Pharrell Williams explora los pilares del armario Western americano a través de la óptica Louis Vuitton y su lenguaje street para definir la nueva era de esta corriente tan tradicional.
La colección de Louis Vuitton Hombre FW24 confirma lo que hemos visto en las calles durante mucho tiempo: el estilo cowboy está de vuelta. Tendiendo otra vez un puente entre EEUU-Francia, Williams explora los pilares fundamentales del armario Western para crear la versión más elevada del estilo americana explorando nuevos estilos, revisitando hits de su debut y proponiendo nuevas siluetas de accesorios. Y sí, vimos por fin las botas en colaboración con Timberland.
Louis Vuitton Hombre FW24. Fotos: cortesía de Louis Vuitton.
Country roads, take me home…
Siguiendo la filosofía LVERS que Pharrell Williams implantó en la maison durante su desfile debut, Louis Vuitton Hombre FW24 se presenta como un nuevo puente entre el savoir-faire parisino y sus raíces americanas. Para su tercera entrega para la maison, Williams toma un acercamiento que sabíamos que vendría, pero no lo esperábamos tan pronto. La colección en su totalidad es una exploración profunda de los pilares del estilo clásico del Lejano Oeste americano, el Western más puro, en pocas palabras.
La colección hace un fuertísimo hincapié en la indumentaria de trabajo de campo, mostrando conjuntos de altísimo grado de utilidad. Pero al mismo tiempo, se deja espacio para el decoro. Aquí, la figura del dandy del Oeste se canaliza a través de conjuntos sartoriales cargados de adorno y decoro, dejando ver el máximo potencial de savoir-faire que alcanza Louis Vuitton. Aquí, vemos los cimientos del estilo americana alcanzar nuevos niveles a través de una actualización de silueta, corte y acabados (muchos de ellos hechos en colaboración con tribus norteamericanas).
Y no, el estilo cowboy no es nada nuevo ni mucho menos. Hay que decirlo: Williams no acaba de descubrir el agua tibia. Lo que si ha hecho es saber canalizar una tendencia que está teniendo un momento de regreso bastante importante en las calles. Capitalizando de esta oportunidad, puede que haya presentado su colección más rica (simbólicamente hablando) hasta la fecha.
Así es el armario Western de Louis Vuitton Hombre FW24
Louis Vuitton Hombre FW24 abre con una reinterpretación del estilo más arreglado del vaquero, presentando trajes, abrigos y camisas Western en la silueta relajada y boxy de Williams para la maison. Aquí, elementos como flecos, bordados y detalles en aguamarina se encargan de dotar a los conjuntos de ese aire tan distintivo del estilo americano. El tono se va haciendo cada vez más casual, dejando ver conjuntos denim con camisas adornadas con volantes, bikers de cuero, y piezas en ante. También, grandes hits de su debut como el motivo Damier Camouflage se reinterpretan con nuevos colores.
La entrega de Williams evoluciona a la parte más funcional del armario, presentando conjuntos de fuerte inspiración workwear recodificados con esta óptica Western-Chic. Dentro de esta sección, destacan también elementos comunes a su lenguaje urbano, como chaquetas varsity, abrigos acolchados y conjuntos técnicos convertidos todos en los nuevos pilares del armario vaquero. Aquí, vemos un nuevo estampado, que recodifica el icónico Buffalo Check a modo de Damier en prenda clave y accesorios complementarios. La colección vuelve a la sastrería para el final, presentando los conjuntos más ornamentados de la colección, llevando los adornos convencionales de la corriente a su máxima expresión.
Indumentaria fiel al Lejano Oeste
Para el calzado, Louis Vuitton Hombre FW24 se mantiene fiel a los pilares de la indumentaria Western presentando una infinidad de botas cowboy. Piel, pelo de vaca y ante son las iteraciones estelares de este tipo de botas… pero las estrellas fueron, tal y como anticipamos, las 6-Inch en colaboración con Timberland. Las botas de esta colabo se dejaron ver en versiones clásicas amarillas, negras y repujadas con el LV Monogram. En el terreno de los accesorios, primaron los Speedy P9 en nuevos colores, como aguamarina y topo. También, Williams develó una nueva silueta de gran formato, inspirada en un bolso súper icónico de otra casa francesa (fiel al lenguaje reinterpretativo de sus colecciones). Los looks se cerraban con piezas típicas del estilo vaquero: corbatas de lazo, cinturones de hebillas ornamentadas, pañoletas y sombreros cowboy. La joyería, fiel al estilo, aportaba toques de aguamarina espectaculares ante tanto marrón.