NEW YORK FASHION WEEK

ENTRE TANTO DESFILE ON-OFF, LA SEMANA NEOYORQUINA SE HACE DEMASIADO LARGA

Desde su nacimiento, la Semana de la Moda de Nueva York asumió, para bien o para mal, su papel comercial dentro de la industria de la moda. Surgió estratégicamente en los años 40, durante la segunda guerra mundial, para desviar y acaparar la atención mediática centrada hasta ese momento en París.  Su objetivo, promocionar la moda americana, mucho más comercial que la francesa. Hoy en día, más que nunca, después del fatídico 11 de septiembre, la pasarela en manos del grupo IMG sigue teniendo esa vocación estrictamente promocional, ya no solo por las colecciones y marcas de gran consumo que en ella se presentan, sino por el propio concepto de pasarela entendida en sí misma como un gran negocio. Un business que debe funcionar si edición tras edición las marcas repiten. Así todo, dentro de la locura de esta semana siempre hay propuestas que la legitimizan. He aquí algunas. Otro día más. 

Francisco Costa está reinventando la imagen, convencional y genuinamente americana, de Calvin Klein con las colecciones Calvin Klein Collection, mucho más avanzadas. Para la próxima primavera verano 2009, Francisco Costa propone propone formas geométricos generadas a partir del análisis y síntesis de la silueta femenina. Una herencia de la Bauhaus y Oskar Schlemmer que desde el invierno pasado se ha convertido en tendencia en todas las pasarelas. Un juego en el que la pareja norteamericana Proenza Schouler también se está animando a participar (por cierto, esto está lleno de parejas y dúos). 

Marc Jacobs, otra firma genuinamente americana (de hecho, el diseñador cada vez se parece más a Mel Gibson. ¿Le habéis visto sobre la pasarela con el kilt escocés? parecía Mel Gibson en Braveheart, pero con alpargatas). Bueno, el caso es que el señor Jacobs sigue dando magistrales lecciones de estilismo, creando una nueva Mary Poppins en Marc Jacobs, y dando un nuevo giro de tuerca a los vestidos y combinaciones de toda la vida en Marc by Marc Jacobs. Muy vintage, que te gusta.

Del resto de la participación americana, destacaríamos a Phi, con una práctica reinvención de las camisetas de jockey o fútbol americano, y sobre todo las hermanas Mulleavy, Rodarte, por presentar con éxito una delicada bailarina helénica, una afrodita del 2009,  con los genes punkarras de Nina Hagen.

Fueron muchas las colecciones de firmas no estadounidenses las que destacaron dentro de la semana de la moda neoyorquina: Alexander Herchcovitch, brasileño; Jeremy Laing, canadiense; el dúo británico Preen… Pero, sobre todo, hay que resaltar la colección de hombre de Custo Barcelona y la del inglés Jonathan Saunders, probablemente la mejor de toda la semana por su personal estudio cromático y visión geométrica. 

Y, por último algo de baño, cosa muy difícil de encontrar en las pasarelas veraniagas, y más si son bonitos como estos de Óscar de la Renta. Estructurados, pelín retro.

Fotos: Estrop / Carles Cubos