La intensidad de la semana del arte de Madrid, tras las ferias, coleccionistas y socialités, deja paso a las muestras que se abrieron esos días y que tienen continuidad hasta verano. Ese es caso de la fascinante exposición individual del artista Francesc Ruiz en el CA2M de Móstoles. Lleva por nombre “Panal” y se puede visitar hasta el 28 de junio.
Distribución perturbadora de contenidos y cuerpos, mundos globales, disidencia, pansexualidad e identidad impregnan Panal el solo show del artista catalán Francesc Ruiz en Móstoles.
Para aquellos que no lo conozcan, el trabajo de Francesc Ruiz parte del cómic como sustrato estético, narrativo e intelectual, y también como material histórico y operativo. Aplicándolo a modo de continente o descripción de lo real (a través de la creación, la alteración, la restitución o el ensamblaje) genera historias posibles que revelan los engranajes a través de los que se construyen las identidades individuales y sociales, la identidad sexual o también la identidad de la urbe.
Panal
Panal es la primera gran exposición de Francesc Ruiz (Barcelona, 1971) en una institución pública española y se articula como una retrospectiva y una instalación de nueva producción. No importa por qué parte que decidamos comenzar, para acceder a ellas hay que pasar por una tienda.
A la izquierda nos encontramos con Gasworks Yaoi, una tienda de cómics de colores brillantes y saturados que nos conduce a la sección retrospectiva, con obras del periodo comprendido entre 1997 y 2019. A la derecha, otra tienda, Lycamobile, da acceso al visitante a la nueva vibrante instalación, Three Streets, Three Colours, una vertiginosa plaza en la que colapsan espacios homogeneizados de transacción, logística, consumo, publicidad y tentación.
Comisariada por Anna Colin, Panal nos muestra el interés de Francesc Ruiz en la producción y difusión de cómics y, en general, en temas como la distribución y circulación de contenidos y cuerpos —disidentes o no— en el espacio y a través de redes. Temáticas interconectadas: urbanismo, psicogeografía, espacio queer, homosexualidad y clase social, impregnan también las instalaciones, dibujos, viñetas y vídeos del artista.
Retrospectiva
La sección retrospectiva de la exposición está vagamente estructurada alrededor de cuatro zonas geográficas: Japón, Italia, Barcelona y Egipto; lugares en los que —y sobre los que— el artista ha creado obra en diferentes periodos de su trayectoria.
La Existencia en la Ciudad
Dos grandes dibujos en los que se recartografían los barrios de Montjuïc y la Zona Alta de Barcelona abordan y reinterpretan la existencia en la ciudad de Barcelona.
Montjuïc (2003) rinde tributo a la ya desparecida área de cruising de aquella zona, erradicada por el ayuntamiento de la ciudad, que en un esfuerzo por depurar el barrio y proyectar la imagen de una ciudad normativa y cordial con el turista, arrancó los matorrales y la vegetación que permitían llevar a cabo encuentros sexuales con discreción.
La Zona Alta (2006) capta impresiones de infancia de Francesc Ruiz a través de visitas a parientes residentes en zonas acomodadas de Barcelona con bloques de apartamentos con jardinería de cuidado diseño, clubes de tenis, colegios privados, clínicas exclusivas y el estilo de vida de las clases más pudientes cuyas infraestructuras comparaba con las de su propio barrio. La imagen entomológica nos ofrece la vista aérea de un clúster humano del que se han eliminado los edificios y en el que el trabajo, la vida doméstica, la educación y el ocio se expresan mediante los cuerpos implicados en esas actividades.
Otra obra relacionada con Barcelona es BCN Eye Trip (2008), que trata de la homogeneización a través del branding. La campaña gráfica promocional de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 se basó en el uso de pictogramas con amplios brochazos en tres colores: amarillo, rojo y azul. La intención era asociar la ciudad con una idea de espontaneidad, frescura, creatividad e identidad mediterránea, vinculada al legado pictórico de vanguardia de artistas como Joan Miró y Pablo Picasso. La animación digital BCN Eye Trip muestra el logotipo del autobús turístico de la ciudad: un ojo que contiene una vista panorámica de la ciudad, donde todo figura reproducido con el mismo código tricolor, mostrando todos los elementos que contribuyeron a la expansión de ese diseño y de las formas públicas de expresión que más tarde adoptaron aquel lenguaje.
Instalación Site Specific, Three Streets, Three Colours
Los temas del branding urbano, el borrado cultural y social y la distribución encuentran continuidad en la instalación concebida y creada ad hoc para el atrio del CA2M, Three Streets, Three Colours (2020). Esta monumental instalación se inspira en tres tipos de configuración urbana visible en las ciudades globales. La ciudad vertical que Francesc Ruiz imagina arranca, de abajo arriba, con The Blue Street: Lycamobile, para seguir con The Yellow Street: Logistics y Last Mile Delivery, y acabar en The Red Light Street.
