¿Sabías que existe psicología especial para músicos? Es la psicología musical y hablamos sobre ello con una experta, Rosana Corbacho
Rosana Corbacho es una psicóloga con base en Madrid. Hasta aquí, nada tendría de especial. Sin embargo, ¿y si te decimos que es una psicóloga especializada en música? ¿A qué la cosa cambia? Pues bien, Rosaba Corbacho comenzó hace más de diez años en la industria musical y, de ahí, dio el salto a la psicología y, de una forma inesperada, fusionó los dos campos tan dispares pero tan necesarios. Ha trabajado en prestigiosos festivales como Mad Cool o dando charlas en Primavera Pro del Primavera Sound 2019. Además, ha fundado su propia empresa, M.I. Therapy, centrada en la relación entre música y psicología, lo que hace mucho más interesante charlar con ella sobre todo lo que conlleva el estrés, la ansiedad, la presión y las emociones que se esconden detrás de la industria musical. Cosas que existen pero de las que casi nadie habla.
¿Cómo comenzaste en la música? Con 21 años dejé un trabajo en un banco y me fui a Londres, sin saber mucho inglés, porque me encantaba la música electrónica del sello Warp (especialmente la de los años 90). Casi mi primer trabajo fue en la tienda Virgin de Piccadilly Circus vendiendo Cds en tiempos de Burial y Amy Winehouse. De ahí pasé a trabajar en sellos discográficos (Rough Trade, Warp, Border Community) y prensa online para diferentes artistas y eventos en Reino Unido. En ocasiones hice de tour manager de algunos artistas del sello. A pesar de haber llegado a aquella ciudad sin conocer a nadie, acabé encontrando mi lugar y sintiéndome más conectada que en mi pueblo natal extremeño. En Londres las oportunidades estaban ahí si realmente las querías. Puedes (o podías, no se cómo estará la situación actual) empezar con una internship en tu sello favorito y, si eres entusiasta, avanzar en la dirección que elijas. Cuando volví a España estuve más centrada en los eventos y trabajando en una agencia de contratación de Djs (B4 Bookings). Fue perfecto para seguir especializándome observando las características de una parte del sector donde prácticamente no hay ningún estudio científico y sí bastante problemática a nivel de salud mental.
Y de ahí, ¿cómo pasaste a la psicología? Una vez metida en la industria de la música tanto a nivel personal como profesional, empecé a observar las características de la misma. El estrés al que estaban sometidas las personas en los diferentes roles. Desde promotores, agentes de prensa, directores de sellos, técnicos, y por supuesto artistas. Me preguntaba cómo este sector podía mover tantas pasiones. Las personas a las que iba conociendo estaban completamente entregadas a su trabajo. Las relaciones personales y laborales se solapaban. La mayoría de las amistades estaban también dentro de la música. Mi curiosidad crecía cada día. Entre mis amigos productores u otros artistas con los que trabajaba pude observar como había bloqueos creativos, insatisfacciones, miedos que no les dejaban disfrutar de “estar triunfando” y empecé a pensar que tenía que haber una manera de poder ayudar más allá de trabajar en los roles que yo había conocido. Desde niña tenía vocación de psicóloga, así que cuando me di cuenta de que todos los libros que devoraba de la biblioteca de Holloway Road tenían la misma temática, decidí formarme. Para mí era fundamental poder aportar desde un enfoque científico. Empezó entonces un camino de mucho esfuerzo al compaginar mi trabajo en la industria musical (que tantas horas requiere) con estudiar una carrera larga a base de madrugar mucho y cargar libros pesados aprovechando incluso las horas de vuelo estando de tour.
Arriba: Rosana Corbacho, Primavera Pro 2019, fotografía de Gerardo García
¿Por qué un sector como la música y no otro creativo? La música en lo que me ha acompañado en mi crecimiento. La que me hizo irme a Londres y me ayudó a encontrar un camino que ni podía imaginar que existía. Es el ámbito que más conozco y donde siento que puedo aportar más como psicóloga. No hay muchos colegas especializados en este ámbito ni muchos estudios científicos enfocados a investigar la salud mental de las personas que trabajan en el sector musical. Digamos que es una mezcla entre la necesidad que he observado y una pasión personal. A pesar de ello, creo que la psicología puede ayudar en cualquier sector creativo ya que el arte está tan unido a la evolución humana, que tanto los momentos más brillantes como los aspectos más difíciles de vivir pueden mejorarse con ayuda profesional para desarrollar todo el potencial.
¿Qué relación tienes con la música? Tengo una relación estrecha, de confianza y bastante exclusiva. Tiene prioridad en mi vida y me ayuda a tomar decisiones. Modula y me conecta con diferentes emociones ayudándome a crecer en mi autoconocimiento. Es el medio donde he conocido muchas personas importantes en mi vida y donde me siento más cómoda. Mi papel con respecto a la música a nivel profesional en la actualidad está enfocado a ayudar a artistas y otras personas que trabajan en este sector a mejorar su relación con ellos mismos, con la industria y con la música. Siento que mi misión es mejorar la calidad de vida y fomentar la creatividad.
