INDIE CINDY SE PUBLICA EL PRÓXIMO 29 DE ABRIL, PERO… ¿DÓNDE ESTÁN MIS PIXIES?
¿Qué demonios ha llevado a Pixies a publicar un álbum nada menos que 23 años después de ‘Trompe le Monde’? ¿De qué va esta gente? ¿De verdad se creen que pueden hacernos recordar la época en qué podíamos salir hasta las mil a darlo todo brincando con “Alison” o “Subbacultcha” y beber cuatrocientas copas sin después sufrir resaca durante días, y que no íbamos a tenérselo en cuenta? Si pensaban que semejante atrevimiento iba a salirles gratis, seguro que las críticas que han salido antes que esta, les han quitado semejante idea. Y para colmo le ponen al disco ‘Indie Cindy’. ¡Anda, ya hombre! No hay duda. Todos esperábamos en cada recodo del nuevo trabajo de Pixies un “Wave of Mutilation” o por qué no, ya en plan exigente, un “Here Comes My Man” o un leve “Where is My Mind?” y el que diga lo contrario miente. Y así aguantamos el aliento durante los 3’33’’ de “What Goes Boom”, donde Black Francis parece en forma, el cambio de ritmo es marca de la casa y la mala leche parece auténtica. Pero enseguida se percibe que el trayecto de casi dos décadas y media es como si no hubiera servido para mucho. Para mucho más que repetir el esquema que a estas alturas suena impostado. Y si las novedades van a ser como “Greens And Blues”, la blanda “Ring The Bell” o la marcianada de “Andro Queen” no hacían falta semejantes alforjas para ese viaje. A partir de ahí, cualquiera se puede imaginar la cara de los fans de toda la vida con “Snakes” o “Jaime Bravo” dando vueltas al cedé una y otra vez para comprobar que realmente están escuchando a los Pixies. Por el camino, “Blue Eyed Hexe” en la que se plagian a sí mismos en aquella “U-Mass” o “Silver Snail” que está a años luz de la intensidad de “All Over The World”, por poner un ejemplo. Ahí es donde reside el problema. Black Francis, Joey Santiago y Dave Lovering no pueden ser tan ingenuos como para pensar que nadie iba a empezar a establecer comparaciones entre aquella banda legendaria y esta. Así que lo mejor para todos será hacer como ellos mismos han hecho, que colgaron el disco en Spotify y luego lo retiraron. Pensar que ha sido una especie de mal sueño y que la cosa se terminó en aquel lejano 1991, cuando todos éramos más jóvenes y por lo tanto, todo era mejor.