Mon Laferte es un icono -e historia- de la música. La chilena afincada en México desde hace varios años, cuenta con numerosas nominaciones a los Latin Grammys, ha tocado en Coachella, en el Madison Square Garden de Nueva York y, lejos de encasillarse, consigue reinventarse y evolucionar con su noveno disco, “Autopoiética”
Mon Laferte tiene el corazón y el alma punk. Aunque la cantante, compositora y pintora chilenomexicana es reconocida por su pop y su rock -con toques de bolero- ha sido gracias a esa esencia que siempre se ha mantenido inconformista a lo que se espera de una mujer y ha conseguido reinventarse a lo largo de sus más de veinte años de carrera. Norma Monserrat Bustamante Laferte (Chile, 1983) publicó en el 2023 su noveno disco de estudio, “Autopoiética” lo que corrobora por qué es historia de la música Iberoamericana. Laferte ha vendido más de un millón y medio de copias, ha tocado en Lollapalooza, Coachella, el Madison Square Garden de Nueva York y ha recibido 106 nominaciones a diferentes premios internacionales como los Latin Grammys, MTV Europe Music Awards o MTV Millennial Awards.
Mon Laferte Fotografíada por Mayra Ortiz
Ganadora al Latin Grammy en 2023 por Leading Lady of Entertainment y nominada a Mejor Canción Alternativa por “Traguito”, la chilena asentada en México, ha sido nominada 16 veces a los Latin Grammy y cuenta con dos MTV Europe Music Awards
¿En qué punto está ahora mismo Mon Laferte?
(Mon Laferte): Experimento una oscuridad, pero con un toque positivo, como lo expresamos en México. Disfruto sumergiéndome más profundamente en mi interior. Siento que estoy reflexionando intensamente. Muy reflexiva y en un estado de meditación, observándome. Es como si estuviera contemplando una fotografía de mi vida y, ¡ah!, veo todo con más claridad que antes.
¿Hay alguna reflexión o conclusión a la que hayas llegado, algo de lo que te hayas dado cuenta?
(Mon Laferte): Creo que la maternidad me trajo una especie de epifanía. Siento que estoy tratando de simplificar mi vida. Ya no le doy tantas vueltas a todo, o tal vez peco de no pensar tanto, pero soy más concreta.
No pierdo tiempo, porque los hijos no te dan la oportunidad de hacerlo. Tienes que ir directamente por ello.Así que trato de no perder tiempo en cosas que no importan y centrarme más en las que sí importan. Es como si pensara, “si tuviera 80 años, ¿qué haría?”.
¿Cómo te sientes al ser considerada como uno de los íconos, no solo feministas, sino de mujeres cantantes de Latinoamérica?
(Mon Laferte): No sé si alguna vez lo he considerado, si me veo de esa manera. Es que no logro visualizarme desde afuera. Yo simplemente hago música, intento crear arte y mantener la conexión más profunda conmigo misma.
Busco que lo que hago sea lo mejor, con honestidad y dedicación. Pero no sé, no me veo de esa manera, como hoy, siendo una de las mujeres. Es extraño. Quizás en los próximos 40 años lo entenderé. Claro, en ese momento podría verlo, ¿verdad? Pero por ahora, no veo esa parte, es simplemente extraño.
A lo largo de tu carrera has seguido un camino bastante independiente, a pesar de haber trabajado con majors. Me gustó mucho, por ejemplo, cuando estuviste en el programa al principio de tu carrera y lo dejaste para ponerte solo a cantar en sitios, lo que luego provocó que te enfermaras. Algo me dice que eres muy punk.
(Mon Laferte): Sí, siempre le digo a la gente que no se dan cuenta, pero yo soy muy punky. A veces hago música y lanzo un álbum que no tiene nada que ver con el anterior. Eso es muy punk. La gente realmente no lo nota, pero yo soy muy punky todo el tiempo.
La cantante Mon Laferte (@monlaferte) por Mayra Ortiz
Eres activista, feminista, has estado en bandas de metal. Te quería preguntar cómo ese motor punky lo sigues teniendo o cómo has conseguido mantener una carrera de trayectoria tan larga, de décadas, teniendo ese espíritu, porque no es fácil.
(Mon Laferte): Creo que ese mismo espíritu punky es lo que me mantiene en marcha. Cuando te instalas en una zona de confort y buscas estabilidad, es fácil quedarse atrapado. Yo siempre quiero desafiarme a mí misma y a mi entorno.
Creo que eso me mantiene despierta, conectada. En mi banda, por ejemplo, siempre traigo músicos diferentes, cambio las canciones y las partes en vivo, y todos tienen que adaptarse en el momento.
Algunos preguntan, “¿por qué haces esto?” y respondo: “Porque me voltee y te vi bostezando, y no puedo permitir eso”. En general, me gusta desafiarme y divertirme en la vida.