Como ves y trabajas con artistas de la música, hablas con ellos de cómo el público en general ve la música, ¿crees que sigue y seguirá viéndose como un arte de segunda categoría? No creo que sea un arte de segunda categoría en absoluto. Como dice mi colega Guillermo Dalia, la música en más antigua que el lenguaje. Es tan amplia que prácticamente no se puede abarcar. El arte es cultura y puede tomar muchas formas. Algo diferente es la industria que se mueve alrededor de las obras y los artistas. Puede que sea más exclusivo un estilo artístico o una forma a nivel económico o porque les guste a menos personas. Sí que es cierto que la percepción general del público con respecto a los músicos es que su trabajo es su pasión y por lo tanto “no es realmente trabajo”. Cuando este concepto es asumido por los artistas puede ser la causa de un gran malestar y una percepción negativa de su lugar en la sociedad. Posponen así cualquier tipo de búsqueda de ayuda profesional y empeora la sintomatología que padezcan. Creo que es importante que se conozca lo difícil que dedicarse profesionalmente a la música. Hay pocos trabajos en los que la formación empiece en la niñez (como en el caso de la música clásica) requiera tantas miles de horas de práctica y se desarrolle en una condiciones tan extremas. Los DJs y productores son puestos a prueba durante años con logística imposible Ser músico es similar a ser un deportista de élite. La diferencia es que los segundos tienen todo un equipo de especialistas que les ayudan con su carrera, forma física y mental.
¿Crees que la terapia, la psicología y la salud mental se están quitando el estigma de ser algo “para enfermos” cuando en realidad todos deberíamos ir a terapia? La psicología es una ciencia muy amplia y con muchas utilidades. Tanto en prevención, como para crecimiento personal o para el tratamiento de problemas de salud física y mental. Dependiendo de la persona y su situación se utilizará un enfoque u otro. España es el mayor consumidor de benzodiazepinas de Europa. El tratamiento con psicofármacos a menudo tapa un problema de base que podía haberse solucionado con herramientas de psicología o una intervención multidisciplinar para un efecto más permanente y beneficioso para el paciente. Sí que es cierto que la cantidad de noticias en la industria musical acerca de artistas que hablan de salud mental ha crecido recientemente. Esto va a ayudar a que no sea un tema oculto y a que otras personas se animen a buscar ayuda mucho antes. La terapia puede mejorar la calidad de vida de las personas aportando herramientas para afrontar dificultades a nivel personal, relacional o laboral.
¿Qué consejo le darías a alguien que nunca ha ido a terapia porque no se atreve? ¿Y porque no se lo puede permitir? Le preguntaría cuánto tiempo lleva padeciendo el problema y en qué areas de su vida le afecta. También le pediría que describiese cómo cree que se sentirá si soluciona el problema. Le preguntaría de qué está hecho su miedo a la terapia. Le explicaría que en mi enfoque de psicopedagogía humanista (PRH) junto con psicología clínica trabajo primero los puntos fuertes y lo positivo de la persona para ganar en autoconocimiento y desde ahí se abordan los objetivos que quiera trabajar. El fin es liberar espacio para que la persona pueda desarrollarse con mayor autonomía y sin impedimentos. A quien no se lo pueda permitir le animo a consultar con su psicólogo/a la posibilidad de asistir con menor regularidad. También asistir a terapia grupal. Es más económica y tiene un gran efecto escuchar y ser escuchado en un entorno terapéutico al lado de otras personas con un problema similar.
¿Y a alguien que ya ha ido pero no sabe si volver? Le preguntaría qué beneficios obtuvo de la terapia y qué le gustaría trabajar en este momento. También le invitaría a buscar a un terapeuta con quien se sintiese cómodo. Es importante no darse por rendido si a la primera no se encontró a la persona adecuada. El buen vínculo terapéutico es una de las claves para el progreso. Por otra parte que buscase una ayuda lo más especializada posible si el problema que quiere abordar está relacionado con su trabajo.
Para alguien que lleva años en la psicología y la música, ¿cómo crees que van a interrelacionarse los campos dentro de un futuro no muy lejano? Espero que la psicología de la música pueda crecer como la psicología del deporte. Tanto a nivel de investigación como con formación orientada a la especialización. Me gustaría que aumentase el número de congresos de salud física y mental de músicos y personas que trabajan en el sector cultural. Con ello se conseguiría una mayor rigurosidad y eficacia en los tratamientos, poder establecer programas de prevención, y en definitiva: mejorar la calidad de vida de aquellas personas que se dedican completamente a la música.
