Los proyectos fin de grado nutren de ideas al futuro de la moda. Un ejemplo es el de Laura Núñez Prat de BAU, Centro Universitario de Diseño de Barcelona.
Antes, por regla general, era en las pasarelas de moda donde se descubrían las ideas más avanzadas. Ahora ya no siempre es así. Los desfiles y sus colecciones sirven más para promocionar la línea de bolsos, o cualquier producto estratégico de patrocinadores, también llamados colaboradores. Entonces, ¿dónde podemos reciclar nuestros cerebros ávidos de ideas frescas? Pues en los proyectos fin de grado de las escuelas de moda, aka TFG, aka Trabajo Fin de Grado. Y, por supuesto, también en las Trabajo Fin de Máster o TFM. Es muy probabla que muchas de sus ideas terminen en las colecciones de reconocidos diseñadores, firmas o marcas. A veces son fagocitadas sin escrúpulos, y otras obtienen una contraprestación económica aunque la patente de la idea original quede en el anonimato. Y, sobre todo, los proyectos fin de grado sirven para nutrir el cartel de las semanas de la moda, de todo tipo, necesitadas de un lifting rejuvenecedor periódico. Pero todo eso sería tema de un artículo en sí mismo. Y no quiero robar más protagonismo a la verdadera estrella de este post: la barcelonesa Laura Núñez Prat de 24 años, inminente profesional de la moda que nos presenta uno de los proyectos fin de grado más interesantes de la temporada. Ex-alumna del Centro Universitario de Diseño de Barcelona, BAU, Laura nos presenta su proyecto por recomendación de sus tutores. Ellos, le dijeron con razón que su propuesta era muy de nuestro perfil. Así que la compartimos con amor con nuestro público.
Proyectos fin de grado en moda: Laura Núñez Prar nos explica el suyo, realizado para BAU.
Descripción del proyecto fin de grado de Laura Núñez Prat
El propósito del presente trabajo reside en crear un nuevo sistema constructivo en la moda. Para ello, realizo una investigación profunda de la forma y función de la arquitectura aplicada a la estructura del proyecto. La finalidad del citado sistema constructivo es la reutilización de las prendas basado en la relación de forma y función. Asimismo, los estampados y el color conforman una parte fundamental del proyecto. De esta forma, gracias a la combinación de los elementos se pretende conseguir una colección dinámica y exclusiva que otorga al juego, a la diversión y a la experimentación los papeles protagonistas.
Desde pequeña me ha interesado todo lo relacionado con el arte. Me apasiona el diseño, la escultura, la pintura, pero especialmente la relación existente entre moda y arquitectura. Este proyecto quiere ser la unión de ambas artes; la creación de una estructura multifuncional, desmontable y reversible.
La primera pregunta que me hice fue cuál es la estructura de una prenda. En mi opinión la forman las costuras soportadas por el cuerpo humano. La segunda pregunta que me hice fue cómo poder reducir el consumo compulsivo de la moda, la respuesta la encontré, una vez más, en la estructura. Creando un nuevo sistema constructivo formado por cintas de botones de presión automáticas y varillas que ofrezcan rigidez a la estructura se consigue la base para obtener diversas prendas y formas intercambiables.
El esqueleto se conforma por cinta de presión de botones hembra y las prendas contienen la cinta de presión de botones macho. De esta forma, la estructura permite el cambio constante de las prendas que, a su vez, son reversibles y desmontables. Por lo tanto, con el mínimo número de prendas se consigue la máxima variación y combinación de estilos. Así pues, la arquitectura estructural permite la reutilización disminuyendo el consumo compulsivo que mengua el valor de la prenda.
¿Por qué elegiste estudiar moda como futuro profesional?
Cursé el bachillerato artístico, tenía claro desde un principio que quería dedicarme a algo relacionado con el arte. La moda siempre me ha apasionado, pero no sabía bien si como consumidora o realmente como diseñadora. Así que decidí hacer un año sabático al finalizar el bachillerato y probé con cursos de patronaje primero. Vi que me gustaba y ¡aquí estoy!
¿Dónde has estudiado moda y por qué elegiste ese centro?
Estudié en la Universidad BAU. Al hacer un año sabático pude ir presencialmente a visitar las universidades y BAU fue la que realmente me cautivó por su creatividad y libertad a la hora de diseñar. BAU es una universidad de diseño común (moda, gráfico, audiovisual e interiores) en la que que te organizas tu mismo escogiendo aquellas áreas que más se identifican contigo. Los dos primeros años son menos especializados, mas generales, así puedes decidir mejor cuál es la especialidad que mejor encaja con tus intereses.
¿Ahora qué te has graduado que piensas hacer?
Me voy a Copenhague para acabar de formarme, seguir creciendo y conociendo el mundo de la moda. Es un mundo muy amplio y desconozco muchos sectores de este. Me apetece probar, hacer cursos y trabajar para saber realmente el máster que quiero hacer. A día de hoy tengo claro que dirección creativa, pero antes quiero conocer mejor otros sectores.
¿Cuáles son tus expectativas profesionales?
Crear una marca. Sé que es un sueño y que muy pocos lo logran. Incluso a veces se abandona, pero yo voy a luchar hasta el final. Sé que esto es lo que quiero hacer el resto de mi vida. También sé que mi estilo es muy personal, por eso creo que tengo algo que ofrecer. Me encanta la moda desde pequeña: experimentar, jugar, probar cosas nuevas y ver que hago feliz a la gente con lo que les propongo. Sí, me planteo crear mi propia marca a largo plazo, pero para ello debo de seguir aprendiendo y seguir formándome.
¿Has realizado prácticas en algún sitio ya? ¿Cómo fue la experiencia?
Como he dicho antes, en la universidad BAU tocas todos los diseños, y en el primer año, cada semana quería dedicarme a uno distinto. Así que decidí hacer prácticas en un proveedor de Inditex para ver si realmente me veía en un futuro trabajando en el sector de la moda. Fue una muy buena experiencia, estuve todo el verano haciendo practicas. Viví el mundo de la moda desde la parte profesional, el mundo real. La verdad es que es un mundo duro, con mucha presión y mucho tiempo pero merece la pena y es lo que me llena.
¿Dónde te gustaría trabajar? ¿Quiénes son tus referentes?
Trabajar para Rei Kawakubo en Comme Des Garçons como diseñadora sería un sueño para mí ya que es un gran referente desde el principio de mi carrera y un ejemplo a seguir por su manera experimentar con los materiales, formas… los volúmenes que crea y su gran capacidad de deconstruir las siluetas.
Durante estos 4 años de carrera he sido muy fiel a mis referentes, los que me han acompañado y los que me han servido de gran inspiración. Rei Kawakubo, Rick Owens y Maison Margiela son los Top 3. Los tres son diseñadores que constantemente han estado rompiendo con las reglas, innovando, siempre tienen algo con lo que sorprender. Por otro lado son muy conceptuales, experimentan con nuevos materiales, las técnicas que utilizan, los volúmenes…
¿Qué importancia tiene para ti la reutilización y la sostenibilidad, en general y en tu proyecto fin de grado?
A la hora de diseñar, la reutilización y la sostenibilidad los tengo muy en cuenta ya que hoy en día en la sociedad en la que vivimos, todo va tan rápido que nada permanece. Especialmente en el mundo de la moda, se ha convertido en usar y tirar, no damos el valor que merecen a las prendas. Como diseñadora es algo que quiero frenar y dar conciencia al resto. Por eso mis diseños suelen ser multifuncionales, haciendo las prendas reversibles y desmontables para poder alargar el ciclo de vida y exprimir las posibilidades de cada prenda.