Gucci abre la Fashion Week de Milán con su primera colección sin Alessandro Michele con una mirada hacia el histórico de la marca y una puesta en valor de la artesanía de la casa.
Tarde o temprano íbamos a ver el primer desfile de Gucci sin Alessandro Michele; y llegó justo a tiempo para comenzar la Milan Fashion Week 2023 y hemos de decir que esta ausencia ha hecho un eco inmenso… veremos de ahora en adelante un nuevo Gucci que, a primeras, le hace falta una dirección más fuerte. La colección masculina para FW23 toma como base el poder de la improvisación, la mezcla con códigos primarios de la casa y ese aire sexy que la definía.
FW23 es la primera colección de Gucci sin Alessandro Michele como director creativo.
La ausencia del creativo se hizo notar más de la cuenta en el desfile
Todos recordaremos que Alessandro Michele, responsable de volver a poner a Gucci en el panorama abandonó la dirección a finales del año pasado. Esta partida nos hizo empezar a preguntarnos cómo se vería el nuevo capítulo para la casa italiana. Esta nueva colección, la cual espero que no delimite el futuro, fue obra de un equipo de diseño in-house de la marca, que según Gucci, había trabajado estrechamente con el antiguo director.
No puedo sino preguntarme, si habían trabajado de la mano de Alessandro durante su dirección, ¿Por qué esta colección sólo recuerda a la era Tom Ford? Hay una respuesta según la nota que acompañaba la colección presentada en Milán: Gucci Men’s FW23 “es una mirada al archivo histórico de la casa” y una puesta en valor de la capacidad artesanal arraigada en el ADN… en pocas palabras, a falta de flare, nos toca retrospectiva.
Improvisación espontánea, arquetipos clásicos reimaginados y la clásica seducción Gucci; esos son los tres pilares en los que esta cuadrilla de diseñadores se ha basado para el primer desfile de Gucci sin Alessandro Michele. FW23 es una obra de retrospectiva que recoge prendas de estilo sport de los años ochenta, indumentaria motera de los 2000 y la sastrería sexy de cuando Mr. Tom Ford llevaba las riendas (o al menos esa era la intención).
La colección de Gucci FW23 que dio inicio a la Milan Fashion Week
Como siempre, vamos a empezar a desgranar esta colección por las prendas superiores. Lo primero que hay que decir es que la simplicidad primaba por encima de todo con tops, camisetas y camisas básicas con cuellos muy escotados (¿será este el regreso del scoop neck?). Otro elemento fueron los jerséis de punto, las chaquetas moteras y de aviador que vimos en muy pocos looks del desfile. Otra prenda a destacar fue el polo de rugby de rayas amarillo (que recordaba más a Ralph Lauren que otra cosa). Algo que saltó mucho a la vista fueron las chaquetas estilo bomber con proporciones cropped; que nos recordaban a todo menos a Gucci.
De pantalones de pinzas en clave baggy pasamos a los demás pantalones del desfile. Donde primaron también los vaqueros de lavado claro y corte baggy con un poco de fraying en los bajos. Otros vaqueros a destacar fueron el monogrameado con pedrería y los de efecto metálico. También pudimos ver chándal con calentadores (súper ochenteros) y faldas masculinas.
La colección desentonaba mucho entre prendas increíblemente básicas y las pocas excentricidades que se colaban en uno que otro look.
Vuelve la sastrería boxy y brutalista de los ochenta
Pasando a la sastrería, he de decir que se ha perdido un poco ese flare que tanto amábamos de los trajes y abrigos de la casa. Las siluetas han cambiado y han dado el salto de esa nostalgia setentera al hiperestructuralismo de los años ochenta y cincuenta (y que se ha dejado ver en otras colecciones últimamente). El desfile de Gucci sin Alessandro Michele apostó en gran medida por los suit separates (llevar un pantalón y americana de distintos trajes) y los pantalones de pinzas en clave baggy; un punto a favor de dinamismo en los looks. La deconstrucción de sastrería también fue un punto fuerte, especialmente en el traje de Príncipe de Gales.
Vimos un revival de la lona Crystal GG (lona con el monograma clásico de la firma acabada con laca) en muchos bolsos de la colección y en los monos de trabajo. Lo único de la inspiración setentera del antiguo Gucci que pudimos ver. Los bolsos de la casa tuvieron un makeover muy radical en cuanto a materiales, proporciones y siluetas… ¿podrían ser estos los nuevos clásicos? Ah, y cómo olvidar la nueva propuesta: portatrajes monogrameados como accesorios de moda.
¿Esto es todo lo que queda de Gucci? Esperamos que no
Los procesos de transición para las marcas siempre son un tiempo muy incómodo; y esperamos que una colección como esta (que claramente se vio muy improvisada, y no en el sentido cool) sea solo algo transitorio y no algo que defina el nuevo capítulo de la marca. Recordemos que lo que vimos en esta pasarela fue aquello mismo que años atrás causó la decadencia de Gucci hasta que Michele llegara a rescatarla. Esperamos con ansias a un nuevo director creativo con una propuesta interesante para la casa, porque nada puede sostenerse vendiendo errores del pasado como nostalgia.