Hablamos con Vanessa Redondo, fundadora del estudio We Crave, sobre qué es el Food Design. En 2016 abre su estudio en Madrid y desde entonces ha creado diferentes proyectos en los que se mezcla la gastronomía y el diseño en diferentes parcelas. El próximo mes de febrero estrenan nueva experiencia Food Design en Madrid, si te interesa el tema sigue leyendo.
¿Quiénes sois los fundadores de We Crave?
We Crave, es un sueño personal (Vanessa Redondo), el cual fue tomando forma con cada disciplina con la me involucré profesionalmente los primeros años que viví en Europa en los que terminé de enamorarme de la fotografía, el diseño y la gastronomía. Comencé sola en el salón de casa y un año después empecé a colaborar con amigos diseñadores hasta que en 2016 decidí arriesgare a hacer de mi sueño un proyecto tangible.
¿Cuándo abrís el estudio?
El estudio abrió en junio de 2016 en nuestra ubicación actual en la calle Conde de Xiquena, 12 de Madrid. En paralelo a la semana LGTB de ese año, hicimos una propuesta cultural, una exposición del trabajo de tres artistas plásticos, inspirada en la fábula de Zeus y El Pudor, sobre la homosexualidad.
Imagen superior: Instincts, Febrero 2018. We Crave.
Imágenes superiores. Izquierda: Picoteo Español en Mini Hub Madrid, diciembre 2018. Derecha: Vanessa Redondo fundadora de We Crave.
¿Por qué os instaláis en Madrid?
Hace 8 años tuve que emigrar de mi país, Venezuela, por la situación política y social. Los primeros años trabajé en Italia, Inglaterra y Holanda, ciudades donde el diseño es el protagonista cotidiano. Siempre me apasionó su énfasis de crear colaboraciones entre las grandes compañías y las distintas artes en búsqueda de la innovación experiencial. Una de las veces que regresé a Madrid a visitar a mi familia, sentí sin pensarlo “he llegado a casa”. No mucho después regresé y lo hice con la idea de crear un espacio con estos ideales, pero en la ciudad que después de dejar mi país se convirtió en mi casa: Madrid.
¿Dónde naciste?
Nací en Venezuela, pero mis orígenes siempre estuvieron ligados a España, ya que mis padres son ambos de origen español, aunque arraigados en Venezuela por treinta años. Mi cultura es una fusión de ambas idiosincrasias.
¿Quiénes formais WeCrave?
Somos un equipo multidisciplinar y siempre en búsqueda de colaboraciones externas con otros creativos. Sin embargo, existe un “core team” que ha estado desde el inicio: Sandra Rubio (Diseñadora) y Ana Carel Hernández (Ingeniera de Materiales y Diseñadora), y desde 2018, la chef Paola Carlini.
¿Qué habéis estudiado?
Por mi parte estudié Arquitectura por pasión. Es sin duda la disciplina que me moldeó como creativa y mi trabajo está inspirado en la interacción del usuario con el espacio y sus consecuencias.
También me formé en Fotografía e Historia del Arte, que son mis fuentes de inspiración. En 2012-2014 hice un máster sobre Diseño Conceptual, el cual me ayudó a definir mi identidad como diseñadora y me impulsó a crear mi propio estudio.
El equipo ha estudiado: Diseño de Producto, Ingeniería de Materiales + Diseño Conceptual. Nuestra Chef tiene un largo bagaje también que incluye desde estudios culinarios y cocina molecular hasta de sommelier.
¿Qué edad tenéis?
Yo tengo 31 años, al igual que Paola. El resto del equipo es más joven, entre los 24-28
Imagen superior: experiencia Cacao junio 2018. We Crave
Sobre el Food Design ————————–
¿Qué es el Food Design?
Food Design está conformado por diferentes áreas del diseño. Tomando como base la perspectiva en la que los seres humanos vemos los alimentos y la gastronomía como una mera necesidad de supervivencia, el Food Design transforma estos elementos clave y rediseña el concepto obteniendo como resultado un cambio en la actitud en la conducta hasta incluso en los hábitos a través de diferentes culturas generando así un sentimiento de pertenencia en cada individuo.
Abarca áreas dispares que van desde el diseño y modificación de las materias primas, la cadena de producción de un alimento, el packaging, el look and feel de los productos, hasta el diseño industrial de contenedores, los utensilios y la presentación de alimentos o el diseño de espacios y experiencias gastronómicos, área en la que We Crave se desarrolla, utilizando la comida como medio para comunicarnos, para generar emociones y enseñanzas.