Después de tantos años de trayectoria, ¿cómo has seguido o conseguido mantener la ilusión y no quemarte, especialmente en momentos difíciles y oscuros? ¿Qué te ha motivado a seguir adelante en la música y no dedicarte solo a otras formas de arte, como la pintura?
(Mon Laferte): Fíjate que hace un par de años, por primera vez me vi cansada de la música, a pesar de estar en uno de los momentos más exitosos de mi carrera, incluso tocando en el Madison Square Garden en Nueva York.
Estaba aburrida durante la gira y decidí pintar en el camerino antes del concierto. Llegó un momento en el que me cansé de girar, hacer música y del propio personaje que representaba. La pandemia fue como un descanso necesario, me permitió renovar mi amor por la música y reencontrarme con ella.
Portada del disco “Autopoiética”
A veces, artistas han comentado que el momento más especial de cara al público es también el más complicado internamente. ¿Has experimentado esa dualidad entre el éxito externo y las dificultades internas? ¿Cómo gestionas esa situación?
Es cierto, a veces el momento más especial y exitoso frente al público puede ser el más complicado. Recuerdo haber tocado en Coachella en el escenario principal a las 5 o 6 de la tarde, un horario increíble, pero estaba lidiando con una depresión intensa en ese momento. Ahora, al recordarlo, pienso que estaba loca por no disfrutarlo plenamente.
En este momento, lo valoraría muchísimo y me sentiría genial tocando en Coachella. Pero en ese momento no podía verlo así. Existe un agotamiento y cansancio, y creo que mucha gente aún experimenta esto. Llegas a un lugar con mucha presión y fatiga, y en lugar de disfrutar, piensas: “ya está, lo logré”. Sí, es claro, hay cansancio.
¿Qué te ha animado a seguir y a no rendirte a lo largo de tu carrera?
(Mon Laferte): ¿Sabes cuando vas en el auto, por ejemplo, y vas en una subida, lo pones en neutro, y en vez de ir hacia atrás sigue avanzándose adelante? ¿Sabes cómo es ese efecto? Es como si la montaña en general es más grande y la montaña, como vas en la bajada, pero sientes que vas de subida, es como una ilusión. Siento que es mucho más el entusiasmo que tengo por hacer en general.
Es mucho más el entusiasmo por hacer música, por crear, y que son solo como pequeños momentos en donde te afecta el entorno, no sé. Pero al final siempre yo tengo que decir que a mí lo que más me mueve en la vida es el arte. Tengo un compromiso con el arte desde niña que es impactante.
Me sorprendo y creo que es de familia. Por ejemplo, veo a mis sobrinos, adolescentes, y ellos todo el tiempo están creando y están haciendo cosas y están pintando. Siento que es algo de familia, que todo el tiempo queremos estar haciendo cosas.
Tanto mi compromiso y mi amor por el arte, a veces he estado en momentos súper críticos, pero sigo, sigo. Y en realidad, eso es lo que me mueve. No tengo otra motivación. No es como que quiero ser millonaria. Sí, quiero ser multimillonaria, pero no es mi motivación. Si viene al final, pues vale.
Estoy muy feliz, ¿no? O sea, no me quejo si tengo un par de aviones privados y unos yates, pero… Mi única motivación de verdad es el arte. Me vuelvo loca con…
¿Te sientes capaz de diferenciar entre la persona y el personaje? ¿Puedes separarlos?
(Mon Laferte): Sí, no. Por un lado, todo lo que hago, respiro y vivo es arte. Voy al cine y no disfruto la película como “¡Ay, qué bonita película!”. Todo el tiempo estoy analizando. La música, porque entra esta canción aquí. La foto. Todo lo que hago, estoy así. Es terrible. Como escucho, veo a la gente hablar y estoy analizando esa persona para sacar una idea, para escribir una letra.
¿Por qué lo dijo? Todo el tiempo estoy así. Eso abarca mi vida entera. Soy artista 24/7. En ese sentido, sería Mon Laferte 24/7. Pero el personaje que se sube al escenario sí es otro. La intérprete sí está separada. Puedo tener una vida muy normal en Latinoamérica, donde me conocen mucho. Salgo a la calle estando en metro, porque no me disfrazo de Mon Laferte. Ando a cara lavada, con mi chunguito y ropa suelta, el oversized.
Y nadie me conoce. Ando de lentes. Soy una persona absolutamente libre y tranquila. Luego me pongo el abrigo, la diva, y entro en el personaje. Sí está muy separada como la intérprete, que tiene una vida muy normal. Y eso es maravilloso. Pero siento que, en el fondo, el artista está siempre. No descansa jamás.
En tu faceta de activista, ¿cómo llevas el lado de hablar sobre feminicidios y la situación de las mujeres en México? ¿Cómo afecta tu papel como mujer artista en la industria musical?
(Mon Laferte): Primero, no me considero una activista en el sentido pleno de la palabra, ya que hay personas que dedican su vida exclusivamente al activismo. Lo que considero relevante en mi carrera es haber invitado a Vivir Quintana, una artista mexicana, a cantar conmigo y cederle mi escenario para crear una canción que abordara la violencia de género en México.
