Entrevistamos a Llorían García y Ricardo Villoria, comisarios de la exposición sobre el arte de Rodrigo Cuevas.
La exposición de Rodrigo Cuevas reúne material audiovisual y gráfico, así como diferentes objetos pertenecientes al universo Cuevas, uno de los referentes de la música contemporánea en España. La muestra se podrá visitar hasta el 8 de marzo de 2025.
Foto superior: Marcos Morilla
Foto: Ricardo Villoria
Talento por transmitir cultura
Es poco habitual encontrar una exposición de un músico contemporáneo en el punto álgido de su carrera. En realidad, no es nada común hallar una exposición individual de un artista joven, sin importar la disciplina. Sin embargo, Rodrigo Cuevas, ganador del Premio Nacional de las Músicas Actuales 2023, es la excepción. Cuevas no es un artista común, y su tierra bien lo sabe. Esta exposición en Laboral de Gijón es un homenaje a su arte, pero sobre todo a su talento a la hora de transmitir cultura y buen rollo.
Foto: Marcos Morilla
La muestra, comisariada por Llorián García y Ricardo Villoria (ambos amigos y colaboradores), permite a los visitantes adentrarse en el universo creativo de Cuevas y redescubrirse a sí mismos a través de un proceso de transformación. Inspirada en las reflexiones de Herbert Marcuse sobre la “revolución cultural”, la exposición investiga prácticas y saberes informales cultivados por Cuevas, destacando su “gracia” como poder popular alegre y descolonizador de tradiciones.
Foto: Ricardo Villoria
Un artista total
Este artista total, a camino entre una vedette actual y un trovador posmoderno, deleita al público con una gracia arrolladora a la que no le falta elegancia. Su propuesta musical fusiona sonidos tradicionales con música de vanguardia, a través de la cual Cuevas recupera instrumentos y lenguas en desuso. Su proyecto ofrece una reflexión social profunda sobre la tradición a través de una crítica ingeniosa y cargada de sensualidad.
Foto: Marcos Morilla
La exposición de Rodrigo Cuevas en Laboral de Gijón es una belleza que reúne material audiovisual y gráfico, grabaciones de campo del artista, indumentaria y objetos etnográficos. Una exposición que muestra el cariño y el respeto entre artista y comisarios. Charlamos con Llorián y Ricardo para que nos la expliquen con más detalle.
Foto: Ricardo Villoria
Transformación y difusión de la música asturiana
Estamos acostumbrados a ver exposiciones de música sobre artistas o movimientos culturales influyentes o de largo recorrido. ¿Qué tiene el mundo de Rodrigo Cuevas para merecer esta exposición?
Ricardo: Esta exposición, desde mi punto de vista, es un reconocimiento y agradecimiento a la labor de recopilación, transformación y difusión que ha hecho Rodrigo Cuevas de la cultura asturiana al resto del mundo.
Foto: Ricardo Villoria
Llorián: El reto además era llevar a cabo ese ejercicio que comenta Ricardo de un modo que abriera posibilidades, que convirtiera esa gratitud que hay hoy hacia Rodrigo en una oportunidad para crear algo de forma colectiva. Por esta razón, una parte importante de la exposición trata a Rodrigo como un “medio”; es decir, como alguien que suscita el deseo de volvernos más capaces de retomar las riendas de nuestras propias memorias y herencias.
Foto: Marcos Morilla
¿En qué momento se cruzaron vuestras vidas?
R.: Hace unos 7 años, Rodrigo me contactó para hacerle el videoclip del tema “El toro barroso”. Yo había trabajado con otros artistas asturianos y le encajaba mi estilo. Fue un rodaje casero y una experiencia “trash” muy enriquecedora que nos unió hasta el día de hoy.
Ll.: Nos conocimos un otoño de 2011 ó 2012, lo recuerdo por las hojas de maíz que mullían el suelo. Era una esfoyaza, una fiesta tradicional para deshojar y enristrar el maíz. Las esfoyazas son sitios muy buenos para revolcarse… jejeje. Y por allí apareció Rodrigo. Iba con Lúa Gándara, una artista gallega con quien hacía verbenas psicodélicas y cabaré. No actuaban aquel día, pero los recuerdo jugando entre el maíz y revolcándose de un modo absolutamente experimental en una pequeña tarima que funcionaba como escenario abierto para las pandereteras. Creo que esa continuidad entre el erotismo de las esfoyazas tradicionales y un arte contemporáneo que está abierto a la participación de cualquiera dice mucho de quién es para mí el artista Rodrigo Cuevas.
Foto: Marcos Morilla
La gracia de Rodrigo Cuevas
¿Qué significa para vosotros la “gracia” en el contexto del trabajo de Rodrigo Cuevas y cómo se ve representada en esta exposición?
