Una ruta gastronómica alternativa por los barrios periféricos de Madrid. Porque no solo se come bien en el centro de las ciudades. De hecho, creemos que parte del futuro – también gastro– se debatirá en el extrarradio. Seleccionamos cinco restaurantes fuera de la ley… central.
Huimos en este caso del colapso de la almendra central, de la gentrificación y de las modas que acaban por unificarlo todo en los temas del comer y beber. Cogemos mucho el metro –y algo de coche, cierto– para ponernos el babero en Carabanchel, en Usera, en Vallecas y más allá de Parla. Restaurantes sorprendentes, de cuchara y menú, con mucho género excelente, marisco y chicha. También ostras que si no, no sería Madrid. Hay muchos más que los que aquí seleccionamos como ruta gastronómica Neo2. Son algunos de los que hemos probado estos últimos meses. Estamos abiertos a sugerencias de otros tantos lugares al margen del radar trendy para degustar sus viandas de mercado o su carta de vinos poco convencional.
Imágenes superiores: El comedor de la segunda planta en La Torre Hostelería y dos de sus platos: 1) Erizo de Mar 2) Atún rojo con mayonesas: kimchi, wasabi y cítricos
1) La Torre Hostelería (en Desguaces la Torre) / Ruta gastronómica por los barrios periféricos de Madrid
“Cocina tradicional con toque vanguardista y a un precio de un menú industrial”. Así se define así mismo este restaurante que pertenece a los conocidos Desguaces la Torre.
Cuando vayas al restaurante te recomendamos que entres a ver los desguaces. Son 10.000m2 distribuidos en manzanas, cada una de ellas dedicada a una marca y modelo de automóvil determinado: Seat Panda, Twingo, etc… La entrada es gratuita. Puedes echar un vistazo al interior de cada auto y ver cómo quedó el día que lo llevaron: cintas de casete del Fary, revistas de la época, paquetes de cigarrillos… El paisaje es alucinante, de otro mundo. Dispone de autobuses que te llevan de una zona a otra.
Pero hablemos de su restaurante. Es un pequeño edificio de dos plantas que está cerca de la entrada de Desguaces la Torre. La planta de calle es un bar-restaurante muy informal, para trabajadores de la zona con un menú del día por menos de 10 euros. La parte de arriba es más fina, con manteles de tela y una clara intención de ser un restaurante de los buenos.
La planta segunda ofrece tres menús. Un menú del día que fuimos a probar y que incluye aperitivo, primero, segundo y postre o café, por 19€. El día que nos acercamos incluía: de aperitivo, Sopa de Ajo (no la tradicional sino más gourmet); de primero, Judiones con matanza, Falsa Tortilla, Pasta Carbonara tradicional o Crema de castaña y coliflor; y de segundo, Carrillera Ibérica al Pedro Ximénez, Canelones de morro de ternera o Lubina con mojo verde y papa; de postre, Natillas caseras, Pastel de cuajada, Tarta de queso, Arroz con leche o Piña.
Todo muy bien elaborado y rico. Pero lo que más nos sorprendió es que tenía otros menús degustación muy apetecibles, por ejemplo uno de 49€ (bebida no incluida y de miércoles a sábado) con 15 pases donde destacan platos como: Ostra glaseada con caldo dashi, Sopa de coco y cítricos con tartar de gamba blanca… También disponen de otro de 23€ que no nos pareció tan potente.
El chef que había a los mandos, Alejandro Rey, ha dejado hace unas semanas el proyecto, así que le incógnita es: ¿Se mantendrá el nivel que había en este restaurante? ¿Continuará el listón o incluso mejorará con el nuevo equipo? Si vas a probarlo déjanos tus impresiones.
