2º post de la serie “Arte y Ecología”, extraído de un artículo más amplio publicado en la Revista Neo2 #179 titulado “Un viaje sin retorno hacia un arte ecológico”. Esta vez hablamos sobre la exposición “Planet B: Climate Change and The New Sublime”.
Coincidiendo con la 59 edición de la Biennale de Venecia, arranca la primera exposición del último proyecto del que fuera fundador del Palais de Tokyo de París, Nicolas Bourriaud. Con el nombre Radicants, Bourriaud lidera una cooperativa curatorial internacional, con futura sede física en París, que se estrena con la exposición “Planet B: Climate Change and The New Sublime”, en el Palazzo Bollani de Venecia, del 20 de abril al 27 de noviembre.
Imagen superior: EW 18 with a Map of Africa, Softwork series, 2014.
Agnieszka Kurant, AAI, 2016, zink.
Siguiendo este enlace puedes leer el 1er post de la serie.
Diseñada en tres actos diferentes, “Planet B: Climate Change and The New Sublime” explorará el impacto del cambio climático en el arte actual a través de la noción de lo sublime, según la definición del filósofo del siglo 18, Edmund Burke: “Un deleite teñido de terror”.
Ylva Snofrid, Xenia with Poppy Flower, Funnel and Alcometer 0-30, 2012.
Mediante el cambio de nuestra relación colectiva con el planeta, el aviso global ha transformado la mirada del artista.
Si antes la humanidad solía considerar al planeta como un simple telón de fondo para sus actividades— un escenario, un entorno— ahora se siente inmerso en él. Completamente encerrado en una atmósfera y en una red de tierras y océanos que se han convertido en amenazas potenciales. En este contexto, la antigua noción de lo sublime ha tomado un nuevo sentido en el arte actual.
Poetic Justice (Seasons in HelI) 8177, 2019.
Hoy, el cambio climático proporciona imágenes muy concretas del peligro que nos amenaza.
Los enemigos son invisibles pero muy presentes, como virus o grados de temperatura que provocan la subida de las aguas. Este sublime contemporáneo transmite la sensación de pérdida de control de la humanidad sobre el planeta. Arraigado en la conexión entre el ser humano y la naturaleza, definido como un sentimiento de “deleite teñido de horror”, y caracterizado por el contraste entre el individuo y la inmensidad, lo sublime se convierte en la noción estética que determina el Antropoceno.
Peter Bugghenout, The blind leading by the blind #86, 2018.
En “Planet B: Climate Change and The New Sublime”, Nicolas Bourriaud reúne a 27 artistas de 17 países en una exposición dividida en tres partes.
La primera parte, titulada “Every Exhibition is a Forest”, tendrá lugar del 20 de abril al 26 de junio y contará con la participación de Bianca Bondi, Max Hooper Schneider, Thiago Rocha Pitta, Haegue Yang, Agnieszka Kurant, Lucía Pizzani y Dana-Fiona Armour.
Lucia Pizzani, Acorazada unicornia, 2022.
La segunda parte, titulada “Charles Darwin and the Coral Reefs” podrá visitarse del 8 de julio al 26 de agosto y nos traerá a Nils Alix-Tabeling, Charles Avery, Gianfranco Baruchello, Hicham Berrada, Bianca Bondi, Roberto Cabot, Alex Cerveny, Anna Bella Geiger – Max Hooper, Agnieszka Kurant, Romana Londi, Turiya Magadlela, Thiago Rocha Pitta, Nicolas Uriburu, Haegue Yang y Phillip Zach.
Charles Avery, Untitled (Globe) , 2017.
Por último, la tercera parte titulada “The Tragic Death of Nauru Island” se presentará el 8 de septiembre y coincidirá con el final de la Biennale el 27 de noviembre. Contará con la obra de Dana-Fiona Armour, Peter Buggenhout, Kendell Geers, Anna Bella Geiger, Loris Gréaud, Max Hooper Schneider, Agata Ingarden, Agnieszka Kurant, Romana Londi, Turiya Magadlela, Lucia Pizzani ,Thiago Rocha Pitta, Nicolas Uriburu, Ambera Wellmann, Haegue Yang y Phillip Zach.
“Planet B: Climate Change and The New Sublime”
Palazzo Bollani de Venecia
Del 20 de abril al 27 de noviembre.
Siguiendo este enlace puedes leer el siguiente post de la serie.