Imagen superior: Picoteo Español en Mini Hub Madrid, diciembre 2018. We Crave
¿Qué trabajos habéis hecho relacionados con el Food Design?
En We Crave nos dedicamos a las experiencias, estas pueden hacerse tangibles a través de una comida o una instalación, siempre con la intención de generar emociones y dinámicas en los comensales como han sido los proyectos de Instincts, Cacao o Picoteo a tu bola.
También trabajamos en el diseño de los contenedores (vajillas) y los instrumentos que se utilizan tanto para comer como para servir la comida. Esta parte de nuestro trabajo nos permite reforzar el concepto / idea que queremos transmitir con cada experiencia, y nos acerca a la gastronomía como material y al usuario.
¿Cómo tiene que ser el Food Design para que sea sostenible?
El Food Design en sí es un medio sostenible a priori. Trabajamos con un material que va a ser consumido. El objetivo principal es lograr concienciar a las personas en cuanto al origen y razón de ser de cada plato conmoviendo al usuario. Es también importante enfocarnos en cocinar y diseñar con la premisa del “zero waste” y en utilizar los productos de temporada y locales.
En We Crave, al diseñar los recipientes e instrumentos, tratamos en lo posible de utilizar materiales naturales que respeten el medio ambiente: de poco impacto ambiental. anejamos la producción desde una perspectiva artesanal, es decir producimos solo lo necesario de la mano de artesanos locales.
Imagen superior: Instincts, Febrero 2018. We Crave.
¿Los chefs llegan a entender qué es el Food Design?
Sí. Todos lo entienden, pero no todos los chefs ven necesario indagar en el aspecto experiencial, ya que ven la composición del emplatado como algo meramente estético y el placer del gusto como única experiencia.
Sin embargo, existen cada día más chefs interesados en colaborar con diseñadores, porque son capaces de ver el potencial que puede tener la comida como medio para transmitir emociones y porque cada elemento diseñado, cada gesto sensorial, es un binomio entre gusto y sensación que lleva sus creaciones culinarias a un nivel más profundo.
¿Vosotros sabéis de gastronomía?
Personalmente, sí. Desde pequeña mi familia tiene la tradición de reunirse para cocinar, de intercambiar recetas y degustar el resultado. Siempre he sentido que la gastronomía nos vincula. El placer de comer es uno de esos que te alimentan el alma, porque se trata de reunirte con tus amigos y familiares a compartir un placer y esto desarrolló en mí siempre una curiosidad por la gastronomía.
En We Crave, tener un conocimiento básico gastronómico es esencial para cada proyecto. Nos apasiona este mundo y estamos constantemente siguiendo el trabajo de aquellos que se dedican a esto; desde grandes maestros reconocidos de la alta cocina hasta el más humilde cocinero que maneja técnicas impecables que pasan de generación en generación. No solo nos inspiramos en lo que sirven sino cómo, dónde y el por qué. Asimismo, creemos que la clave está en investigar constantemente temas de interés, experimentar y arriesgarse a lo nuevo, aprendiendo cada día algo que al final del día nos lleve a lograr transmitir nuestra intención.
¿Qué podéis aportar vosotros al mundo de la gastronomía que no pueda aportar un chef?
Los chefs tienen un conocimiento muy amplio de los sabores y las técnicas. Son expertos en combinar las notas y transformar los alimentos en texturas. Sin embargo, su intención es siempre satisfacer al paladar, dejar al gusto impresionado.
Cuando trabajamos con un chef, nos enfocamos principalmente en la parte sensorial como un todo y no solo en el sabor. Creemos que para lograr potenciar la experiencia, todos los sentidos deben ser despertados. Más allá de eso, buscamos complementar el sabor con algo innovador que rompa con cualquier esquema preestablecido. Es una simbiosis que logra conmover al comensal creando un recuerdo que lo marcará por siempre de una manera u otra.
Imagen superior: Picoteo Español en Mini Hub Madrid, diciembre 2018. We Crave
¿Qué temas toca el Food Design en la gastronomía? ¿El Emplatado? ¿Objetos para cocinar? ¿Utensilios para comer? ¿Formas de cocinar?
En realidad, ¡todo! Cualquier cosa que esté relacionada con crear, innovar, replantear, mejorar y optimizar algo que tenga que ver con comida esta dentro del radar del Food Design.
Es algo que se lleva haciendo por generaciones dentro del mundo culinario, la diferencia es que al integrarlo con el diseño y el pensamiento creativo se han comenzado a explorar otras perspectivas y estilos, que generan productos con esencia, que buscan generar intenciones y no solo satisfacer necesidades.