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La Torre Hostelería
Carretera Madrid – Toledo A-42,
Salida: Km 24, Vía de servicio
Torrejón de la calzada, 28991 Madrid
horarios: de L a S: 13 a 16 horas
Teléfono: 646 65 77 64
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Imágenes superiores: 1) Hora de cierre del restaurante y cafetería Astral. 2) Huevos rotos con perlas de trufa 3) Cochinillo asado de Ávila
2) Café o Restaurante Astral / Ruta gastronómica por los barrios periféricos de Madrid
Un bar y restaurante que lleva abierto desde 1989 en el barrio de Carabanchel (metro Opañel). Se trata de una zona arbolada y tranquila con una magnífica terraza.
Estuve un par de veces y aunque los precios no están tirados, sí que se nota la diferencia con el centro de Madrid. Son muy conocidos sus Huevos rotos con toque de trufa (16€). Tiene platos deliciosos como sus Habitas baby salteadas con paté y huevo frito (16€), los Boquerones fritos (11€) o su Oreja a la plancha (10€). Otra de sus especialidades es el Cochinillo preasado de Segovia (160€), un plato perfecto para compartir entre 6 personas, aunque no lo hemos llegado a probar. Habrá que ir a celebrar algo sin cruzar la frontera segoviana ¿no?
Su carta es muy extensa y dispone de menú del día y plato del día, algo muy europeo y que está llegando a todos los barrios.
Con un 4,7 de valoración en Google tiene algunas reseñas que definen perfectamente lo que es este lugar: Hemos estado dos veces en este bar-restaurante de Carabanchel y hemos salido muy contentos. Los precios son un poco más elevados de lo habitual, pero merece la pena: patatas bravas con salsa casera y corte casero, algo que cada vez se ve menos, por desgracia; los huevos rotos con toque de trufa, buenísimos; también los calamares. Tienen varias mesas en terraza y algunas mesas altas al aire libre. Buena atención, camareros muy simpáticos. Para volver. :)
Es quizá uno de los restaurantes mejores en cuestión calidad/precio en este barrio de Madrid
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Café y Restaurante Astral
Camino Viejo de Leganés, 82, 28025, Madrid (Metro Opañel)
De lunes a sábado de 07:00 a 00:00
Teléfono: 915 60 08 18
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Imágenes superiores: La terraza de Taberna Delfín, interior del bar, y gamba roja flambeada con huevo y media ración de callos
3) Taberna Delfín / Ruta gastronómica por los barrios periféricos de Madrid
¿Un lugar castizo regentado por un chino? Cuidado, este establecimiento no es un trampantojo sino una casa de comidas muy seria donde disfrutar de bocados reconfortantes, alto producto de lonja y botellas lujosas. Hay que saber pedir, estudiar la carta y no dejarse llevar por el antojo si no se quiere salir desplumado.
Con más de cuarenta años de solera a este lado del río, en la linde de Usera-Carabanchel, Taberna Delfín acabó siendo heredada por Ming Heng Chen, al que todos llaman Iván. Su única condición: aprender las recetas de Paco, el anterior dueño. Sobre todo, la de los callos y los caracoles.
Hoy, mudado a un local cercado, en él permanece la esencia de tasca de barrio. En nuestra única visita dimos cuenta de una gamba roja flambeada con huevo de corral (18€), una ensalada de tomate con bonito (16€) para aligerar el despliegue, una ración de croquetas de merluza y gambas (12€), un plato de manitas de cerdo (14€) y media de callos (9€). Hay quien afirma que son los mejores callos de Madrid. Yo ni afirmo ni desmiento. Repetiría siempre.
Manda el colágeno, el sabor y la aparente sencillez. Para producto desnudo, su impresionante oferta de marisco y pescados (langostino de Sanlúcar, bígaros, carabineros morunos, almeja gallega, cigala de Ayamonte, rodaballo, calamar de potera, cazón…). Luego está la carta de vinos, un auténtico disparate para estos lares. Yo me contenté con un Markus Molitor (26€).
