Del 23 de febrero al 25 de abril tiene lugar la quinta edición del programa “Mutations/Creations” dedicado a la relación entre el arte y el mundo de las redes desde los años 40 hasta la actualidad.
Con la exposición Mundos de redes—Réseaux-mondes, el Centro Pompidou se transforma en un laboratorio de creación e innovación, en la frontera entre las artes, la ciencia y la ingeniería, en la que más de 60 artistas, arquitectos y diseñadores cuestionan el lugar de las redes en nuestras sociedades. Más que nunca, en la era de internet, la red está en el centro del cambio tecnológico y de asuntos sociales como la vigilancia, la atomización del individuo y la red de las cosas vivas.
Imagen superior: Jenna Sutela.
La exposición, comisariada por Marie-Ange Brayer y Oliver Zeitoun, muestra más de100 obras desde 1940 hasta la actualidad, entre las que se incluyen algunas especialmente diseñadas para la ocasión y otras que reactivan redes perdidas, como el dispositivo “Minitel”. Obras conectadas a la web en tiempo real, redes de criptomonedas, plataformas de media social y entre ellas, un proyecto español; The Wrong Biennale, que proyectará, de forma continuada, 10 horas de videos de mas de 70 artistas.
EcoLogic Studio.
La exposición comienza con las utopías arquitectónicas del periodo de postguerra. La noción de “red global” se localizaba entonces en prácticas artísticas en torno a la cibernética, justo en un momento en el que la sociedad de la información emergía. En los años 80, la red del ordenador se convertía en un medio artístico con el arte telemático y el Net.art. Diez años después, las prácticas artísticas evolucionan en una red con una dimensión política y ubicua.
Tras la emancipatoria utopía de las redes, los artistas cuestionan de forma crítica sus efectos unidos a la vigilancia de la sociedad, la omnipresencia de las redes sociales y la aparición de los blockchains, en una invisible, incluso oculta dimensión de la red.
Un retorno a la etimología inicial de la palabra “red” se llevará a cabo, explicando el papel de esta red en el arte, el diseño y la arquitectura. Finalmente, la primera red es la caracterizada por la auto-organización. Enfrentada a la crisis medioambiental, la historia entrelazada de las cosas vivas se abre a nuevas ecologías artísticas y post-antropogénicas, que integran principios de interdependencia y continuidad entre las formas de las cosas vivas.
La exposición está integrada por cuatro bloques que abordan diferentes épocas y distintos enfoques de las redes en relación con el arte:
1- Red global—Réseau global
El primero, Red global—Réseau global , hace un recorrido por las primeras expresiones artísticas de una red global que surgieron en los años 1950 con artistas como Constant y el arquitecto-ingeniero Richard Buckminster Fuller. Los artistas adoptaban el mundo conectado de la cibernética, el procesamiento automático de datos y las redes como sistema de organización general. Nicolas Schöffer se convirtió en el principal representante del arte cinético además de percusor del arte electrónico y digital.
Constant.
Ya en 1948 teorizó sobre el espaciodinamismo, el cual definió como “la integración dinámica del espacio en la obra plástica”, en la intersección del arte y la tecnología. En 1959, Constant, fundador del grupo CoBrA, apartó la pintura para dedicarse por completo a New Babylon, el primer proyecto utópico por una ciudad global, interconectada y en constante desarrollo. Con Spatiovore, Constant genera un espacio arquitectónico genérico, destinado a recibir migrantes en el curso de sus viajes por la tierra.
Nicolas Schöffer.
En 1969, Allan Kaprow creó Hello, una de las primeras obras interactivas que funcionaban como una red, con conexiones tanto virtuales como físicas. En los 80, las redes informáticas se convirtieron en un medio artístico. En la era del arte telemático y las redes de telecomunicaciones de todo el planeta, los datos de información constituyen el tema mismo del trabajo.
2- Crítica de las redes— Critique des réseaux
Bajo el título Crítica de las redes— Critique des réseaux, el segundo bloque presentan a artistas del Net.Art como JODY o Heath Bunting, como los primeros en cuestionar la dimensión política y estética de Internet de una forma crítica y pirática. A partir de ahí, elaboraron un arte en red derivado de los movimientos de los hackers y sostenido por prácticas colaborativas de programación de código abierto.
Mika Tajima.
Mientras que los individuos son totalmente dependientes de las plataformas tecnológicas, las nuevas infraestructuras de control observan sus cuerpos y sus vidas privadas, llegando incluso a predecir estados emocionales colectivos, rastreando meticulosamente los sentimientos expresados en las redes sociales, tal y como muestra el trabajo de Mika Tajima, Human Synth.
Simon Denny.
Las redes sociales están en el centro de los problemas actuales, y la tecnología blockchain y los intercambios de datos han generado un mundo multiusuario que plantea la cuestión de la autoría y el carácter único de una obra. Las sátiras sociales y políticas, como las de los artistas Simon Denny y Neïl Beloufa, son también la crítica a una red vertical totalizadora con una dimensión adictiva y depresiva, muy alejada de la utopía emancipadora de la red en los inicios de la era digital.
Neil Beloufa.
3- Nudos y reticulaciones —Noeuds et reticulations
Nudos y reticulaciones —Noeuds et reticulations, plantea la noción de retículo, “lo que une” de Diderot, aparecida en el relato Le Rêve de D’Alembert para mostrar la visión sobre el origen textil de la arquitectura expuesta por arquitecto/historiador Gottfried Semper.
Richard Vijgen.
Los nudos no sólo son recurrentes en la filosofía, la historia de las ideas, las religiones, las matemáticas y el urbanismo, sino que también “conectan” la historia del arte con el diseño y la arquitectura. En esta sección se presentan varios trabajos basados en materiales textiles, explorando las metamorfosis de los nudos y los enredos, con obras de Robert Smithson, Sheila Hicks, Alan Saret, Richard Vijgen y Julien Prévieux.
Julien Previeux.
4- La red viva—Le réseau du vivant
Por último, en La red viva—Le réseau du vivant, se analiza como la viralidad digital se combina con la creciente consciencia de nuestras interacciones con lo no-humano, nuestra convivencia “en red” con otras especies en medio de una diversidad infinita de ecosistemas. Una nueva ecología artística integra este principio de la interdependencia y continuidad de todas las formas de vida, conectadas entre sí, como en Flylight de Studio Drift.
Studio Drift.
También muestra como una obra puede tomar la forma de una investigación multidisciplinar, como ocurre en Cambio de los diseñadores Formafantasma, en la que el análisis transversal histórico, político, económico y social de las actividades humanas revela la interconexión entre todas las redes de producción y conocimiento.
Formafantasma.
Las tecnologías se exploran como herramientas de comunicación entre especies, aspirando a conectarse con mundos en los límites de la percepción humana. Los artistas y arquitectos exploran las especificidades de Physarum polycephalum, un organismo unicelular “inteligente”, para implementar nuevos protocolos de comunicación y acción basados en la inteligencia artificial y la biología. En el corazón de este pensamiento ecológico, la red se ha convertido en una malla, en palabras de Timothy Morton, en un vector de “la interconexión de todos los seres vivos y no vivos”.