Llegó el anuncio de que Rhuigi Villaseñor y Bally pusieron fin a su relación laboral. Esta ruptura se anunció tan solo 14 meses después del anuncio de la nueva dirección y tan solo dejó ver dos colecciones.
¿Por qué Rhuigi deja Bally? Esa es la pregunta del millón para los amantes de la moda urbana actualmente. Los detalles, como era de esperarse, son marginales, pero hay un montón de pistas que podrían indicarnos el por qué de esta separación. Rhuigi Villaseñor fue designado oficialmente como el director creativo de Bally en enero de 2022 y presentó su debut con SS22, sacudiendo por completo lo que conocíamos como Bally; ¿será que fue demasiado para una marca tan tradicional?
Retrato oficial de Rhuigi Villaseñor como director creativo de Bally. Foto: Bally.
De una firma de high street a uno de los pilares del lujo de antaño
Desde que Rhuigi Villaseñor fundó Rhude en 2015, su lenguaje que combinaba matices de ropa deportiva, aires californianos y una gran dosis de nostalgia en un paquete mucho más elevado se hizo con los corazones de todos los amantes de la moda urbana. Rhude fue una de las primeras marcas de high street a las que valía la pena prestar atención; y sorprendentemente esta nueva revelación del neolujo no fue un producto de la incubadora de Kanye.
Campaña de cápsula de invierno de Bally diseñada por Rhuigi.
Los nombres correctos se empezaron a fijar en el potencial de tanto Rhude como marca como de Rhuigi Villaseñor como creativo. Celebridades olímpicas como Jay-Z y Future fueron los primeros prescriptores de esta marca… y ese amor se contagió entre las masas. Con el tiempo, marcas como Puma y Zara se enteraron de quién era el next big thing en la esfera urbana y lo sumaron a increíbles proyectos colaborativos. Cuando comenzó la tendencia de las firmas de lujo por traer a esta nueva camadas de diseñadores de high street a sus filas esperábamos que Rhuigi fuese uno de los primeros en tomar uno de estos roles de dirección creativa… pero nada; se mantuvo dirigiendo su Rhude y haciendo colabos molonas.
Eso hasta que en enero de 2022 cuando Bally anunciaba de manera oficial que Rhuigi Villaseñor tomaría el puesto de dirección creativa de la casa. Para quienes no os suene esta marca, Bally es -la- definición de lo que la generación de nuestros padres consideraba lujo. Con 172 años de historia, esta marca de origen suizo se hizo un nombre gracias a sus propuestas de calzado de cuero y demás accesorios. Con el tiempo también dieron el salto a la ropa, enfocada claramente a una demográfica completamente ajena al mundo de la moda urbana… pero tal y como sus clientes, el estilo de Bally se estaba comenzando a extinguir. Y Rhuigi Villaseñor era la respuesta a las plegarias de Bally… o eso creíamos.
Bally SS23.
La nueva dirección creativa de una marca durmiente
El debut como director creativo de Rhuigi Villaseñor en Bally llegó en forma de colección SS23. En esta nueva propuesta, y nuevo capítulo de Bally, vimos el resurgir de una marca de lujo gracias a una propuesta que mezclaba todos los elementos más urbanos del diseñador con el grado elevado y el estilo clásico que ostentaba la firma; una óptica mucho más sexy también se incluyó en la mezcla. Pese a que era una colección que estaba bien, porque no fue de espectáculo, se sintió el refresh tan necesitado que buscaba la marca.
Bally FW23.
Para su segunda colección, de FW23, Rhuigi Villaseñor mostró una propuesta mucho más comedida y jugando a lo seguro. Se sintió más el ADN de Bally (y un posible tirón de orejas por parte de la directiva) que lo que esperábamos ver de quien capitaneaba Rhude. Y esto pudo ser el indicador del principio del fin. Lo que hizo Rhuigi en sus colecciones en Bally fue comenzar a hablarle a una demográfica más joven y con un estilo más street; puede que Bally no quería dejar de lado a sus fieles dinosaurios.
Sin embargo, y pese a que Bally es famoso por no hacer públicas sus cifras, reportaron un incremento de ventas del 20% desde el debut de Rhuigi en relación con el año anterior. Si le preguntan a cualquiera, un incremento tan significativo es indicador de que algo se está haciendo bien y que esta revitalización está dando sus frutos.
Foto vía @rhuigi.
¿Por qué Rhuigi dejó Bally?
El anuncio de que Rhuigi Villaseñor dejaría el puesto de la dirección creativa de Bally nos llegó a todos como un bofetón. Sin embargo, dos colecciones medianamente logradas y tan solo 14 meses no eran suficientes para materializar toda la visión que el creativo tenia para la marca. El diseñador expresó que “haber trabajado para la marca había sido un verdadero honor” y les deseó mucha suerte en sus futuras hazañas… pero tweets publicados por Rhuigi en las fechas cercanas al anuncio sugieren que la ruptura se dio por una diferencia de estilos y visión.
Tweet vía @rhuigi.
También, y esto son puras suposiciones, es que el hacer malabares entre una firma propia y una ajena se le hizo demasiado complicado a Rhuigi. Es muy fácil virar el timón de una compañía propia; pero canalizar el heritage de una marca y recodificarlo al futuro es una cosa completamente distinta; no lo sé, esto pudo ser un contribuyente a la ruptura de Rhuigi Villaseñor y Bally.
Bally SS23.
El cambio tan radical entre SS23 y FW23 sugiere que en efecto hubo un tirón de orejas por parte de la dirección de la compañía… pero justamente por su lenguaje más atrevido y enfocado a los jóvenes era que Villaseñor se hizo atractivo para Bally. Tal vez su estilo fue demasiado para la marca; dejar atrás el pasado es difícil… pero esas generaciones no siempre iban a estar allí. Los tweets hablan de la importancia de no hacer compromisos en respecto a sus valores y cultura… parece que Bally pedía lo imposible. ¿Y qué es lo imposible? Revitalizar una marca, que era estimada pero creativamente durmiente, y hacerla atractiva para una demográfica más joven sin salirse de las líneas duras del estilo clásico de la firma.
Foto vía @rhuigi.
¿Qué pasará con Rhuigi, Bally y Rhude?
De momento, y esto es de lo poco que se sabe, es que el equipo in-house de diseño de Bally se hará cargo de la dirección creativa y futuras colecciones mientras buscan el remplazo de Rhuigi Villaseñor. Por su lado, el diseñador criado en California seguirá con la dirección de su propia marca, Rhude; la cosa es que no ha descartado hacer el salto a otra casa… así que hay que estar atentos a sus próximos movimientos.
Lo cierto es que el paso de Rhuigi por Bally no fue un fracaso; sus colecciones mostraban un muy buen nexo entre tradición y modernidad urbana… pero a nosotros se nos hizo un poco understated teniendo en consideración lo último que habíamos visto de su firma y sus colaboraciones; faltaba riesgo. Para gustos colores, pero todos podemos concordar que tan solo dos colecciones no son suficientes para que una marca tan estancada como Bally hiciese un giro de 180 grados que mantuviera contentos a todo el mundo; faltaba tiempo de cocción. Esperamos con ansias ver cuál será el próximo capítulo de Rhuigi Villaseñor.