¿Y qué consejo general darías a cualquier persona de la industria musical para que no pierda su cordura? Algunas guías de autocuidado para la prevención problemas de salud mental pueden ser: hacer ejercicio de forma regular, priorizar el autoconocimiento y crecimiento personal, conectar socialmente con personas significativas, tener actividades de ocio y contactos fuera de la industria musical, meditar, dormir lo suficiente, planificar sus finanzas (en la medida de lo posible), aprender a establecer límites saludables y buscar ayuda especializada si perciben algún problema o quieren mejorar en algún área específica. En definitiva hay que buscar un equilibrio saludable entre trabajo y vida personal sin descuidar ningún ámbito.
Con todo el coronavirus, trabajas online, ¿crees que algún día se podrán hacer diagnósticos psicológicos online sin necesidad del contacto humano? Por supuesto. Antes de esta situación ya atendía a la mayoría de mis pacientes de forma online. El tipo de terapia no cambia en absoluto y tenemos la ventaja de poder encontrar ayuda especializada viviendo en cualquier parte del mundo. Por otro lado, para la preparación de artistas que están de tour, a veces tenemos las sesiones justo antes de los conciertos importantes. Para mí es un lujo poder acompañarles y ayudar a preparar psicológicamente no solo por el bien de la actuación, sino para que la disfruten al máximo.
¿Por qué la gente creativa y del arte tiene una salud mental diferente? Hay ciertas características del sector cultural que hacen que los artistas sufran especialmente. En un estudio en Reino Unido se encontró que el 71.1 % de los músicos habían sufrido altos niveles de ansiedad, el 68.8% depresión y sólo el 30% de ellos había buscado ayuda profesional. La causa parece estar en trabajar en un entorno de mucha inestabilidad, presión, riesgo, aislamiento, falta de reconocimiento a pesar de años de sacrificio y condiciones laborales extremas en muchos casos. A nivel personal, se vincula directamente la identidad con el trabajo y cualquier elemento que ponga en peligro el desarrollo como artista, se percibe como una amenaza directa a la esencia de esa persona. De ahí derivan muchos problemas físicos y psicológicos.
¿Hacia dónde o qué rama te gustaría expandirte? Me gustaría seguir tratando a pacientes en todo tipo de roles en la industria musical y diferentes estilos. También seguir participando en festivales internacionales para difundir cómo puede ayudar la psicología en nuestro sector. Por otra parte es muy importante para mí la formación mediante talleres y charlas ya que se llega a un público más amplio y se pueden llegar a enseñar algunas claves y herramientas para la mejora en su calidad de vida. Por último me gustaría conocer a más profesionales que se dediquen a la especialización en la industria musical. Desde médicos, psiquiatras, fisioterapeutas y otros psicólogos para poder realizar investigaciones y tratamientos formando parte de un equipo multidisciplinar.
¿Qué estás escuchando ahora mismo? ‘Illusion of Time’, de Alessandro Cortini y Daniel Avery.
¿Cómo te gustaría que fuese el mundo tras el coronavirus y cómo crees que será realmente? Me encantaría que las personas hayan podido hacer una revisión de cómo es su vida actual y haber realizado algún aprendizaje profundo acerca de ellas mismas que les de fuerzas para tomar mejores decisiones en la época que se avecina. Por otra parte me gustaría que la sociedad tomase conciencia de la vulnerabilidad humana y de como la unión nos hace más resistentes. Espero que suponga también una mayor conexión con la naturaleza donde los gobiernos realicen un cambio hacia políticas medioambientales prioritarias. En cuanto a la industria, espero que las personas se unan ante la adversidad en colectivos como SheSaid.So o MIM (de los que formo parte) para que el crecimiento no deje atrás a nadie y podamos construir un sector más respetuoso y humano. Realmente creo que todos esos cambios aun tardarán un tiempo en llegar y que algunas personas se verán afectadas por las consecuencias, sobretodo las más desfavorecidas por desgracia. Confío en nuestra capacidad de adaptación y en la evolución hacia una conciencia más empática, colaborativa y que tenga en cuenta el medio ambiente.
Tus planes para lo que queda de año: Aunque está casi todo en el aire, este año (sino el que viene) estaré en mesas de debate y dando talleres en Tallin Music Week Estonia, BIME Pro, Line Check Festival Milan, Reeperbahn festival Hamburgo y algún otro. Como parte de Keychange espero poder seguir aprendiendo y ayudando a nivel internacional a compañeras de la industria. Por otra parte de forma más local, estoy trabajando con La Casa Encendida en Madrid en talleres para artistas y podré revelar otros próximamente. En mi ocupación principal, la terapia con mis pacientes, seguir ayudándoles y poder compaginar el trabajo de difusión con M.I. Therapy con la atención individual.