Nina Emocional es uno de los proyectos más llamativos de la escena underground española. Productora, cantante y compositora, con Música Linda, su primer EP, ya ha conseguido posicionarse como un luminoso estandarte en la Gen Z musical
Nina Emocional hace Música Linda. Y además es el primer EP de esta madrileña asentada en Barcelona. Cantante, compositora, productora y artista visual, Nina es la idea que tenemos de una artista del 2024 con cuidada estética vanguardista que parece venir del futuro, igual que su música y su arte. Con sus emociones y sonidos experimentales, ha conseguido convertirse en uno de los proyectos musicales más interesantes del panorama. Su andadura musical comenzó en el 2022 y, tras publicar diferentes singles, ya ha tocado en todas las salas y espacios underground de Madrid y Barcelona.
Emociones a flor de piel y, por fin, esta frase hecha ya no es algo negativo sino muy positivo… La Gen Z las utiliza como un escudo y ya no las esconde y la cantante ha hecho de esto su bandera
Madrileña afincada en Barcelona, ¿qué te aporta esta ciudad?
Barcelona es paz, el mar, la montaña, mi comunidad espiritual y creativa está aquí. Además, es una ciudad que puedes recorrer en bici de punta a punta en 30 minutos, y eso, parece mentira, pero te alegra los días. A nivel artístico me siento mucho más identificada con las propuestas que están naciendo aquí, siento que son más arriesgadas y disruptivas y eso me inspira y me mantiene conectada con mi motor artístico.
¿Por qué Nina Emocional?
De pequeña siempre he querido llamar a mi hija Nina, luego me di cuenta de que igual no era tan buena idea tener hijes en el mundo del horror, así que decidí reutilizar el nombre y buscarle un apellido que a nadie le gustara, y así fue. Creo que los mejores nombres son los que a nadie le gustan en un principio, crean conflicto y ese es el principal motor de una obra artística, así que pensé que no había un mejor nombre para el proyecto.
Nina Emocional (@ninaemocional) por Andrea López
¿Qué nivel de emocionalidad tienes?
Para mí, la vida es emoción. Soy una drogodependiente emocional, nací adicta a sentir, no concibo la vida de otra manera. Soy muy intensa y me encanta, gracias a esa intensidad he llegado a lugares del corazón que nunca me hubiera imaginado visitar. Creo que es revolucionario el sentir y expresarse de una manera profunda en un mundo que nos reconduce constantemente a la superficialidad.
A la vez soy precavida y racional, ahí entra en juego mi desarrollo como productora, la máquina y el mundo tecnológico. Mi proyecto es una extensión de mí misma, es dual. El origen de la creación siempre es una emoción que germina gracias a esa lógica, ese punto de cordura.
¿Cómo ves a tu generación?
Creo que como generación somos basureros del residuo emocional de generaciones anteriores, estamos haciendo un gran trabajo, pero pienso que serán les siguientes quienes realmente construyan un camino saludable y den con claves del autoconocimiento más allá de fórmulas anticonceptivas como con las que convivimos a día de hoy, estoy deseando ver todo lo que nos tienen que enseñar.
¿Cómo gestionas tus emociones?
A veces las gestiono, otras no puedo, cojo las riendas, luego se me escapan. Es un constante aprendizaje,. Lo que más me calma es entender que así de incontrolable es la vida, y el dolor es pasajero. Poco a poco voy encontrando lugares de paz, como las amigas, ir a terapia, el deporte, el arte o la naturaleza. Todo eso es el drenaje que me sostiene.
Nina Emocional: “Si mi música hablara no buscaría identificarse con un género musical, intentaría construir puentes entre los distintos géneros desde la experimentación”
Cantante, productora, compositora, performer… ¿cómo combinas todas tus facetas?
Creo que todas las disciplinas que he ido aprendiendo a lo largo de los años son inherentes a mi proyecto artístico porque son la base de mi identidad como persona. Para mí es muy difícil intentar separar esas partes, cuando estoy cantando estoy performando, cuando produzco estoy componiendo y viceversa, todas las combinaciones son posibles y transferibles, forman parte de un todo, un yo global que escucha un mismo paisaje desde esas distintas perspectivas.
¿Qué te interesa de la producción?
Todo. Es un mundo infinito que me apasiona seguir explorando. Ahora mismo lo que más me interesa es la experimentación y el diseño sonoro, la artesanía de crear tus propios sintetizadores o instrumentos con audios grabados con el móvil que nunca te hubieras imaginado que tuvieran una potencia musical. Por ejemplo, el sintetizador de Homie es un audio de una botella de agua agitándose que grabé y convertí en un arpegio.
Me parece asombroso las capacidades plásticas de transformación del sonido y es algo que quiero seguir explorando.Sigue habiendo pocas mujeres productoras en cualquier género musical.Falta de referentes… invisibilizan… niveles de exigencia… Es algo que ya está cambiando mucho, yo por ejemplo doy clases de producción y mis alumnes son todes personas no binarias o mujeres y no me puede hacer más feliz compartir mis conocimientos con las nuevas generaciones de productoras que esta industria necesita. Electrónica, pop, voces pitcheadas, sintetizadores…
Creo que, si mi música hablara no buscaría identificarse con un género musical, más bien todo lo contrario. Intentaría abrir fisuras y construir puentes entre los distintos géneros desde la experimentación. Mi manera de crear y desarrollar a Nina siempre es en forma de pregunta, nunca en afirmación. Por lo que dar respuesta a esta cuestión iría en contra de su naturaleza transformadora.
¿Siente que Nina Emociona va a experimentar con otros géneros?
Sí, para lo siguiente ya estoy adentrándome en un mundo nuevo muy apetecible. Distinto a todo lo que he hecho hasta ahora que me motiva mucho explorar. Solo puedo decir que será algo mucho más colectivo en la composición.