“Parthenope” es una historia muy singular que, como acostumbra Sorrentino, homenajea a Nápoles y a sus gentes, idealiza la juventud y dialoga con el amor bajo un halo de ensoñación y surrealismo
Muchos de nosotros hemos descubierto o redescubierto Nápoles a través de los ojos de Paolo Sorrentino. La capital del sur de Italia, escenario de la mafia, la familia y el arraigo a la identidad, entre otras tantas cosas, es siempre el escenario protagonista de las historias de Sorrentino. Una frase muy repetida y convertida en toda una declaración de intenciones famosa en la ciudad del sol es ‘yo no soy italiano, soy napolitano’, y “Parthenope” es un ejemplo de esto.
El arraigo y la identificación con esta tierra rezuma en “Parthenope”.
Ya vimos esto en otros títulos como ‘È stata la mano di Dio’ (2021), donde Sorrentino se lanza a mostrar las luces y las sombras de una vida muy cercana a la suya demostrando siempre el amor por el fútbol que bautiza al film y que es otro de los mantras en todas sus obras. ‘La gran belleza’ (2013) o ‘La juventud’ (2015) son algunas de las películas más conocidas del director que han atravesado las fronteras del cine italiano para convertirse en cine de culto.
“Parthenope” es sorrentiniana, no cabe duda. Tiene ese sello de identidad, si es que este es el concepto más adecuado para describirlo, desde la primera escena que vemos en pantalla.
El mar, la costa napolitana y en este caso, la Isla de Capri, son la cuna que mece a la protagonista de esta historia, Parthenope, interpretada por la debutante Celeste Dalla Porta, quien magistralmente, encarna a una talentosa y abrumada mujer que busca algo tan simple y complejo como así misma a través de los demás, de la antropología, de los deseos y de las palabras. El resto del elenco lo conforman Stefania Sandrelli (Novecento, Jamón, Jamón), en el papel de Parthenope en distintas etapas de su vida; Gary Oldman (Drácula, El instante más oscuro); Luisa Ranieri (Fue la mano de Dios); Silvio Orlando (El sol del futuro); Isabella Ferrari (La gran belleza) y Giampiero De Concilio (La cena perfecta).
La decadencia de los escenarios, la romantización de todo lo que se construye cerca del mar, de los colores de este país… Consigue hechizarnos y abrazar la locura.
Esta historia recuerda en su narrativa a la excéntrica e icónica película del también italiano Bernardo Bertolucci, ‘The Dreamers’, el amor tan potente que subyace escondido en los márgenes sólo visto por los ojos de unos pocos. El espectador acompaña a “Parthenope” desde su nacimiento en 1950 hasta 2013, toda una vida marcada por el deseo de ser una mujer librepensadora, sin prejuicios, buscando saber cómo vivir en un entorno opresor. Un total de 2 horas y 20 minutos es el tiempo que pasaremos en una Italia enquistada en sus ideales, en el dolor de la pérdida y en el aprendizaje moral salpicado a veces de una dura crítica en el reflejo de estamentos, instituciones y discursos con un fuerte mensaje político.
Paolo Sorrentino en pleno rodaje
La película se estrenó en la Sección Oficial de Cannes y pasó por Perlak en San Sebastián.
En Italia ha sumado más de 1 millón de espectadores en su primer mes en las salas de cine, convirtiéndose en la película más taquillera de su filmografía, superando a ‘La Gran Belleza’, trabajo que cabe recordar, le llevó a ganar el Oscar aquel año. En España llega a las salas el 25 de diciembre.
Fotos: Gianni Fiorito