¿Veis más interesante buscar inspiración en lo local o en lo global?
La inspiración para nosotros puede venir de cualquier lugar. Nos motiva todo lo que valora y respeta una identidad específica ya que nos lleva a desarrollar un concepto y una intención. Nuestro ideal es siempre transmitir emociones y dejar al público un recuerdo que se convierta en una enseñanza que evoluciona a un hábito del día a día.
En vuestra última charla en el espacio Mini Hub hicisteis un banquete singular. Cuando el público interactuaba con vuestro menú era casi una performance. Nos puedes contar qué hicisteis en este banquete y qué se buscaba con cada uno de los platos que allí había?
Rendimos homenaje al tradicional “Picoteo Español”, que es un momento tan cotidiano que nos hemos desviado de lo que comemos, y nos dejamos llevar solo por la conversación y las risas.
Nuestra intención fue hacer al público consciente de lo que comía, que se involucrara con la preparación de los platos. Al final si hay algo propio del picoteo español, es que cada uno tenemos nuestra propia versión. Siendo esta la clave para abrir espacios de conversación entre los asistentes, que, si bien no se conocían entre sí, pudieron compartir un momento íntimo, como lo hacen con sus amigos, de manera inesperada.
“Un picoteo al estilo We Crave” es una revisión de los aperitivos clásicos españoles, en la que transformamos los ingredientes y texturas y rediseñamos el orden y la forma en cómo se toman, pero sin perder la esencia que tanto conocemos.
Imagen superior: Picoteo Español en Mini Hub Madrid, diciembre 2018. We Crave
En picoteo al estilo We Crave Contábamos con cinco estaciones:
1. A tu bola
La tradicional tortilla, pero descompuesta en sus tres ingredientes principales: el huevo, la patata y la cebolla. El público debía escoger entre las diferentes texturas y matices de cada uno de ellos para armar su propia tortilla.
2. El tomate, jamón de huerta
El que no puede faltar, el “pan tumaca”. El público debía empezar por tomar a destajo un trozo del pan campesino con look and feel de laboratorio entre pipetas de aceite o tumaca, vaciar el contenido preferido y descolgar el jamón a su gusto para completarlo.
3. Vermut Martini
Porque no debe faltar un buen vermut. En esta estación trabajamos el aspecto gastronómico, inspirados en el martini clásico, creamos esferas de vermut rellenas de aceitunas verdes, un bocado de sabor y textura inesperado.
4. Donde pan comes, migas quedan.
Tabla de embutidos reimaginada. El público disponía de herramientas artesanales, con las cuales debía trabajar su propio bocado de esta tabla de embutidos. En ella se encontraban con:
• Fuet colgando que debían cortar a tijera a su gusto.
• Cilindro de queso manchego que debían cortar a cincel y martillo su pieza.
• Cuero de frutas, la alternativa a las mermeladas y frutos, laminas de “fruit leather” que debían rasgar al gusto para complementar los embutidos. (El “fruit leather” es un material desarrollado por el Food Design que utiliza las propiedades de las frutas y verduras en una nueva técnica culinaria, que permite crear una lámina flexible y traslúcida de sabor sin aditivos).
5. Con las manos en la masa
Nuestra versión de la pulga. El público debía primero tomar los pimientos de padrón y dorarlos a su gusto en el fuego, para luego armar su pulguita con el pan y complementarlos con la crema de queso de cabra en tubos.
Imágenes superiores: experiencia Cacao junio 2018. We Crave
En España ha habido un boom con la gastronomía y con la apertura de nuevos restaurantes. Desde vuestro punto de vista ¿hay algún aspecto que no se esté trabajando correctamente más allá de la propia elaboración de los platos?
España es reconocida por su amplia cultura culinaria y por ser creadora de reconocidos chefs a nivel internacional. Pero si observamos más allá de los restaurantes Michelin y sus prestigiosos chefs, creemos que todavía se podría trabajar más en los restaurantes cotidianos.
Hay un detalle muy importante que es la clave y factor diferenciador entre un simple lugar donde te alimentas y un lugar donde vives una experiencia gastronómica memorable. Esto es lograr captar la atención del cliente al servirle algo tan cotidiano como la comida de forma inesperada, el despertar la curiosidad, evocar o crear un recuerdo inesperado. Son cosas que se perciben como muy elaboradas, sin embargo, en su sencillez está la clave.