R.: La gracia de Rodrigo Cuevas, para mí, es su principal talento. Una característica que une personas, ideas, sentimientos. Como bien dice Llorián, Rodrigo Cuevas es un vecino “célebre”, de esos que hay uno entre un montón. Y eso es lo que mueve a la gente a su alrededor, esa gracia que contagia y transforma a las personas.
Foto: Marcos Morilla
Ll.: La gracia es la capacidad de convertir el lugar común en una alegría impredecible. Tiene mucho que ver con la ocurrencia popular, que tanto cultiva Rodrigo; con el poder enraizado de esas vecinas y vecinos célebres singulares que están por todos lados, y que tanto dan a la comunidad. Porque en Asturias no es lo mismo ser celebrity que ser célebre. La exposición reconoce a Rodrigo como un célebre justamente por eso. Pensarlo así nos permitió ir a algo muy específico, que está en el corazón de la manera de hacer de Rodrigo; y, a la vez, mostrar un lugar de encuentro entre el saber popular y el arte contemporáneo. Poner en el centro de la exposición la “gracia” es una forma de pensar de forma genuina “con” Rodrigo, pero también de decir que los saberes tradicionales pueden ser tan interesantes y sofisticados como las más elevadas conceptualizaciones del Arte.
Foto: Marcos Morilla
Una exposición sobre el universo Cuevas
La muestra no sólo presenta material visual, también hay unas vitrinas donde se exponen diferentes objetos pertenecientes al universo Cuevas: desde objetos musicales, a prendas de ropa, joyas…Habladnos un poco de todo lo que podemos ver.
R.: Cuando por parte de Laboral y Carlos Barral nos encargaron el comisariado de la expo, tuvimos claro que no queríamos que fuese una retrospectiva (que por edad no tenía mucho sentido), ni un recopilatorio de objetos de Rodrigo. Nos interesaba más el hecho de experimentar, crear piezas nuevas y mostrar un poco su proceso de trabajo. No obstante, también queríamos “complacer” a sus seguidores mostrando algo de su vida personal, de ahí la selección de objetos, pero como algo más secundario.
Foto: Ricardo Villoria
Ll.: Una vez escuché a Rodrigo dirigirse al público diciendo que íbamos a “grindar la fina línea que separar el concierto de la orgía” y lanzó una advertencia: ojo, que “caer totalmente para alguno de los dos lados sería una ordinariez”. Eso se me quedó grabado, me pareció una imagen bastante lúcida con la que pensar la relación entre arte y cultura popular: no tomarse en serio ninguno de los dos polos y pasar por el medio. Creo que la exposición, a su manera, recoge ese mismo espíritu. Complace a los fans, pero también ofrece el resultado de un ejercicio de experimentación artística en el que se va al fondo de aspectos bien profundos sobre la relación entre arte y ciencia, o sobre cómo podemos contribuir al despliegue de una revolución cultural en nuestro presente. Quienes asistan a la exposición encontrarán una invitación a jugar y a divertirse con Rodrigo y, a la vez, algunos hilos de los que poder tirar y que podrían dar que pensar.
Foto: Ricardo Villoria
Previas colaboraciones
En la exposición también podemos encontrar objetos y fotografías creadas por ti, Ricardo. ¿Podéis contarnos más sobre vuestras colaboraciones previas a esta exposición?
R.: Desde el vídeo Toro Barroso hemos trabajado juntos en algunos trabajos: en el diseño de los discos “Manual de Cortejo” y “Manual de Romería”, y en la dirección de vídeos como “Muerte en Motilleja” o “Más Animal”. De este último, por ejemplo, podemos ver también en la exposición el corsé original de mi segunda colección, Petra Von Kant (@pvkant), una prenda que mezcla el cuerpo del cabaré con elementos propios del traje tradicional asturiano del oriente.
Ll.: Mi historia de colaboraciones con Rodrigo combina teoría y práctica todo el tiempo. Esto se ve tamizado por mi doble condición de musicólogo y de gaitero. Hemos pensado mucho juntos, a través de conversaciones, más o menos informales, y que han sido cruciales en el desarrollo de la Tesis Doctoral que realicé sobre el papel que tienen la música y el baile tradicionales en la actualidad. Algunas de estas ideas se plasman en dos artículos académicos, en los que se habla de él y de su contexto, y que publiqué junto la etnomusicóloga catalana Sílvia Martínez. También hemos colaborado de varias maneras tocando; la más reciente, en la grabación de su último disco, “Manual de Romería”, junto a la cantante de tonada Mari Luz Cristóbal Caunedo, con una canción tradicional que cierra el disco.
Foto: Marcos Morilla
El proceso curatorial
¿Qué criterios utilizasteis para seleccionar todo lo que se puede ver en la exposición? Habladnos sobre el proceso curatorial.
