Entrevistamos a la artista canadiense Sabrina Ratté a propósito de su exposición en uno de los centros de arte digital más importantes de París, La Gâité Lyrique.
Sabrina Ratté nos habla de sus mundos virtuales, sus inspiraciones y de su visión de la ecología en un mundo cada vez más tecnológico. Más de doce obras desde el 2011 hasta la actualidad componen esta exposición-experiencia en la que Sabrina Ratté explora nuestra nueva relación con las imágenes y los espacios compartidos en un mundo post-confinamiento, saturado por el fenómeno digital y visual.
Imagen Superior: Alpenglow – 2018.
Undream – 2018.
Sabrina Ratté atraviesa la pantalla para interpretar una era de sobredosis visual que impregna nuestras retinas desviándonos de un propósito ilustrado, mediante la creación de ambientes que nos transportan a espacios más allá de la superficie de la imagen. Su obra se basa en la intersección de las artes visuales, la escenografía, la performance y la música, investigando las múltiples posibilidades ofrecidas por el imaginario digital, el video análogo y la animación 3D, además de la fotografía, la impresión, la escultura, la realidad virtual y la video instalación.
Undream – 2018.
Su continua exploración de nuevas técnicas nos muestra aquellos temas que aparecen en sus trabajos, como la influencia de la arquitectura y la tecnología digital en nuestra percepción del mundo y nuestra relación con el aspecto virtual de la existencia. Sabrina Ratté ha ocupado la pasada década indagando sobre las relaciones entre lo real y lo virtual para imaginar ambientes que ella crea a partir de tecnologías análogas y herramientas digitales. La electricidad es su materia prima y el video su sustancia maleable, a través del cual genera nuevos significados a través de la transformación y yuxtaposición de elementos de su propia realidad. A través de su propio mundo, Sabrina Ratté tiene la posibilidad de crear esos paisajes impredecibles únicamente existentes en su propio espacio.
Monade I.
Inspirada por la cultura web y sus simulaciones, además de por la ciencia ficción y la arquitectura, Sabrina Ratté elabora imágenes/espacios por los que navegar. Igualmente concibe la realidad como material en bruto para sus videos, siendo su día a día su punto de inicio, puliendo su faceta reflexiva como una realidad alternativa infinita que aumenta nuestra experiencia del aquí y del ahora, a la vez que se puede estar en otro sitio.
Su arte es como el del alquimista, transformando la materia en luz y la ilusión en profundidad, utilizando colores y atmósferas y aplicando la tecnología de una forma poética.
“Creo que una constante en mi práctica es la fascinación por la forma metafísica de mirar al mundo, cuestionando lo que se considera real, bien imaginado o proyectado. Estas cuestiones han sido exploradas en una variedad de enfoques formales y conceptuales, desde trabajar con señales electrónicas (análoga/digital), a investigar la arquitectura (virtual/física) y más recientemente, investigando la noción de antropoceno. Mi trabajo cuestiona continuamente la forma en la que la ‘realidad’ es percibida.”
Monade II.
Atraída por la literatura de ciencia ficción y de ficción especulativa de autores como Philip K. Dick, Ursula K. Le Guin o Greg Egan, así como por las teorías Cyborg de académicas como Donna J. Haraway, Sabrina Ratté también incluye entre sus influencias a pioneros del video arte y de la animación computacional, la filosofía, la teoría y la arquitectura. Principalmente su obra está “inspirada por la tensión entre utopia y distopía, existencia física y virtual, inmersión y distancia, naturaleza y tecnología, lo sublime y lo repulsivo. Existe una ambigüedad para aquellos conceptos que parecen contradictorios que me conducen a preguntarme sobre la naturaleza de la realidad y más específicamente el marco cultural y subjetivo a través del cual se construye y se define”.
Monade III.
También la música supone un ingrediente importante, crucial, para marcar el ritmo de los videos de Ratté. A través de la creación de estructuras arquitectónicas y paisajes electrónicos, las imágenes de video están en constante dialogo con los sonidos etéreos y los pulsos futuristas generados por Roger Tellier-Craig, encargado habitual de ambientar los videos de Sabrina Ratté.
Monade IV.
Aurae
Los duros meses de confinamiento actuaron de detonante para que la artista multimedia diseñara su siguiente exposición de gran formato, que inaugura el 17 marzo en el centro Le Gaîté Lyrique de París. “Aurae es una recopilación de más de una docena de mis obras, desde el 2011. Mis inspiraciones han ido evolucionado a lo largo de los años. Este proyecto era una oportunidad para revisitar estas inspiraciones, además de reflejar la forma en la que dialogan entre sí para crear una exposición a otro nivel de interpretación de mi cuerpo de trabajo.”
Machine For Living – 2018.
