Este viernes 12 de abril se estrena en cines “Monkey Man”: vibrante película de mamporros protagonizada por Dev Patel, que además debuta aquí como director. Pero no te sorprendas: en la vida real, el espigado actor de “Slumdog Millionaire” es cinturón negro en tae-kwon-do.
Con 10 años empezó a practicar artes marciales, con 16 ya era cinturón negro en tae-kwon-do… y con 18, Dev Patel protagonizó “Slumdog Millionaire” de Danny Boyle: ganadora de 8 Oscar de Hollywood, incluido el de mejor película del año. Desde ese momento el mundo vio a Patel como el galán romántico y sensible, pero decidido, del famoso film de Boyle. Pero en sus comienzos como actor, el británico Patel no soñaba con emular a Laurence Olivier sino a Bruce Lee. Y su sueño se ha hecho realidad con “Monkey Man”: un film que iba para estreno directo en Netflix pero que ha acabado en las salas de cine. Por suerte para todos nosotros.
La historia de “Monkey Man”
Un joven criado en las chabolas de Mumbai trama venganza, desde niño, contra aquellos que mataron a su madre; formado como luchador, sus puños se cobrarán la justicia que la ley no aplica. Ése es el argumento de “Monkey Man”: un film descrito por muchos como “El John Wick hindú”, con el que Dev Patel busca dignificar el cine de acción. En sus propias palabras, el género se ha convertido con los años en “Un espectáculo sin cerebro para conseguir dinero rápido”, y él quería hacer una película de tortas con el contenido, la filosofía y la humanidad que, a su juicio, tenían las de Bruce Lee. El problema es que nadie veía en un papel así al chico de “Slumdog Millionaire”… salvo él mismo. Por eso Dev Patel ha dirigido en persona “Monkey Man”.
El hindú de Londres que admiraba a Bruce Lee
Dev Patel nació en Londres en 1980, y jamás había estado en la India hasta que rodó “Slumdog Millionaire”. De hecho, tampoco sus padres nacieron allí: vinieron al mundo en Nairobi, en la importante comunidad hindú asentada en la capital de Kenia, y ya en su adolescencia emigraron a Gran Bretaña. El padre de Dev es consultor tecnológico, su madre es cuidadora, y él se crió “como un londinense más”, pensando en su Ipod y en sus zapatillas Nike, y no en la pobreza de Mumbai… y empapelando las paredes de su habitación con pósters de Bruce Lee, al que admira desde que empezó en el tae-kwon-do.
Luego empezó con las clases de teatro (donde su prueba de acceso “conmovió hasta las lágrimas a los profesores”, según su biografía oficial), debutó ante las cámaras con la teleserie británica “Skins”, y enseguida deslumbró con “Slumdog Millionaire”. Pero lo que más deseaba, ya entonces, era liarse a guantazos. En la ficción, se entiende.
Una patada voladora de 4 años
Si la película de Danny Boyle fue su lanzamiento, la consagración de Dev Patel llegó al ser nominado al Oscar de mejor actor secundario por “Lion”, en un papel que preparó durante 8 meses, aprendiendo entre otras cosas a hablar inglés con acento australiano (su personaje es un joven hindú emigrado a Australia de niño). Y con el aval adquirido hasta entonces, logró financiación para lanzarse a rodar “Monkey Man”… a comienzos de 2020. Justo cuando estalló la pandemia de COVID. El rodaje se aplazó a 2021, cuando la incierta salud de las salas de cine provocó recortes presupuestarios en el proyecto. Y ese fue sólo el primer revés en la larga carrera de obstáculos que ha hecho que “Monkey Man” llegue a los cines en abril de 2024.
Rodando con Iphone y GoPro
La falta de “pasta” obligó a Dev Patel a extremar el ingenio, y acabó filmando muchas escenas de “Monkey Man” no con cámaras profesionales, sino con Iphones y GoPros y con lo que tuviera a mano. Haciendo de la necesidad virtud. Las texturas y la resolución de esas cámaras se transforman, en manos de Patel, en un añadido estético y estilístico a su film. Aumentan el interés de “Monkey Man” en vez de reducirlo. Y en su denodada entrega al proyecto, ni siquiera las lesiones han logrado detener el impulso cinematográfico y mamporrero de su realizador. Lesiones que le han convertido en un luchador manco.
Repartiendo tortazos con una mano rota
Dev Patel se rompió la mano izquierda en pleno rodaje de “Monkey Man”. La lesión era tan grave que su compañero de reparto, la estrella de Bollywood Sikandar Kher, le ofreció su avión privado para llevarle al hospital más cercano. Patel aceptó, y el diagnóstico del médico no pudo ser más desalentador: reposo absoluto hasta la recuperación total. Con el peso de todo el proyecto sobre sus hombros, descansar no era una opción, así que Patel siguió rodando su película. Tras retocar todas las coreografías de acción para poder luchar con una sola mano.
Emuló así, sin quererlo, al héroe de un film clásico de artes marciales: “El luchador manco”. Con Jimmy Wang Yu como director y protagonista (tan exitosa que dio pie a una secuela y a una serie de televisión). Y por el camino, entre torta y torta, acabó también con 2 dedos del pie rotos, un hombro dislocado y una infección en el ojo. Pero todo ello contribuyó, finalmente, a que las peleas de “Monkey Man” fueran (todavía) más especiales.
Monkey Man: De Netflix a la pantalla grande
Con la película ya terminada, el siguiente paso era estrenar “Monkey Man” directamente en Netflix. Pero entonces, en un pase especial, la película de Patel llegó a los ojos de Jordan Peele: el magnífico director de cine de terror (y antes, cómico) que ha deslumbrado con “Déjame salir”, “Us” o “Nop!”. Peele vio el potencial de “Monkey Man” para la pantalla grande. Con unos escenarios, temas y paletas de color que no merecían ser descubiertos tan sólo en la pequeña. Y compró a través de su productora los derechos de exhibición en cines del film del Patel, uniendo así su talento al del joven británico.
Así es como, finalmente, “Monkey Man” llega a nuestros cines este viernes, 12 de abril. Disfrutémosla, no sea que el Rey Mono la tome con nosotros.