Esta canción, llamada “Canción Sin Miedo”, se convirtió en un himno necesario frente al problema del feminicidio. Aunque la música sigue siendo parte de mi vida y continúo creando, es esencial reconocer la realidad de la violencia de género que persiste. A través de pequeñas acciones como esta canción, espero contribuir a generar conciencia y hacer que el mundo sea un poco menos hostil.
Estuve leyendo sobre el término auto poiesis, que es un concepto científico que se refiere a la capacidad de una entidad para ser autosuficiente, curarse y regenerarse. ¿Te consideras una persona auto poietica?
(Mon Laferte): Sí, totalmente. El término “autopoiesis” es metafórico en mi caso, pero creo que todos somos autopoieticos en algún sentido. Experimentamos situaciones diarias, a veces difíciles, y seguimos adelante.
Pueden ser cosas pequeñas o grandes, pero respiramos, nos recuperamos y continuamos. Personalmente, he enfrentado desafíos significativos, y aunque cada persona mide su dificultad de manera diferente, siempre me levanto, curo mi vida y avanzo. Por eso me pareció hermoso nombrar así al álbum.
¿Cómo llegaste al término autopoiesis? ¿Fue a través de la reflexión personal o a partir de lecturas y aprendizaje, tal vez de Maturana, el biólogo chileno?
(Mon Laferte): Me encanta aprender en mis ratos libres, especialmente a través de podcasts y charlas de filósofos, físicos y biólogos. Soy una gran fan de Maturana, un biólogo chileno, y siempre me ha interesado su pensamiento adelantado a su época.
Él habla sobre la cultura matrística, que no se trata solo de feminismo, sino del origen primigenio del ser humano ligado al amor maternal directo y animal. El concepto de autopoiesis estaba constantemente en mi mente debido a mis exploraciones en la biología y la filosofía.
La palabra autopoiesis es fascinante ya que “auto” proviene de un origen desconocido y “poiesis” del griego que significa producción, pero también está relacionada con la palabra poesía. Es hermoso pensar que soy auto poiética, capaz de auto-producirme y auto poematizarme. Soy auto-poética también.
¿Cuándo compusiste el disco “Autopoiética”?
(Mon Laferte): Comencé a trabajar en el disco el 24 de marzo de 2023. Rápidamente organicé una especie de encierro creativo con dos amigos de toda la vida: uno ingeniero y otro productor. Les dije que no saldrían de mi casa hasta que completáramos el disco.
Estuvimos más de un mes trabajando intensamente. La dinámica fue muy colaborativa y electrónica, con cada uno de nosotros manejando estaciones de trabajo. Durante la noche, después de darle pecho a mi hijo, aprovechaba para escribir las letras de las canciones. Descubrí un súper poder de las mamás para mantenerse despiertas. Así fue como nació “Autopoiética”.
¿Tienes alguna canción de “Autopoiética” de la que estés más orgullosa, ya sea por la composición o la letra?
(Mon Laferte): Sí, creo que lo que más me enorgullece es mi capacidad para la síntesis en las letras. Siempre he buscado decir mucho con poco, y creo que lo logré aún más en este álbum. Por ejemplo, en la canción “Tenochtitlan”, abordo cuestiones de prejuicio y discriminación con pocas palabras.
Es el primer sencillo y estoy muy satisfecha con él. Otra canción, “Te juro que volveré”, narra mi historia de adolescente migrante. Me hace sentir orgullosa por ser concisa y contar mucho en poco espacio. Luego está “Autopoietica”, una canción que utiliza solo cuatro palabras repetidas, pero que define claramente el tono del álbum.
Me encanta la idea de no tener que cantar para expresar mi mensaje, y esas cuatro palabras dicen mucho sobre la esencia del disco. Además, la canción aborda la experiencia de ser sudamericana, algo que he enfrentado toda mi vida.
Fotografía de Mayra Ortiz
Quería preguntarte sobre el estigma relacionado con ser sudamericana. ¿Has experimentado discriminación en México u otros países de Latinoamérica debido a tu origen?
(Mon Laferte): Sí, he enfrentado estigmatización y discriminación, incluso en México y dentro de otros países latinoamericanos. Es curioso cómo incluso dentro de Latinoamérica hay diferencias basadas en si eres del norte o del sur, y entre países hay xenofobia y clasismo.
En Chile, por ejemplo, he notado actitudes discriminatorias hacia extranjeros y también entre peruanos y personas de piel más oscura. Lamentablemente, aún hay mucho por aprender y superar en términos de prejuicios. Aunque a veces siento que estamos en una etapa temprana de comprensión, al menos ahora estamos teniendo conversaciones sobre estos temas, algo que antes ni siquiera sucedía.
¿Y tus planes para el futuro de Mon Laferte?
(Mon Laferte): Conquistar el mundo (risas).