EL FESTIVAL SOS A CUATRO OJOS: LOS DE MARKUS RICO Y MARÍA BERNAL
Más de 80000 personas han pasado este año por el recinto Ferial de la Fica de Murcia, o lo que es lo mismo, para asistir a una de las primeras grandes citas festivaleras del año, la de Estrella Levante SOS 4.8. Por allí pasaron MGMT, Patti Smith, These New Puritans, While Lies… Muchos grupos y muchos conciertos inolvidables, pero lo mejor de un evento de música como este, es que cada uno de nosotros vive su propio festival. No hay dos iguales. Este ha sido el festival de nuestro fotógrafo Markus Rico plasmado en imágenes y también el de nuestra colaboradora María Bernal, plasmado en palabras:
Efectivamente, cada asistente al SOS 4.8 (¿cómo se llaman los que van al SOS 4.8? ¿SOSEROS? ¿SOSOS? ¿SOSERS? ¿CUATROPUNTOOCHERS? Ni idea, hay que inventarse una palabra ¡ya!) ha vivido un festival diferente. Me consta que hubo quien se pasó los dos días plantado delante del SOS Club, por cuyos platos pasaron gente como Caribou o Buffetlibre Dj’s, -que se marcaron una sesión impagable-. Otros no se movieron del escenario Estrella de Levante más que para ir al baño y a la barra (y si me apuras… hasta diría que solo para ir a la barra) encarrilando Editors con Suede y Suede con Lori Meyers. Otros se pasaron más tiempo en los coches de choque o fingiendo que se casaban en el stand del reality de MTV de Alaska y Mario que atendiendo a ningún concierto (esos coches de choque… ¡que no los quiten nunca!). Los hubo que se lo tomaron en serio, y les veías correr de un escenario a otro para no perderse nada o aguantar horas y kilómetros de cola para pillar entradas para These New Puritans o Patti Smith en el auditorio. Hubo quien pasó el día fuera, en el césped o en el parking (haciendo vete-tú-a-saber-qué) y quien invirtió ese tiempo en asistir a alguna de las muchas actividades paralelas interesantes que programa el festival. Otros prefirieron irse de tapas por el barrio de Vistabella, que para algo hacía tan bueno (unas gotitas el viernes noche nos hicieron temer lo peor, pero… ¿qué sería del SOS 4.8 sin un poco de incertidumbre meteorológica?)
Yo, personalmente, procuré que mi festival tuviera un poco de todo, que para eso es tan variadita la oferta. Hubo conciertos chulos (!!!, infalibles), maravillosas regresiones a mi adolescencia (enormes SUEDE, en plena forma) y sesiones de lo más simpáticas (salir del festival bailando “el tiburón se la llevó” tiene su aquel). También hubo mucha brocha gorda (en serio, Tiga, ¿dónde tenías la cabeza?) y algún grupo que de poco intenso apenas se le recuerda (MGMT, dejad de renegar de vuestros hits, la energía de vuestros shows lo agradecerá). También hubo horas de parking, alguna charla de estas que te ponen después de comer y no sabes muy bien cómo has hecho para levantarte y arrastrarte hasta allí, piques en los coches de choque (mis rodillas aún se resienten con según qué movimientos. Mala idea montarme acompañada de alguien que mide dos metros y tener amigos tan vengativos) y bodas falsas en el stand de Mario y Alaska (lo que dio de sí este stand, válgame). Pero sobre todo, sobre todo, ha habido bailes. Me he dejado los pies, vaya. Y he cantado, sí, también me he dejado la garganta. He disfrutado como una enana de un festival que, discutibles temas de cartel aparte, cada año crece más y más dentro de una ciudad que año tras año intenta acoger mejor a los peregrinos de la música (otra vez echo de menos una palabra para designar a los asistentes al SOS 4.8 Se aceptan sugerencias). Definitivamente, con el SOS 4.8 arranca la temporada de festivales, el verano ya se masca en el ambiente y los cuerpos se nos ponen revoltosos. Me juego el cuello y no lo pierdo a que todos tenéis (yo me incluyo) vuestra ruta de escenarios del Primavera Sound 2011 hecha desde el mismo día que salieron los horarios. Qué bella es esta época. Sólo tiene una cosa mala, malísima: que aún no es verano. Y que cuando acaba el SOS 4.8, una enfila el coche y se vuelve a Madrid a trabajar, sabiendo que en la oficina le espera uno de los lunes más chungos de la historia de los lunes chungos. Pero gracias a Dios, ese lunes acaba pasando. Y entonces sonríes. Queda un día menos para el próximo SOS 4.8. Menos mal…
17 de mayo de 2011 a las 18:59
Yo sí que veo por ahí a alguien que se ha dejado los pies bailando… LITERAL.