Restaurante Torcuato: logia donde el paladar halaga

Atención a la carta y a sus muy diferentes opciones. Empezamos con una gran diversidad de makis (como el de anguila, foie y mango) y niguiris (como el de atún rojo con gochujang o el de salmón flambeado con mayo de yuzu). Entre los entrantes fríos y calientes sobresalen los los que se intuyen como platos estrella: el salmorejo de cherrys con helado de Idiazábal y yuca crujiente, el arenque marinado con carpaccio de aguacate, el tiradito de lubina con ajoblanco trufado, las verduras salteadas con curry de coco thai o los noodles con kimchi gratinado y atún rojo.

Noodles con kimchi gratinado y atún rojo.

Acto seguido nos encontramos con recetas de pescados y carnes de lo más originales y suculentas tales como el lomo de corvina asado y macerado en achiote con crema de frijoles o el vitello tonnato al revés: tataki de atún rojo, glacé de carne y salsa de alcaparras. Por su parte, la hamburguesa de cordero especiada con pan brioche y tzatziki y el tahini de cordero con cous cous y guiso de pasas nos trasladan a Oriente Medio.

Para finalizar, la guinda final -nunca mejor dicho- la coloca sus deliciosos postres. El propio restaurante Torcuato se encarga de recomendar de deleitarnos el paladar con la tarta de queso fluida con parmesano rallado y el bizcocho de limón y lima kefir con sopa de jengibre.

Tarta de queso fluida con parmesano rallado y bizcocho de limón y lima kefir con sopa de jengibre

Otra de sus salas está ambientada en la Francia de María Antonieta. Los colores rosas pastel predominan en el entorno y los ostentosos adornos parecen sacados de una película de época de la realeza.