La semana pasada abrió sus puertas el Museu de l’Art Prohibit en el corazón de Barcelona. Un museo dedicado a lo que no nos dejaron ver.
En la majestuosa Casa Garriga Nogués, se encuentra un museo sin precedentes, el Museu de l’Art Prohibit. Este nueva institución exhibe una colección de más de 200 obras que en el pasado, han sido censuradas, prohibidas o denunciadas por motivos políticos, sociales o religiosos. Por eso es un testimonio audaz de la creatividad y resistencia artística a lo largo de los siglos XVIII al XXI.
Foto de portada: “McJesus” de Jani Leinonen
Ines Doujak
La colección del Museu de l’Art Prohibit es un testimonio de la creatividad y resistencia artística. Sus piezas incluyen diversidad de medios: pinturas, esculturas, grabados e instalaciones de artistas como Ai Weiwei y Robert Mapplethorpe. Su display proporciona un retrato vívido del arte contemporáneo desafiando cualquier tipo de censura. Como la obra de portada, el payaso de la cadena McDonald’s crucificado del artista finlandés Jani Leinonen, que mezcla al personaje de la cadena de hamburgueserías con el consumismo y la religión. Expuesta en el Museo de Arte de Haifa en Israel, despertó la indignación de la comunidad cristiana al punto tal de que exigieron que fuese retirada de la exposición. La alcaldía de esa ciudad decidió acatar el pedido.
La Casa Garriga Nogués: testigo de la historia del arte prohibido
La Casa Garriga Nogués, diseñada por el arquitecto Enric Sagnier y Villavecchia entre 1899 y 1901, sirve como el escenario perfecto para el Museu de l’Art Prohibit. Con más de 2000 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, el edificio presenta una arquitectura modernista que cautiva a los visitantes. Su ubicación en el Eixample barcelonés crea un entorno cercano y acogedor, alejándose de la formalidad típica de las instituciones museísticas.
Zoulika
Dirección y creación del Museu de l’Art Prohibit
Iniciada por Tatxo Benet, periodista, empresario y coleccionista, la aventura comenzó con la adquisición de “Presos políticos en la España contemporánea” de Santiago Sierra. Desde entonces, Benet ha expandido la colección, convirtiéndola en un tesoro accesible para el público. El Museu de l’Art Prohibit está dirigido por Rosa Rodrigo, procedente del Reina Sofía. Y cuenta con la dirección artística del fabuloso Carles Guerra, investigador y curador independiente, que ha sido director de La Virreina, conservador jefe del MACBA y director ejecutivo de la Fundació Antoni Tàpies.
Tatxo Benet delante de la obra “McJesus” de Jani Leinonen
La propuesta museográfica: explorando temas de censura
El Museu de l’Art Prohibit se originó en ARCO 2018, cuando una obra de Santiago Sierra fue retirada después de la compra de Benet. Este incidente sentó las bases para un museo que no solo exhibe obras, sino que también explora la creatividad mainstream y la resistencia expresada a través de memes interminables.
En cinco años desde el incidente de Sierra, la suma de las obras que han sufrido CENSURA, CANCELACIÓN O ATAQUES es de diversa índole y ha dado lugar al Museu de l’Art Prohibit. Artistas como: Francisco de Goya, Gustav Klimt, Pablo Picasso, Zoulikha Bouabdellah, Amina Benbouchta o Charo Corrales.
Izq: Andres Serrano, “Cristo del Pis”. Der: León Ferrari
El Manifiesto del arte prohibido
El museo propone un itinerario que va más allá de la exposición convencional. Dividido en secciones que exploran temas como feminismo, religión y crítica a los poderes teocráticos, la muestra invita a los visitantes a reflexionar sobre la censura y sus manifestaciones a lo largo del tiempo.
Statue a girl of peace
La planta principal del edificio de Casa Garriga Nogués acoge una primera selección de casos marcados por censuras que generaron movimientos de opinión a favor y en contra. El feminismo, la religión y la crítica a los poderes teocráticos así como la emergencia y la visibilidad de los cuerpos queers ocupan el Manifiesto del Arte Prohibido.
Zanele Muholi
Museu de l’Art Prohibit: secciones
En un segundo anillo, las salas dan la oportunidad de encontrarnos con obras e instalaciones de gran tamaño que focalizan la atención en autores y autoras que han sufrido PROHIBICIONES, ATAQUES, CANCELACIONES O INSULTOS. Obras como la de Ines Doujak o Amina Benbouchta aportan los útiles para recuperar la génesis del escándalo.
“McJesus” de Jani Leinonen
En otras salas, las obras cooperan para ofrecer a los visitantes la capacidad de relacionar y detectar tendencias ideológicas recurrentes en la censura. La deshumanización brutal que históricamente se ha hecho evidente con las políticas concentracionarias en Auschwitz o Guantánamo, la eterna capacidad de ofender de la sexualidad femenina o la perniciosa moralidad que se cierne sobre el conservadurismo que estalló en los años 1980 en Estados Unidos, tienen los sus momentos en este itinerario del Museu de l’Art Prohibit.
Vista de la instalación
Compromiso con los derechos humanos en el Museu de l’Art Prohibit
La visita al museo culmina con una exposición temporal de Amnistía Internacional. Presentando 50 carteles diseñados por artistas de renombre, la exposición es un homenaje a la lucha por los derechos humanos. Este epílogo refuerza el compromiso del museo con la libertad de expresión y la conciencia social.
Vista de la instalación
Más allá de las obras del Museu de l’Art Prohibit
El Museu de l’Art Prohibit no se limita a sus exposiciones. Busca ser un espacio interactivo y transmedia de alcance internacional. Con programas educativos, debates, seminarios y colaboraciones con entidades artísticas de todo el mundo, el museo se posiciona como un faro de libertad de expresión y resistencia artística.
Ai Weiwei
El arte prohibido como resistencia: una llamada a la reflexión
En palabras de Carles Guerra, director artístico del Museu de l’Art Prohibit, las obras del museo hacen bandera de la creatividad y la resistencia. Más que someterse a la censura, estas obras se erigen como ejemplo de una inteligencia colectiva que se expresa a través de nuevas obras y los comentarios del público. En un mundo contemporáneo lleno de desafíos, el Museu de l’Art Prohibit se presenta como un faro de creatividad, libertad y resistencia.
Vista de la instalación
Museu de l’Art Prohibit es el primer museo del mundo dedicado a exponer obras de arte que han sido censuradas, prohibidas o retiradas de exhibiciones.
Izq: Eugenio Merino. Der: Fabian Chairez
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