas, ya que tiene una función intercambiable. Utilizo el (espacio) verde para pensar en la negritud y el vacío.
“Reworlding Remains”, 2021. Vista instalación en la expo “The Milk of Dreams” en la 59ª Bienal de Venecia
Y hablando de la Bienal de Venecia, ¿qué se siente al participar en uno de los acontecimientos internacionales más importantes del mundo del arte?
Sandra Mujinga: La verdad es que me hizo mucha ilusión estar en esa exposición en particular, porque soy fan de muchas de las artistas.
2022 ha sido un gran año para ti. Además de Venecia, has ganado uno de los premios de arte alemanes más prestigiosos, el “Preis der Nationalgalerie” (2021), has expuesto con el MoMA en Seúl… ¿Cómo explicas este éxito?
Sandra Mujinga: Pues agradezco que personas de diferentes partes del mundo hayan visto mi obra y hayan querido contar conmigo. Lo cierto es que trato de estar más presente en el momento.
Retrato de Sandra Mujinga frente a su instalación “IBMSWR: I Build My Skin With Rocks” en Hamburger Bahnhof, Berlín, 2022. Foto: @art/beats
Como resultado del premio alemán, expones “I Build My Skin With Rocks” en Hamburger Bahnhof de Berlín. Es una videoescultura gigante a modo de monolito con banda sonora envolvente —me recuerda a la película “2001” de Kubrick—. ¿De qué trata?
Sandra Mujinga: Mi práctica se basa en la ficción especulativa para investigar y sugerir diferentes estrategias de supervivencia, y muchas veces se inspira en los animales. Lo que hice fue imaginar un cuerpo a través de la escala, volverse invisible a través de la escala. Un cuerpo que fuera tan abstracto como indetectable. Es como utilizar un zoom extremo sobre un cuerpo como una ventaja, de modo que de tanto ampliar se pierde la noción del cuerpo.
“IBMSWR: I Build My Skin With Rocks”, 2022. Vista expo en Hamburger Bahnhof, Berlín. Foto: Jens Ziehe
La serie “LACK”, una de tus últimas obras, parece abordar la “falta” de representación de la gente negra, pero ¿se inspira en el legado del retrato negro?
Sandra Mujinga: Para estas piezas empecé mirando los retratos de Malik Sidibe y pensando en los retratos en el contexto de la posindependencia de Malí en los años sesenta. También me fijé en retratos familiares personales y pensé en cómo habían desaparecido los rituales en torno a la reunión y la realización de retratos familiares. En la serie se puede ver el mismo cuerpo multiplicado pero con rasgos faciales diferentes. Los rasgos faciales son compartidos, de modo que nunca reconoceremos realmente un rostro concreto.
“LACK”, 2022 en Sandefjord Kunstforening (Noruega)
¡Interesante! Tras las temáticas, veamos aspectos formales de tu práctica. Hablanos de los textiles y su relación con la moda.
Sandra Mujinga: Me gusta pensar en los tejidos como si fueran una segunda piel. También me atrae la agencia de un tejido. Cuando rasgo y corto varias telas y trabajo con ellas, como hice con mis obras en Venecia, al final forman una piel pixelada. La piel es el comienzo de la creación del mundo. Siempre me ha fascinado cómo el tejer sentó las bases de la creación de los ordenadores y la teoría computacional.
“Seasonal Pulses”, 2019 en Croy Nielsen, Vienna
Además de artista visual, eres escritora, cineasta, música y DJ. ¿Cómo te han influido todas estas experiencias?
Sandra Mujinga: Imagino que me ha venido bien conocer a gente distinta en contextos diferentes. Siempre he sido así, incluso en mi adolescencia, me juntaba con todo el mundo. Pertenecía a todas partes y a ninguna al mismo tiempo.
“Atrophic Giants”, 2018 en KLUBRÅ, Roskilde Festival
Así q eres fluida y adaptable, ¿es por eso que la performance es un elemento clave y conecta tus instalaciones, películas y música?
Sandra Mujinga: Pienso en la coreografía y el movimiento del público en todo lo que hago. Creo que la performance también me ha entrenado para estar muy presente en la sala y hacer ajustes en consecuencia. Siempre pienso en la instalación de la exposición incluso cuando ya se ha inaugurado, la inauguración es el comienzo de algo más que el final.
“Ghosting”, 2019. Vista expo “Witch Hunt”, en Kunsthal Charlottenborg, Copenhagen, 2021
Luego usas muchos acrónimos para nombrar sus piezas “ILYNL, CSOW, SOC & RR, SONW, IBMSWR”, ¿por qué?
Sandra Mujinga: Creo que los acrónimos son interesantes porque se convierten en algo fungible y en un nuevo lenguaje. Podemos decir lo mismo pero significar cosas completamente distintas y crear mundos paralelos.
“CSOW: Closed Space, Open World”, 2022. Vista expo en la Malmö Konsthall, 2022
He leído que te gusta aprender nuevas técnicas, ¿qué es lo último que has aprendido y qué más te gustaría aprender?
Sandra Mujinga: Me gustaría trabajar más con animación 2D y dibujar más. En un futuro también me gustaría tomar clases de interpretación.