Aurae consiste en una exposición-experiencia en la que Sabrina Ratté explora nuestra nueva relación con las imágenes y con los espacios compartidos en un mundo post-confinamiento, saturado por el fenómeno digital y visual. Mediante el uso de filtros opacos, efectos espejo y técnicas de perspectiva, la artista canadiense nos sumerge en la realidad ambigua de su era tecnológica con doce de sus obras más recientes. Comisariada por Jos Auzende, Aurae brinda un halo de imágenes maravillosas y nos adentra en un area de metamorfosis espacial inmersivo, envolvente y ambiguo, en el cual Ratté se inventa paisajes corpóreos y una arquitectura onírica que oscila entre el mundo físico y el virtual, en esta serie de obras que incluye proyecciones de video, animaciones, impresiones, fotometría, esculturas e instalaciones espaciales. “Esta muestra reúne muchas de mis obras, pasadas y recientes, en una instalación a gran escala que incluye videos, esculturas, impresiones, realidad virtual, arquitectura, así como instalaciones interactivas. Las piezas están organizadas en el espacio de tal manera que genere un viaje a través de diferentes unidades de ambientes”, explica Ratté.
Inscape 1.
Y aunque su visión de la arquitectura suele ser representada en un plano virtual en el cual, a través de sus obras nos adentramos en un metamundo construido de forma paralela a la realidad, en Aurae la artista va más allá intentando fusionar las dos realidades a través de la arquitectura: “La exposición está pensada como una extensión de la arquitectura de la Gaîté Lyrique; algunas piezas como Aliquid or Machine for living parecen estar estructuradas desde las columnas o parecen prolongarlas, mientras que otras como Undream y Radiances están conectadas físicamente la una a la otra, empezando por el entresuelo, pasando sobre la vaya, para finalmente alcanzar el sótano, como si fuera una arquitectura tentacular independiente de la gravedad”.
Floralia – 2021.
“Estoy interesada en la inmersión, pero sobre todo en la idea de crear una tensión entre la inmersión y la distancia. Por ejemplo, es importante para mí que los mecanismos, formas y estructuras del trabajo presten una capa adicional de significado a las imágenes presentadas. En otras palabras, mantener una especia de lucidez y un ojo crítico hacia lo que vemos y experimentamos, a la vez que somos absorbidos.
Muchas de estas piezas pueden visitase en un espacio principal abierto, menos un proyecto, Distributed memories, que se presenta en una sala separada; una caja negra con 360 video proyecciones. Una especie de laboratorio que presenta el proceso creativo de todas las obras expuestas y que muestra el entramado entre electrónica y memoria human, la influencia de un observador ajeno sobre la interpretación de nuestras memorias y el proceso creativo en dialogo con la tecnología. En esta instalación, Guillaume Arseneault y Sabrina Ratté ofrecen una instalación interactiva en la que la secuencia de las imágenes y de los sonidos en Aurae (creados una vez más por Roger Tellier-Craig) viene acompañada por una serie de eventos relacionados, que abarcan las artes visuales y la música y que colocan a los espectadores en el centro del escenario. Visitas aumentadas, talleres, clases magistrales, conciertos y espectáculo audiovisual para el público joven exploran el mundo contemplativo de Sabrina Ratté, así como la naturaleza de nuestra relación con las imágenes y la ambigua realidad de nuestra era tecnológica.
Floralia – 2021.
Sabrina Ratté se anticipa a un mundo futuro en una era tecnológica en la que “a través de burbujas de filtros, capas y pantallas, que preseleccionan lo que debemos ver de la realidad, ocultando el resto. Y que al mismo tiempo se convierte en una invitación a cruzar y observar esos velos con sus diferentes colores, texturas, materiales, pliegues, reflejos, profundidades e intenciones. Es importante tener en mente que las imágenes en la historia y en el arte han sido una fuerza impulsora en la forma en que imaginamos el futuro, y no debemos perder la idea inquietante de que el poder llega a quienes lo controlan y lo poseen.”
Un futuro que se presenta oscuro cuando lo observamos desde una perspectiva medioambiental planteándonos la idea de la tecnología como una parte nueva de la naturaleza. “Es difícil separar las dos cuando pensamos en el impacto de los humanos en su entorno, hasta tal punto que ahora vivimos en la época del antropoceno. Existen muy pocos sitios donde la ‘naturaleza’ no haya sido alterada por los humanos, así que diría que la tecnología ya es parte de la ‘naturaleza’ tal y como la conocemos.”
Distributed memories.
Precisamente sobre estos temas versan sus proyectos más recientes en los que la ecología se coloca en el punto de mira ante la gran cantidad de energía y recursos utilizados por el metaverso. “Me pregunto si cualquier actividad humana es realmente eco-friendly y si estos conceptos no contribuyen a un estado de negación. Cada acción que realizamos tiene un impacto. Dicho esto, creo que es crucial para aspirar a una forma de vida más consciente”.
Aurae podrá visitarse hasta el 10 de julio en el centro La Gâité Lyrique de París.
Foto: Marie Rouge
