Lo que más nos ha sorprendido de esta casa es su acabado totalmente brillante, nada habitual en casas unifamiliares y mas visto en proyectos de contract.
Se trata de una vivienda modular con un método de producción prefabricado, proyecto reciente del estudio A-cero que dirige Joaquín Torres. Concebida para adaptarse a cualquier terreno del territorio nacional y permite su instalación en apenas quince semanas.
De aspecto cúbico, presenta una llamativa pérgola o cochera que se adosa en el lateral, destacan los generosos ventanales practicables a modo de puerta existentes en todas las estancias de la casa, desde donde se accede al exterior.
El interior destaca por su predominio de acabados en blanco, en paredes puertas lacadas y suelo de pergo en esa tonalidad. Se rompe esta armonía con elementos en negro o incluso algún toque de color, como en el pasillo y habitación infantil. Pero siempre consiguiendo unos juegos cromáticos neutros.
La distribución nos propone una entrada en pequeño hall con inmediato acceso al salón, y por una puerta a la cocina, pequeña, pero muy funcional. A partir de aquí, nos encontramos el pasillo distribuidor a donde se accede a las estancias mas privadas de la casa, que la componen tres dormitorios y dos baños completos.
Ya en el exterior se aprecia un cuidado paisajismo que abarca la parcela de 500 m2. Se combina el césped y la grava blanca y carillones de césped y una estilosa piscina en forma rectangular.
Desde A-cero nos cuentan de que va de la arquitectura modular aplicada en este proyecto:
“El estudio de arquitectura A-cero, lanza al mercado un producto de arquitectura modular, basado en los principios de la Construcción Industrializada. En ella se aplican a la construcción los mismos procedimientos de estandarización, modularidad, tecnología, control de calidad y tiempos que se aplican a otros muchos campos de la actividad humana, siendo el ejemplo más evidente la producción de automóviles, con ya más de cien años de los planteamientos de producción en cadena de Henry Ford.
Las ventajas de la misma, con producción en taller y montaje en obra, tiempos más cortos y mano de obra más especializada, incrementan los resultados en cuanto a calidad y precio del producto final no comparables con la construcción tradicional, exigiendo al tiempo un mayor control de las fases iniciales de diseño, dado que absolutamente todo debe ser diseñado y controlado de antemano, no existiendo lugar a la improvisación.
En esta apuesta por la Construcción Industrializada, inicialmente se desarrollarán dos modelos de vivienda con dos y tres dormitorios con un coste y precio final muy ajustado, realizando para ello un cuidado estudio de la distribución y de los espacios habitables.
A-cero ofrecerá igualmente la posibilidad de disponer de dichas viviendas totalmente decoradas y equipadas, al igual que se recibiría un barco.
Tal y como indica el propio Joaquín Torres, dicho sistema no es exclusivo de la construcción residencial, sino que el mismo sistema podría ser aplicado posteriormente a otras tipologías edificatorias tales como colegios, oficinas y residencias de estudiantes y ancianos.
Con este reto A-cero apuesta por popularizar el diseño y la calidad constructiva en la arquitectura, en la búsqueda que la arquitectura de diseño no quede relegada a una elite cultural y económica. “