A lo largo de tu carrera has vivido en muchos lugares. En tu adolescencia también viviste en Kenia. ¿Cuál es tu conexión con África en este momento?
Sandra Mujinga: Considero que hay escenas artísticas interesantes en Accra, Dakar y me gustaría hacer más proyectos en la República Democrática del Congo, donde nací. Y estoy entusiasmado con LuCAC, un centro de arte contemporáneo que abrirá sus puertas en Lusaka, Zambia. Y esto es sólo una parte de las cosas emocionantes que están sucediendo en África.
“I Can Delete It, It Is Not Happening Now”, 2014. Parte de Part of Soft City , en Kunsthall Oslo
Y sobre Black Lives Matter, dijiste en una entrevista: “La gente proyecta cosas sobre una figura. Sólo por llevar una sudadera con capucha y ser una persona negra rapada, he sido percibida como peligrosa”. ¿Hay diferencias entre los afroamericanos y los africanos?Parece pues que en Europa hay el mismo problema que en Estados Unidos, ¿quizás aquí hay menos abusos policiales?
Sandra Mujinga: En mi opinión creo es fácil ver lo que ocurre en Estados Unidos y pensar que al menos no estamos tan mal como ellos. Pero también puede convertirse en una distracción y no prestar atención a lo que está realmente está ocurriendo. Por ejemplo, con las políticas de inmigración y el endurecimiento de las fronteras. La continua pérdida de vidas en el Mediterráneo no debería normalizarse, por eso también decimos: “Black Lives Matter”.
“Hoarse Globules”, 2018
Tienes toda la razón, ¿es por eso que en tu vídeo statement hablas del interés por la construcción del mundo del “otro” y de la necesidad de hablar de raza y clase? También planteas esa cuestión en “You Are All You Need”…
Sandra Mujinga: No deja de sorprenderme que las películas y series de ciencia ficción y fantasía sigan estando protagonizadas principalmente por actores blancos y personas de piel clara. Es como si incluso en esos géneros —donde se puede escribir sobre dragones y lo que sea— se siguiera borrando la negritud, a menos que los cuerpos negros estén ahí para sufrir y representar el dolor en un par de minutos.
Fotograma de “IBMSWR: I Build My Skin With Rocks”, 2022
La comunidad queer habla mucho de comunidad y de espacios seguros. ¿Las comunidades negras también necesitan crear espacios protegidos/seguros?
Sandra Mujinga: No me parece que los dos espacios se tengan que excluir mutuamente. Considero que los espacios tienen que ser interseccionales.
Hablemos un poco de la sociedad contemporánea. Sobre el uso de la tecnología, Internet y las redes sociales. Tu obra conjura contradicciones en las que el mundo digital es un espacio de reinvención, pero también de vigilancia constante. En tu video instalación “Pervasive Light”, una imagen borrosa de una figura negra encapuchada entra y sale de las pantallas, como intentando escapar de los modos de identificación. Desde el principio hablas de ocultarse deliberadamente, ¿usas mucho las RRSS?, ¿estar online no es ser muy visible?
Sandra Mujinga: Creo que también se trata de ejercer la libertad incluso cuando uno se siente capturado. La imaginación lo es todo. Por otro lado, mi presencia en Internet varía mucho. La he utilizado para muchas cosas y siempre estoy buscando nuevas formas de seguir utilizándola. Últimamente encuentro consuelo reuniéndome con gente presencialmente fuera del escenario online. Estoy intentando alejarme de la mentalidad de la ganancia.
“Pervasive Light”, 2021 en Sandefjord Kunstforening
Para terminar me gustaría preguntarte cuál de las distopías contemporáneas te preocupa más: el cambio climático, la ecología, el racismo, el resurgimiento global del fascismo, la radicalización, la polarización…
Sandra Mujinga: Mi respuesta es que todas, porque considero que están conectadas. Mi principal preocupación sería la pasividad, la falta de curiosidad y el desinterés por la historia. Entiendo que es fácil tener ganas de rendirse cuando sientes que todo recae sobre tus hombros, por eso es importante buscar comunidades que te nutran.
“Rare Darlings”, 2015 en la galería KHM in Malmö
Sí que hace falta empatía en este mundo. Cuéntanos ahora tus planes presentes y futuros.
Sandra Mujinga: En febrero haré una exposición individual con mi galería Croy Nielsen en Viena. Más adelante participaré en la exposición colectiva “Signals” en el MoMa y también mostraré mi video instalación “Flo”, que forma parte de la colección del MoMa. Otras exposiciones colectivas de esta primavera serán en Schinkel Pavillon de Berlín, el museo Capc de Burdeos y en el Santa Mónica de Barcelona. En otoño me trasladaré a Nueva York para una residencia y pasaré allí un año.
Inauguramos el año 2023, ¿cuáles son tus deseos para este año que acaba de comenzar?
Sandra Mujinga: ¡Deseo más bondad y compasión, nunca hay suficiente. Y curación!
“Worldview”, 2021. Vista expo en el Swiss Institute, New York, 2021
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