R.: Fue una selección consensuada entre todos. El equipo de Laboral, Rodrigo, Llorián y yo trabajamos en conjunto para sintetizar el proceso creativo en una muestra contenida, sin grandes ambiciones. Una exposición íntima que te acerca al artista y a su entorno más personal.
Foto: Marcos Morilla
Ll.: Ricardo se encargó de la parte más estética, de cómo hacer para expresar de forma minimalista las muchas ideas –locas– que teníamos. Por mi parte, me centré más en la parte conceptual y teórica, en la que ya venía trabajando desde hacía varios años. Hubo por tanto un largo proceso de pensar conjuntamente qué aspectos tenía más interés mostrar y de cómo podíamos hacer para conectar de forma intuitiva esas ideas prácticas con un algunos de los problemas más candentes del pensamiento humanístico y social contemporáneo.
Foto: Ricardo Villoria
¿Cómo influyó la interacción con el público y la comunidad local en la planificación de la exposición?
R.: Como en todos los proyectos de Rodrigo, nos gustaba hacer un guiño a esa capacidad que tiene de crear comunidad. Esa característica se ve reflejada en tres piezas de “cebatu”–un entretejido de avellano utilizado tradicionalmente– creadas colectivamente en un taller dirigido por Macario Iglesias, de Bioconstrucción Asturies, y dónde hubo una gran participación ciudadana. También se pudo ver en la “Romería” con la que inauguramos la expo, la que tuvo una abrumadora acogida por parte del público.
Ll.: La exposición tiene además una dimensión participativa muy fuerte. Es un lugar que invita a recibir, a jugar con la transformación del propio cuerpo; no solo a observar de forma pasiva.
Foto: Marcos Morilla
Un diseño bien cuidado
El cartel lo diseñó Sergio Llunik ¿Nos podéis contar algo más?
R.: Sergio Llunik es un diseñador gráfico asturiano que se encarga habitualmente de la gráfica y cartelería de Rodrigo. Desde el minuto uno pensamos en él para que se encargase de este trabajo. Su elección fue una imagen PopArt, donde a través de la técnica del puntillismo o bitmat juega con la imagen del artista.
Ll.: Se encargó además del diseño de la cartelería al interior de la exposición. Llunik tiene un estilo inconfundible, me gustan mucho sus collages. Para mí, representa muy bien el carácter de toda una generación de creadores jóvenes en Asturias, comprometidos, y con mucho que aportar al bien común.
Diseño de cartel: Sergio Llunik
Reivindicación popular de Rodrigo Cuevas
¿Cual creéis que ha sido la influencia de Rodrigo Cuevas en el panorama musical y artístico nacional?
R.: Vivimos una época dorada de reivindicación del folclore en España. Son muchos artistas los que se han ido sumando a esta corriente, que entre otros, Rodrigo inició desde Asturias, consiguiendo contagiar al resto de España el amor por la cultura tradicional. Ese trabajo se vio recompensado con el Premio Nacional de las Músicas Actuales en 2023.
Foto: Marcos Morilla
Ll.: Creo que no sabría hablar de esto en general. Desde luego que Rodrigo es una figura clave de la vuelta sobre la tradición que estamos viviendo, y que no es sino expresión del deseo colectivo por vivir otros mundos posibles: mundos con menos crueldad, más tiernos; con menos miedo, más libres; de eso no hay duda. Pero tampoco correría a celebrar esto: se trata de un fenómeno contradictorio y complejo. Cuando pienso en la influencia de Rodrigo hago el ejercicio de volver sobre los célebres y me pregunto cómo podemos hacer para seguir abriendo posibilidades; por cómo seguir cultivando lo mejor de ese mismo sentir, de ese deseo por vivir más enraizado, que impulsa a Rodrigo.
Foto: Ricardo Villoria
Tiene mucho sentido que esta exposición se muestre en Laboral de Gijón, pero ¿Hay alguna posibilidad de itinerancia?
R.: La exposición ha sido diseñada con esa intención. Desde Laboral siempre tuvieron claro que esta muestra tenía cabida en otros centros y se trabajará en esa dirección.
Ll.: Yo la veo itinerando, claro que sí. Es una exposición que toma como punto de partida a Rodrigo, pero que elabora problemas sintomáticos de nuestro presente. No son asuntos ”locales”, por así decirlo. La exposición invita a la tarea de forjar otro tipo de vínculos colectivos (sociales, ecológicos, humanos, etc.) como parte de una problemática común que hoy aflora en todos lados.
Foto: Marcos Morilla
La exposición de Rodrigo Cuevas podrá visitarse hasta el 8 de marzo de 2025 en LABoral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón. Más información en este enlace.