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Taberna Delfín
Calle de Eugenio Caxes, 12, 28026, Madrid (Metro Usera y Legazpi)
De lunes a sábado de 09:00 a 23:00
Teléfono: 640 62 43 84
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Imágenes superiores: Acceso a Cardumen, expositor de género e interiorismo, también de la Lonjería
Imágenes superiores: Marisco, cuchareo, platazos, vinos y bomba de chocolate en Cardumen
4) Cardumen / Ruta gastronómica por los barrios periféricos de Madrid
No hay un restaurante más insospechado que este en todo Madrid. Y eso es mucho para estar en Vallecas. En pleno polígono, el acceso se remonta por una rampa que conduce desde un concesionario hasta un almacén de pescado. Al fondo, escondidos en un callejón, los rutilantes letreros de Cardumen y La Lonjería, sendos locales enfrentados y propiedad de una familia dedicada justo a esto, al pescado.
Cardumen es más puesto, con una decoración epatante y una vitrinia con el género tan lustroso que hasta parece irreal. La Lonjería es más de aperitivo informal, para latas y copitas de blanco. Entre medias, una zona para empezar de cervezas.
Si Taberna Delfín escondía una bodega digna de un Michelin, Cardumen la exhibe sin complejos. La carta de comida, sin embargo, es corta y se libra, por lógica, a unos precios poco de barrio en pie de lucha. Si es que de entrada cabe la opción de tirarse a por una lata de 250gr de caviar oscietra del Tíbet por 425€… Las hay menos obscenas.
Para ir picando, torrezno con aliño de ají y sriracha (14€), taco de costilla de vaca (9€), ostras –solo faltaba–, tiradito y ceviche, unos noodles salteados (19€), pimientos al carbón (16€), atún Balfegó en múltiples cortes, marisco de concha, platos de cuchara interesantes fuera de carta (pochas con pescado, por ejemplo, creo recordar), un sapito para dos personas (40€), y carnes Discarlux. No pude privarme del tuétano asado con steak tartar (30€) preparado en mesa. El servicio es muy profesional. Todo en Cardumen es muy profesional.
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Cardumen
Avenida de la Albufera, 323, Edif. Vallausa, Pta.1 Nave 5-6, 28031, Madrid (Metro Sierra de Guadalupe)
De jueves a sábado de 13:30 a 16:30 y de 20:30 a 23:00
Martes y miércoles de 13:30 a 16:30
Domingo de 13:30 a 16:00
Teléfono: 910 00 37 37
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Imágenes superiores: La barra, el horno del Asador Las Esparteras y su bestial carta de vinos
Imágenes superiores: Guisos, jamones, producto de bandera y una bodega de locos en Las Esparteras
5) Las Esparteras / Ruta gastronómica por los barrios periféricos de Madrid
Hágase la gran excepción: la que obliga a enfilar la A-5 hasta encontrar una estación de servicio que no protagoniza Abierto hasta el Amanecer sino más bien La Grande Bouffe. También nos vale como ruta gastronómica tanto freak como foodie y comilona. Será por periferia… Lo de restaurante de carretera se queda corto.
El interior se divide en barra atestada de gente devorando bocadillos de campeonato bajo una nube de jamones colgados, zona libre también para comida express en formato ración y un comedor para hacer los honores en mesa con mantel. Antes de entrar al restaurante propiamente dicho, el horno donde asan corderos y cochinillos ejerce de polo magnético. Este lugar no es de sándwiches y refrescos. Aquí se viene a comer y a beber de verdad. Lo de beber es más que curioso: estamos ante de un templo del vino, con casi 2.000 etiquetas (por no hablar de la colección de espirituosos). Y a él solo se puede llegar en coche. Bien.
A poco más de media hora del centro de Madrid, Carlos Víctor y Raúl Barroso tienen una montada en su asador toledano que permite gastarse lo justo o desatar hostilidades sin miramientos. Pepitos de ternera, torreznos, gallineta frita, fabada de alubias de León, salpicón de bogavante, gamba roja, huevos con boletus, codorniz en escabeche… Y champán, mucho champán.
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Asador Las Esparteras
Autovía del Suroeste, 47, 45950 Casarrubios del Monte, Toledo
Abierto 24 horas
Teléfono: 918 17 09 32
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Selección hecha por Miguel A. Palomo y Javier Abio