Si un inversor quisiera abrir un restaurante innovador en Madrid y encargase a We Crave el concepto, ¿qué le propuestas estarían encima de la mesa? ¿qué tipos de servicios le podríais ofrecer?
Sin duda sería un proyecto que nos apasionaría, pero primero debemos entender por qué se quiere abrir un restaurante. Nosotros diseñamos en base a un concepto, buscamos siempre transmitir una intención/emociones, por lo que es importante tener esto claro. Así, We Crave desarrollaría el concepto y si no existe lo crearíamos.
Partiendo de esa base, diseñamos los utensilios en los que se va a servir la comida, y decimos “utensilios” porque no necesariamente deben ser platos. Esta es parte de la magia que tiene el Food Design con la que se define cómo se servirá cada plato en particular.
Otro detalle fundamental que suele pasar desapercibido es la narrativa que se crea alrededor del concepto. Esto incluye cómo se muestra y se cuenta el menú, así como el ambiente o interiorismo que tiene el espacio.
Cada día la gastronomía interesa a gente más joven ¿creéis que cada día que pasa la gastronomía va a tener un público más joven? ¿El Food Design puede tener algo que ver?
Sin duda, ¡sí! Las redes sociales y los medios de comunicación han promovido en las dos últimas décadas un interés por las artes culinarias que se extiende a todos los ámbitos y que va mucho más allá del mero placer de la degustación.
El diseño no ha permanecido ajeno a este movimiento, el Food Design ha influido desde la manera en cómo se comunica la identidad de un restaurante o el diseño del espacio hasta la creación de los platos; logrando crear una experiencia y fidelizando al consumidor con el concepto.
¿Cuál es el país del mundo en el que el Food Design está más desarrollado?
Los países del norte de Europa, y sobre todo Holanda, han estado a la cabeza de este movimiento. Comenzaron por crear restaurantes basados en la experiencia sensorial y han llegado tan lejos como promover nuevas cadenas de producción de alimentos responsables con el medio ambiente hasta diversificar la oferta del día a día como fue el cultivo y consumo de las algas marinas.
Buscar nuevos materiales es algo habitual en vuestro estudio ¿Cuál es el último material con el que estáis alucinando?
La transparencia es una estética que nos apasiona y que puede aportar mucho a la manera de cómo se percibe y se vive un plato. Sin embargo, los materiales que tenemos a disposición hoy en día como el vidrio, las resinas o los plásticos, tienen la debilidad de no ser respetuosos ambientalmente. Es por ello por lo que estamos trabajando en lograr la transparencia a través de materiales y compuestos orgánicos.
Imagen superior:Picoteo Español en Mini Hub Madrid, diciembre 2018. We Crave
¿Tenéis fecha para vuestra próxima experiencia de Food Design?
Sí. Ahora mismo estamos ultimando los detalles para presentar nuestra nueva experiencia que se llama “Essentia: revealing the layers of taste”. La hemos creado en el marco del Madrid Design Festival 2019 y tendrá lugar en nuestro estudio (siempre previa reserva) los días 07, 08, 09, 14, 15, 16 y 20, 21 y 22 de febrero.
En esta ocasión nos inspiramos en el en el debate que surge entre la esencia intrínseca y la esencia de un aroma dado que ambas poseen el mismo poder de seducción, siendo igual de misteriosas e imperceptibles a simple vista. Partiendo de la premisa de que el 80 % de nuestro sentido del gusto depende de los olores, “Essentia” tiene como objetivo explorar la relación con las esencias a través de la interacción sensorial con nuestro cuerpo y mente. Así que el resultado es una experiencia muy especial a través de cinco platos maridados en cenas para solo 12 personas cada día. El precio del menú es de 65 € por persona y es necesario inscribirse previamente en nuestra web: http://www.wecravedesign.com/
Además, y dentro también del marco de actividades del Madrid Design Festival 2019, desde We Crave impartiremos dos charlas abiertas al público del festival en las que se discutirá en torno a “Cómo los sentidos influencian el proceso creativo a la hora de diseñar”.
Estas charlas, en las que participará un grupo multidisciplinar de diseñadores expertos en el área de diseño multisensorial y experiencial, tendrán lugar los días 6 y 20 de febrero a las 19.30 h. también en nuestro estudio de We Crave de la calle Conde Xiquena, 12. Igualmente, es imprescindible reservar la plaza antes en nuestra web.—->
19 de enero de 2019 a las 23:45
Felicidades Vanessa , Dios te Bendiga y te guíe en unión familiar