IB Kamara desafía las convenciones y las reglas a través de una recontextualización de los uniformes con su nueva entrega para Off-White.
La nueva colección de Off-White FW25 plantea un mensaje de fuerza, perseverancia y desafío de las normas a través de uniformes de todo tipo. Eso sí, subvertidos a través de siluetas más dramáticas y arquitectónicas, materiales mucho más experimentales y los típicos elementos del lenguaje de Kamara: el águila de la firma, cremalleras, tachuelas y todo eso de flare high street.
En la unión está la fuerza contra la norma
Según el nuevo regente de la casa, Off-White se consolida como una sociedad multicultural de individuos que caminan juntos a la hora de expresar su individualidad. Esto, claro, se entiende como una experiencia unificadora que crea una comunidad alternativa a las normas y antiguas convenciones de la sociedad. ¿Conflictivo? Puede serlo, pero aquí la fuerza y la resiliencia son elementos clave para poder vivir esa vida libre de ataduras. Y esta nueva colección es una celebración a estas cualidades.
¿Cuál es la mejor manera de desafiar las convenciones? A través de sus elementos fundamentales. Es por esto que IB Kamara toma como la base de su nuevo discurso distintos tipos de uniforme, que han moldeado toda su vida. Por eso, salen a relucir aspectos de estilo colegial, de trabajo, de deporte y de militarismo. También, como elementos complementarios, destaca influencias que lo inspiraron de joven, como iconografía ghanesa y del oeste de áfrica.
La cuestión es que estos uniformes no se sienten como tal. Off-White FW25 destaca looks que declaran fuertes intenciones a través de la subversión de uniformes estandarizados. Para darles esa vuelta, IB Kamara subvierte estos conjuntos a través de el uso de cremalleras, tachuelas, siluetas más arquitectónicas, iconografía emblemática de la casa y paletas que se mueven en el minimalismo y el futurismo.
El nuevo armario high street de Off-White FW25
El repertorio de looks que presenta Off-White FW25 es bastante estandarizado, pero cada cual tiene su punto más especial. El primer pilar de este nuevo armario urbano bebe inspiración de la indumentaria deportiva y motera. Aquí, vemos desde parkas largas a cazadoras inspiradas en construcciones apanaladas de chaquetas racer (de -muy- fuerte talante Y2K) con colorblocking neutral. De igual manera, estos conjuntos racer se enaltecen con hombros muy marcados y construcciones a modo de escote. También, salen a relucir prendas de compresión acentuadas con diseños anatómicos que refuerzan ese puntillo de nostalgia.
En el lado más literal del concepto de uniforme, Off-White FW25 mira a los colegios “de bien”. Aquí, vemos desde trajes con detalles de franjas varsity hasta cazadoras universitarias. Eso sí, con construcciones cropped y boxy acentuando la radicalidad del discurso. También el denim tratado ayuda a elevar esta colección a ser más que una simple pataleta ante las normas. Y, en la misma nota sporty, vemos conjuntos de chándal decorados con las mismas franjas y siluetas dramáticas.
Como punto final, tenemos lo militar convertido en pilar de lo urbano. Off-White FW25 abre este melón con parkas de expediciones árticas exageradas con construcciones más complejas y convertibles. También, ese lenguaje pasa al terreno de las bermudas, los pantalones y las botas. Lo militar también ayuda a inspirar lo formal, al mostrarse americanas con bolsillos utilitarios a juego con vaqueros de patchwork en forma de camuflaje. Y, para cerrar, vimos a Burna Boy modelar un conjunto de M-65 y bermudas en piel que materializa todos los conceptos de la entrega a la perfección.