Dos piezas de madera curvada, ensambladas sin una sola tuerca ni un gramo de metal, bastan para sostener la MT Chair, el último proyecto del estudio valenciano Pecadora.
La MT Chair nace de una reflexión sencilla y compleja a la vez: cómo repensar un objeto cotidiano desde su esencia, eliminando lo superfluo sin renunciar a la resistencia, la forma ni la funcionalidad. Su diseño prescinde de florituras. Todo lo que no es necesario, desaparece. El resultado es una silla íntegramente fabricada en madera contrachapada, unida mediante un sistema de encolado específico que evita los puntos débiles habituales en las uniones tradicionales.
Una trayectoria forjada en la experiencia
Detrás del proyecto están Rafa Peris Moreno y David Guilmain Ferrer, nacidos en 1995 y afincados en Valencia. Su amistad, forjada hace más de dos décadas, se convirtió en un proyecto común tras años de experiencia profesional. Rafa trabajó como diseñador en Naan Furniture, firma valenciana especializada en mobiliario artesanal y sostenible. David, por su parte, ha estado vinculado al sector tecnológico y al diseño de iluminación técnica. En 2024 consolidaron Pecadora como identidad independiente, lanzando su página web y definiendo su línea de trabajo con la MT Chair como carta de presentación. “Diseñamos esta silla utilizando solo dos piezas de madera curvada, eliminando uniones múltiples y puntos débiles propios de las sillas convencionales, lo que además simplifica el proceso de fabricación”, explican.
Un vacío con sentido
Su forma, aparentemente sencilla, encierra múltiples lecturas. El nombre “MT Chair” remite fonéticamente a la palabra inglesa empty (vacío), en alusión al hueco central del asiento, que aligera su estructura y puede utilizarse para almacenar libros u objetos de pequeño tamaño. Aunque su solidez es evidente, el respaldo presenta un leve flexionado al contacto, una cualidad que no compromete la estabilidad, pero añade un matiz de confort.
Una silla que se mantiene en pie incluso tras la tormenta
El desarrollo de la MT Chair coincidió, además, con una tragedia que nadie se veía venir. Las instalaciones de Pecadora se vieron gravemente afectadas por las inundaciones provocadas por la DANA en Valencia, lo que supuso importantes pérdidas materiales. Aun así, en lugar de frenar su creatividad, su obra se convirtió en una forma de reafirmar sus principios. “Ahora más que nunca, la MT Chair cobra un significado especial. Representa la necesidad de un cambio hacia un diseño más consciente y respetuoso con el planeta”.
La sostenibilidad, de hecho, es uno de sus pilares. Como se ha avanzado, el modelo está elaborado exclusivamente con madera contrachapada certificada PEFC, proveniente de bosques gestionados de forma responsable. Los acabados se aplican con barnices ecológicos de origen natural, y todo el proceso de fabricación se realiza en colaboración con empresas locales que comparten un mismo espacio industrial.
Rafa Peris Moreno y David Guilmain Ferrer, fundadores de Pecadora
MT Chair, reconocida internacionalmente
Sin buscarlo, el asiento empezó a destacar fuera de su radio de origen. Aunque los premios internacionales no eran un objetivo, han llegado. El iF Design Award 2025, el German Design Award 2025 y el Global Design Award 2024 han reconocido el mirada innovadora y la coherencia de la propuesta. Actualmente, el mueble puede verse expuesto en Contemporary Space Athens.
Pero ni los trofeos ni las vitrinas ocupan el centro del discurso de Pecadora. Ahora, Rafa y David buscan una editora que apueste por la producción de la pieza a mayor escala. Mientras tanto, insisten en lo esencial: repensar el mobiliario desde otros lugares, apostando por estructuras simples, procesos de producción eficientes y una relación más sensata con los recursos empleados.