Call Me By Your Name es un canto libre a la bello, lo simple y lo complejo del amor
Hay películas que sin ningún tipo de artificio y con historias simples y universales que llegan a todos los públicos. Call Me By Your Name es una de esas películas.
Dirigida por el reputado director Luca Guadagnino y basada en el libro de Andre Aciman, la cinta nos cuenta la historia de Elio y Oliver durante el verano de 1983. Una historia de sentimientos a flor de piel y de pasiones encontradas y perdidas.
El actor Timothée Chalamet es la gran gema actoral que articula la película. Su interpretación de Elio tan real y delicada nos hace compartir al cien por cien los sentimientos del personaje, consiguiendo que nos mimeticemos con él. No en vano ha conseguido ha conseguido una nominación al Oscar como mejor actor.
El argumento, en un principio, puede parecer liviano. Pero he ahí la magia de esta película. En una época en la que nos hemos acostumbrado como espectadores, a los destellos falsos de un séptimo arte edulcorado y retocado hasta el exceso, Call Me By Your Name nos devuelve la esencia. Esa esencia que tiene el verdadero cine, en el que sin necesidad de nada más que pasión y sentimiento, se conseguían historias imperecederas.
La música es otro de los aspectos vitales de esta producción. La banda sonora contiene, desde bellas interpretaciones al piano de piezas de Chopin, a canciones delicadas y oníricas del cantautor Sufjan Stevens. Advertencia: Una vez hayáis visto la película, tendréis las canciones Mystery of Love y Visions of Gideon en constante bucle. El que avisa no es traidor.
El vestuario es otra de las piedras angulares de la cinta. Con un estilo virado a marcas sport de los primeros 80 como Lacoste o Ralph Lauren, la diseñadora de vestuario Giulia Piersanti consigue que, a través de prendas cuidadosamente seleccionadas, la moda sea un elemento diferenciador en la historia. Polos a rayas de Lacoste, camisas de Ralph Lauren, shorts de Adidas y sneakers de Converse. Pueden parecer looks de lo más simples, pero en cierta medida le dan marco a esta espectacular historia. En Call Me By Your Name menos siempre es más.
Las localizaciones de las bellas regiones del Norte de Italia dan la atmósfera idónea al film. Playas congeladas en el tiempo, bosques inhóspitos y terriblemente bellos y villas llenas de rincones secretos en los que esconder amores prohibidos. Todo un amalgama de lugares que sirven de telón de fondo y completan la delicadeza salvaje de esta película.
Call Me By Your Name es de esos tesoros cinematográficos que se ven cada mucho tiempo. Una cinta que consigue la unanimidad de crítica y público, y que remueve corazones. Porque si algo encontramos en Call Me By Your Name son contrastes y sentimientos a flor de piel. Tan simple y a la vez tan compleja. Tan salvaje y a la vez tan calmada. Sin duda es de esas historias que una vez experimentas, te acompañarán siempre.