A modo de viñetas de cómic, las superficies planas de las calles superpuestas hablan de la responsabilidad de las telecomunicaciones globales, los servicios de entrega rápida y la industria de entretenimiento para adultos en la emergencia de un nuevo tipo de urbanismo privatizado y desregulado, en el que cuerpos, basura y sobrecarga visual convergen formando una unidad y en el que lo que en otro tiempo conocimos como vida social adopta formas radicalmente diferentes.
Three Streets, Three Colours esta pensada para que el espectador pierda la noción geográfica. Sumidos en un lenguaje y paisaje globalizado, nos encontramos con un tipo de urbanismo superficial homogeneizado hasta el extremo: un nuevo lenguaje global, con sus fallos, su caos y su disidencia.
Distribución Masiva de Cómics y Distribución Perturbadora
Gasworks Yaoi (2010) aborda la distribución masiva de publicaciones de cómics de carácter homo erótico creadas por y para heterosexuales. El movimiento yaoi fue iniciado en el Japón de los setenta por un grupo de dibujantas, en respuesta al vacío que existía en la producción de libros de cómics hechos por mujeres.
Sus creadoras descubrieron un nicho de mercado que pronto despegaría hasta alcanzar una enorme popularidad. Las mangakas se dedicaron a explorar la sexualidad, el amor y la pasión a través de la representación gay, homosexual y homoerótica. Para Gasworks Yaoi, una instalación que convirtió la sala de exposiciones de Gasworks en Londres en una ficticia librería de cómics yaoi, el artista pasó semanas explorando el vecino barrio gay de Vauxhall y convirtió a las empleadas de Gasworks en unas productoras de yaoi ocupadas en publicar cómics conectados con la realidad de la noche y la actividad gay de la zona.
La investigación de Francesc Ruiz sobre los cómics homoeróticos creados por artistas heterosexuales le condujo a Edifumetto, una editorial localizada en Italia responsable del lanzamiento en los años 1970 y 1980 de series de cómics con ese tipo de contenido, como Sukia y Rolando del Fico. Esas publicaciones, protagonizadas por los gays Gary y Rolando, se tradujeron y difundieron en millares en países —España, Francia, Bélgica o Colombia—.
La instalación Gary (2013 — 20) reproduce un puesto de libros de segunda mano en el que encontramos todas las publicaciones que Francesc Ruiz ha creado sobre el universo gay de Edifumetto.
Para crear Edicola Mundo (2015), el martes 12 de marzo de 2015 —día en que los titulares de prensa informaron que Berlusconi había sido absuelto del delito de prostitución de menores por el que estaba procesado— Francesc Ruiz adquirió una copia de todo lo que había en un quiosco veneciano. Aquel material inicial, que incluía revistas y periódicos, fue remodelado y alucinantemente recreado con el estilo gráfico de una popular revista italiana, La Settimana Enigmistica, aplicando su tipografía y los elementos más familiares de su portada al resto de publicaciones.
El resultado es un inquietante quiosco negro, blanco y verde que, no obstante su homogenización gráfica y el absurdo de sus imágenes alteradas junto a la cacofonía de sus enfáticos textos, nos habla de la construcción de la subjetividad por parte de los medios de comunicación, poniendo al descubierto la mentira de su supuesta diversidad. Plausible que Francesc Ruiz, en aquel instante, propusiese un trabajo que funciona como una premonición de las futuras “fake news” que colapsarían el mundo digital cinco años después, hasta incluso llevar al poder a Donal Trump.
Estas dos piezas previas formaron parte del pabellón de España en Bienal de Arte de Venecia de 2015 comisariada por Martí Manen.
Cairo Newstand (2010) por el contrario, recrea el típico quiosco cairota, consistente en una pila de periódicos amontonados en el suelo y sujetos por piedras a modo de pisapapeles que evitan que el viento se los lleve. En Egipto, especialmente bajo el régimen de Mubarak, estaba prohibido reproducir fotografías o alterar declaraciones de figuras poderosas. Por eso, el modus operandi de Francesc Ruiz en los que cubiertas se reproducen y se manipulan mediante collage totalmente libre de textos e imágenes, no se pudo utilizar en este trabajo. En su lugar, Ruiz fotografió los pisapapeles que luego sobreimprimió con los periódicos que adquirió “al por mayor” en un día concreto. Unos bocadillos de cómic salen de las piedras-pisapapeles, y entablan entre sí un diálogo sobre la vida en la calle, el deseo de abandonar el país, a la vez que comentan las noticias y hablan del ambiente pesimista dominante.
Todas la obras exploran lo que el artista denomina “distribución perturbadora”, bien a partir del uso de materiales pirateados, bien implicándose directamente con los trabajadores de la ciudad; concepto que da continuidad al trabajo de Francesc Ruiz y a toda la muestra.
Fotos: Sue Ponce Gómez cortesía del CA2M.
Panal en el Centro de Arte Dos de Mayo hasta el 28 de junio.
Av. Constitución, 23 28931 Móstoles, Madrid